Estados Unidos prohíbe la importación de pimiento morrón español: así ha limitado el país el comercio con España

importación pimiento morrón Estados Unidos
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Estados Unidos ha decidido parar la importación de pimiento morrón fresco español para el consumo. A finales de diciembre, el Departamento de Agricultura del gobierno estadounidense anunció el freno a la compra de este producto tras detectar larvas de la mosca de la fruta en uno de los envíos, como explica en una nota de prensa.

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Sin embargo, los expertos consultados por Newtral.es creen que “lo más probable es que, una vez solucionado el problema, se restaure el flujo comercial entre los dos países”.

Esta no es la primera vez que el gobierno estadounidense restringe el comercio con España. Repasamos cómo ha sido la relación comercial con EEUU en los últimos años y con qué criterios puede un país tomar esta decisión.

Las otras limitaciones al comercio con España: los aranceles al aceite, el queso y el vino

La última vez que Estados Unidos impuso restricciones comerciales a España “de manera muy sonada fue en octubre de 2019, cuando se incrementó en un 25% el arancel al queso, el vino y el aceite de oliva españoles que se exportaban”, explica Carmen Martínez, profesora de Derecho Internacional por la Universidad de Valladolid.

Esto se acabó notando en la economía española. “En el año 2020, las ventas del aceite de oliva descendieron un 9,31% para España, 84.830 toneladas menos (como también notifican desde la organización Interprofesional del Aceite de Oliva Español)”, apunta. Sin embargo,  el arancel se acabó suspendiendo a mediados de 2021 durante cinco años. De hecho, “estas contingencias comerciales”, como indica Martínez, suelen ser “transitorias”.

Trump también amenazó en 2020 con imponer aranceles a Europa y España como contramedida a la tasa Google como se conoce al impuesto sobre determinados servicios digitales.

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Pocos cambios en las relaciones comerciales con la llegada de Biden

Las restricciones a la importación no son nuevas, ya que las relaciones comerciales de Estados Unidos con la Unión Europea “tienden a ser tensas” y a estar “más expuestas a contratiempos”, sobre todo porque el gobierno americano suele “beneficiar a la industria nacional frente a la extranjera”, una situación que “poco ha cambiado” con el presidente Joe Biden, que asumió el poder hace un año, dice Martínez. 

Aunque “la guerra comercial con Europa” se acrecentó “con la llegada de [su antecesor, Donald] Trump al poder”, la política comercial de EEUU ha estado siempre muy marcada por esa defensa del producto nacional. “Ya con la gran depresión de los años 30, EEUU subió, por ejemplo, los aranceles del azúcar que llegaba de Cuba con la intención de proteger a los productores azucareros del sur del país”, como apunta Marc Badía, profesor de Historia Económica de la Universidad de Barcelona.

Ese objetivo de “tutelar la producción nacional” se da cuando un país ya produce un determinado alimento, como señala Alessandro Demurtas, profesor de Relaciones Internacionales y Comercio Internacional en la Universidad Autónoma de Barcelona. “Esto podría haberlo hecho España, por ejemplo, para proteger a los plataneros después de la erupción del volcán en La Palma”.

De hecho, el trasfondo de muchas de estas decisiones que se han tomado recientemente ha sido el conflicto aeronáutico que han mantenido las dos regiones durante años, que ha estado marcado por esa defensa de la producción nacional. Fue uno de los más duraderos al que se ha enfrentado la Organización Mundial del Comercio (OMC).

En 2004, EEUU alegó que la UE “subvencionaba ilegalmente a Airbus” y entendía que eso minaba las posibilidades de Boeing, la compañía americana. La UE, a su vez, también presentó una denuncia contra el gobierno americano por su supuesto “apoyo ilegal a Boeing”, como señala la Comisión Europea. Esto acabó desencadenando la cascada de restricciones mutuas que se frenó con el acuerdo de 2021.

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¿Con qué criterios y por qué un país puede limitar las importaciones?

En general, cada país es libre de establecer restricciones al comercio internacional por el principio de soberanía interna, aunque siempre deben estar justificadas y hay límites (los dictados por los tratados internacionales o la OMC), como explican los expertos consultados por Newtral.es.

En este caso, el papel de España está limitado. La UE es la única que puede “adoptar decisiones en materia de comercio internacional”, apunta Martínez. Al no haber “un acuerdo de libre comercio que rija las relaciones comerciales entre EEUU y la UE”, tras el fracaso en las negociaciones del TTIP, estas dependen del derecho de la OMC, que establece “una prohibición general a las restricciones cuantitativas al comercio internacional”.

Las razones para imponer restricciones comerciales: la salud pública, la protección del medioambiente o la seguridad nacional

Hay excepciones. Una de las razones que puede motivar a un país a restringir totalmente la importación de un producto es por motivos de salud pública, como en el caso del pimiento morrón por parte de Estados Unidos, en el que “hay una evidencia científica de la existencia de unas larvas” que pueden suponer un problema sanitario, como expone Demurtas. Esto se aplica a los envíos, que “pueden ser un vector de virus, bacterias o gérmenes”.

En ese sentido, “los productos agrícolas son los más controlados”, especifica Demurtas. “Son para los que se piden más documentos: muestras, análisis de laboratorio, licencias para exportar, etc. Junto con los materiales de defensa o de doble uso (la ketamina, que es un anestésico y una droga que se vende en el mercado ilegal), son los que más vigilados están”.

En algunos casos, “la duda fundamental es si esas razones sanitarias [en las que se escudan los Estados para imponer restricciones] son verdaderas o no”, y no esconden detrás una defensa de la producción interna, como ya pasó en el caso de los cítricos. “Hace medio año, la UE cambió el régimen sanitario de las naranjas y dijo que, a partir de ese momento, tendrían que cumplir unos criterios que Sudáfrica no cumplía. ¿Qué motivó esta decisión? ¿La idea era mejorar nuestra calidad de vida y que entraran productos mejores o evitar que las naranjas sudafricanas inundaran el mercado, perjudicando los intereses de la naranja valenciana?”, cuestiona Badía.

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Un país también puede justificar esta medida por la protección del medioambiente o la seguridad nacional. Si la OMC cree que no se han respetado estos supuestos y que las restricciones son “ilícitas”, puede permitir a la parte afectada “castigar comercialmente al país” que las impone con, por ejemplo, un aumento de aranceles, según Martínez.

Fuentes

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