Sólo en América

Joe Biden y el reto pendiente del bipartidismo

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Foto | Doug Mills (EFE)
Tiempo de lectura: 7 min

Joe Biden está cerca de alcanzar sus 100 primeros días como presidente, pero una de sus principales promesas electorales sigue en el aire: el bipartidismo.

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Cuestión de perspectiva. Aunque parte de las conclusiones dependen del enfoque semántico de la palabra bipartidismo.

  • Los aliados de Biden defienden que sus iniciativas políticas cuentan con el consenso de los votantes.
  • Los republicanos, que Biden los está ignorando y aprobando proyectos legislativos por el Capitolio cual ariete.

Entonces, ¿quién tiene razón sobre el bipartidismo de Joe Biden?

El primer gran proyecto de ley de Biden fue el paquete de estímulo de 1.9 billones de dólares que los demócratas aprobaron en la Cámara de Representantes y el Senado sin ningún apoyo republicano el pasado marzo.

  • En cambio, multitud de encuestas muestran que la ley es apoyada por una abrumadora mayoría de votantes, incluido un destacado porcentaje de republicanos.
    • Según CBS News, un 61 por ciento de republicanos apoya el paquete de estímulo.
    • Según Morning Consult/POLITICO, un 59 por ciento.
    • Según Pew Research, un 41 por ciento.
    • Según Quinnipiac, un 37 por ciento.
    • Según Monmouth, un 33 por ciento.
    • Y según CNN, un 26 por ciento.
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  • Cabe repetirningún congresista o senador republicano apoyó el paquete de estímulo cuando pasó por las cámaras.

Los republicanos argumentan que muchos votantes siempre considerarán popular una ley que ofrece dinero directo a la ciudadanía, pero que esa ley incluía preferencias demócratas que carecían de sentido en un paquete de ayudas para la pandemia.

  • Con dinero directo se refieren, por ejemplo, a los cheques de 1.400 dólares o a la extensión de las prestaciones potenciadas al desempleo.
  • Y con preferencias demócratas, por ejemplo, a dinero para localidades y estados para supuestamente rescatar a localidades y estados gobernados por demócratas que habían despilfarrado en programas sociales.

Biden y los demócratas opinan que este es el peor momento para quedarse cortos en materia de ayudas a la ciudadanía. Eso incluye dinero directo e inyecciones de dinero a ciudades y estados cuyos presupuestos se han apretado con motivo del COVID-19.

Eso sí, los demócratas tendrán problemas para convencer a los votantes de que el paquete de estímulo les ayudará de forma notable.

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  • Una encuesta de POLITICO/Harvard muestra que Biden y sus aliados tienen un gran desafío por delante para convencer a los votantes de que el paquete supondrá una ayuda importante en sus vidas.

El próximo reto legislativo de Biden tiene que ver con el paquete de infraestructura del que hablé en Solo en América la semana pasada. De nuevo, los demócratas podrían aprobarlo sin ningún apoyo republicano, poniendo en cuestión la relación de Joe Biden con el bipartidismo.

  • Solo necesitan evitar perder más de tres votos en la Cámara de Representantes y que los 50 senadores demócratas apoyen el proyecto de ley.
    • ¿Pero es eso bipartidista?

Según los aliados de Biden, el presidente estadounidense está redefiniendo el significado de bipartidismo gracias al apoyo de los votantes republicanos que muestran las encuestas.

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  • Y si consiguen aprobar la ley, su teoría es que también lograrán el apoyo de alcaldes y gobernadores republicanos faltos de inversión en su decadente infraestructura.

La idea de Biden y los suyos es que un plan de infraestructura ambicioso será aplaudido a nivel local y estatal porque la inyección de dinero se dará en todo el país.

  • Según ese punto de vista, dinero para puentes, carreteras, escuelas, aeropuertos y ferrocarriles será popular entre los políticos locales y estatales que se beneficien de ello.
  • Y medidas como la reparación y mejora de la red eléctrica, el suministro de agua potable o la expansión de cobertura de la banda ancha serán bien recibidos en regiones más alejadas de las ciudades.
    • Clave: las áreas rurales de Estados Unidos son casi sin excepción más republicanas que las áreas urbanas.

Los republicanos están ahora perfilando la misma línea de ataque que cuando el paquete de estímulo, cuando Biden dejó de lado las negociaciones con la oposición para aprobar el llamado American Rescue Plan [en español, Plan de rescate estadounidense].

  • Mitt Romney, senador republicano de Utah: “Un Senado dividido de forma uniforme por los dos partidos y una pequeña mayoría congresual son difícilmente un mandato para ‘ir por cuenta propia’. El presidente debería estar a la altura del bipartidismo que pregonó en su discurso de investidura”.
  • Joe Manchin, senador demócrata de West Virginia: “No voy a apoyar una ley que deje fuera completamente a [los republicanos] antes de empezar a intentarlo. […] No voy a hacerlo por reconciliación”.

Cualquier plan legislativo tradicional debe contar con 60 votos en el Senado, lo cual obliga a Biden o a conseguir 10 senadores republicanos o a pasar el proyecto de ley a través del proceso conocido como reconciliación presupuestaria.

  • La reconciliación limita lo que puede abarcar un proyecto de ley porque tiene que estar estrictamente ligado a los presupuestos, pero para pasarlo solo son necesarios 50 votos y el apoyo de la vicepresidenta, la demócrata Kamala Harris.

Los republicanos ya pasaron una ambiciosa reforma de impuestos en 2017 durante la administración de Trump a través de la reconciliación presupuestaria.

  • De hecho, también intentaron derogar Obamacare por reconciliación hasta que los senadores republicanos John McCain, Susan Collins y Lisa Murkowski votaron en contra y bloquearon el intento.
    • Ahora, los republicanos se escudan en la llamada de Biden al bipartidismo para atacar la falta de negociaciones de los demócratas.

¿Y cómo se está defendiendo Biden? Con el paquete de estímulo, las prisas y el pasotismo hacia los republicanos se hizo muy evidente. Con el plan de infraestructura, el presidente y sus aliados están intentando otro acercamiento. Al menos, según los primeros indicios.

  • Un problema de frente: los republicanos ya han dejado claro desde el principio que otros 2 billones de dólares es demasiado para el American Jobs Plan [en español, Plan de Empleos Estadounidense].

Desde la Casa Blanca, Joe Biden y sus secretarios tratan de ejercitar el bipartidismo: están liderando acercamientos a los republicanos en forma de reuniones, llamadas telefónicas y declaraciones públicas, pero los políticos de la oposición tienen dudas sobre la honestidad de los mismos.

  • Susan Collins, senadora republicana de Maine: “La pregunta ante nosotros es esta: ¿son estos acercamientos el principio de una verdadera negociación o está la administración tan casada con los detalles de su plan, incluido su precio exorbitante, que son solo conferencias de cortesía?”.

La mejor forma de concluir si republicanos como Collins tienen razón es estar pendiente de si los demócratas llegan a algún tipo de compromiso con republicanos moderados como ella o si en cambio pasan directamente al proceso de reconciliación.

  • Anita Dunn, una consejera cercana a Biden, dijo a The Washington Post: “Si miraras ‘bipartidista’ en el diccionario, creo que diría que significa apoyo de republicanos y demócratas, pero no que esos republicanos tienen que estar en el Capitolio”.
  • Pero es Pete Buttigieg, Secretario de Transporte, quien resumió el punto de vista de Biden mejor que nadie: “El presidente tiene una visión clara. Y tal y como él ha dicho: esto tiene que salir adelante y no podemos dejar que la política lo frene tanto que no acabe llegando a buen puerto”.

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