La contaminación (junto al calor) contribuye casi tanto como el tabaco a los ictus fatales

Cerebro, contaminación e ictus | M.V.
Cerebro, contaminación e ictus | M.V.
Tiempo de lectura: 4 min

La contaminación del aire procedente de tubos de escape, chimeneas, frenos o neumáticos mata. Y deja a millones de personas enfermas. Tras derrames o accidentes cerebrovasculares (ictus –hemorragias cerebrales– o derrames isquémicos –coágulos–) hay muchas veces malos humos. Y los del tabaco y la contaminación tienen un impacto similar, según un macroestudio publicado en The Lancet Neurology. Pero ojo, hemos mejorado en términos relativos desde 1990.

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  • El dato: Con casi 12 mlliones de ictus en 2021, el 16,6% de todos los casos de accidentes cerebrovasculares se deben a las partículas de contaminación (PM) del aire. Especialmente si se combinan con el efecto de las temperaturas. Es la segunda causa de ictus, después (y a gran distancia) de la hipertensión, que es el principal factor de riesgo de derrame.
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  • Lo nuevo: Por primera vez se demuestra que un 14,2% de un tipo concreto de ictus con hemorragia fatal se debe a la contaminación. Una cifra similar a la atribuible al tabaco (14,5%). Y en este cóctel pesa el aumento de las temperaturas. La contribución del calor (aunque no sea por sí solo) ha subido un 72% desde 1990, “una tendencia que probablemente aumentará en el futuro”, explican los autores, liderados por Valery Feigin, de la Universidad Tecnológica de Auckland (Nueva Zelanda).
  • Lo que preocupa: El impacto global del ictus ha aumentado en 30 años. Desde el SMC de España, el neurólogo Andrés García Pastor (Hospital U. Gregorio Marañón de Madrid) destaca varios motivos: “Aumento y envejecimiento de la población mundial (sobre todos en países ricos); y el empleo de estrategias de prevención inadecuadas o insuficientes” respecto a la contaminación y otros factores del ictus.

    Hay cosas que a nivel individual se pueden hacer para prevenir el ictus: evitar el “consumo de bebidas azucaradas, la escasa actividad física, la dieta pobre en grasas poliinsaturadas, [no controlar el] índice de masa corporal…”. Pero la contaminación o las altas temperaturas dependen de “políticas globales encaminadas a luchar contra la contaminación atmosférica y el cambio climático”.

  • Contexto: Casi el 90% de los ictus son evitables. Pero no todo el mundo tiene posibilidad de evitarlos. Se puede decidir dejar de fumar. Pero es más difícil no exponerse a la contaminación ambiental y hasta acústica –que también favorece los ictus–. La ciudadanía de las regiones pobres sale peor parada. En anteriores estudios del Global Burden of Disease se había mostrado que el 30% de los ictus son atribuibles a la contaminación del aire por gases o partículas, aunque el último informe pone el foco en las PM.

Tus pulmones, un colador de las PM

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En este vídeo de El Objetivo te contamos cómo en las ciudades existe una especie de doble emergencia: las emisiones de CO2 derivadas del tráfico rodado y, sobre todo, la de otros gases que sí son tóxicos y, sobre todo, las PM. ¿De qué manera afectan a nuestros pulmones y a nuestro sistema circulatorio? Te lo explicamos con garbanzos, harina y un colador.

La pobreza, directamente ligada a ictus y contaminación

Las más afectadas fueron las personas de hasta 70 años y las que viven en países de bajos ingresos. Los pobres tienen el doble de hemorragias intracerebrales que en lugares más ricos. “Es urgente –dicen los autores– implementar en todos los países medidas efectivas, accesibles y asequibles para mejorar la vigilancia, la prevención (control de la presión arterial, el estilo de vida y los factores ambientales), la atención rápida y la rehabilitación, a fin de reducir la carga de los accidentes cerebrovasculares”.

Fuentes
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1 Comentarios

  • no veo por ningún lado la vacunita que tanto os gusta