El veto de Hungría y Polonia amenaza con dejarles fuera del fondo de recuperación

EFE/EPA I Andrzej Lange
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Hungría y Polonia podrían quedarse fuera del reparto de los fondos de recuperación si persisten en su veto a los presupuestos europeos. El pasado 16 de noviembre, los líderes ultraconservadores de ambos países votaron en contra del Marco Financiero Plurianual (MFP), el presupuesto europeo para los próximos siete años (2021-2027).

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Ante esta coyuntura, la Comisión Europea ya ha empezado a debatir qué fórmulas podrían utilizarse para poner en marcha las ayudas contra la pandemia sin contar con ambos países. Así, la Unión Europea (UE) podría financiar los 750.000 millones de euros que conforman el fondo dentro del marco presupuestario en vigor y repartirlos entre los Estados miembros que manifiesten su deseo de participar. 

Lo más importante

Teniendo en cuenta los calendarios preestablecidos, el acuerdo debería estar cerrado el lunes 7 de diciembre, para poder ser ratificado en el Consejo Europeo del 10 y 11 de diciembre. Más tarde debería ser aprobado en el pleno del Parlamento Europeo y entraría en vigor el 1 de enero. Si el veto de Hungría y Polonia se mantiene, la Comisión puede tantear varias vías para sortearlo:

  • Presentar una propuesta basada en el presupuesto para 2016-2020: esta opción supondría que varias partidas, especialmente las sociales, queden comprometidas, ya que la UE cuenta con un contribuyente menos (Reino Unido) y con una caída del PIB en 2020 en la UE próxima al 10%.
  • Utilizar el mecanismo de cooperación reforzada: permite aprobar iniciativas con el apoyo de un mínimo de diez países. Esta opción presenta algunas dificultades legales, pues el Tratado de Lisboa estipula que su aplicación no puede socavar el mercado interior o la cohesión económica, social y territorial. 
  • Acuerdo intergubernamental: esta estructura (más complicada) es con la que se estableció el Mecanismo de Estabilidad de la Eurozona (MEDE) en 2012, el fondo de rescate de la eurozona en el que participan los 10 países que comparten el euro. No obstante, esto añadiría deuda extra a los balances de los Estados.
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  • El último recurso sería establecer el fondo de recuperación fuera del marco de la UE.

¿Cuál es el contexto?

La decisión de los dos socios de mantener bloqueado el acuerdo del marco presupuestario para 2021-2027 y la creación del fondo anticrisis responde a su negativa a admitir que el reparto del dinero esté condicionado al respeto del Estado de derecho por parte de los beneficiarios. Polonia y Hungría son los dos únicos países contra los que se ha activado el Artículo 7 de los Tratados por su asalto a los valores europeos.

  • En el caso de Polonia, preocupa la última reforma legislativa aprobada, que hace peligrar la independencia de sus jueces a través de un  polémico sistema disciplinario, pero también las restricciones aplicadas al derecho del aborto.
  • En Hungría, el Gobierno está llevando a cabo una política de recorte de los derechos de las personas LGTBI. Entre otras normas, se ha puesto en marcha la prohibicón de que las personas transgénero e intersexuales cambien su género en el documento de identidad, así como la denegación de adopción a las parejas del mismo sexo.

¿Qué hay que tener en cuenta?

Varios países han ejercido su derecho a veto en otras cuestiones y no se ha aplicado contra ellos ningún mecanismo de exclusión. Chipre lo utilizó hace poco para suspender las sanciones de la UE contra los funcionarios de Bielorrusia en un esfuerzo por imponer medidas más duras contra Turquía; mientras que Austria retrasó el pasado marzo el lanzamiento de una misión marítima de la UE en el Mediterráneo central por su oposición a los rescates de migrantes.

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Además, sea cual sea la fórmula aplicada, pondrá en riesgo la concordia política entre los líderes comunitarios, ya que materializa el aislamiento de Hungría y Polonia dentro del club. Es por eso que Alemania, país sobre el que recae la presidencia del Consejo de la UE durante el último semestre de 2020, está intentando buscar un posible acuerdo con Budapest y Varsovia alejada de los focos, con el objetivo de desbloquear la situación en la cumbre del 10 y 11 de diciembre. Parte de esa insistencia proviene de las prioridades de la agenda de Angela Merkel, quien defiende la importancia de mantener unida la UE desde que los británicos votaron el Brexit en 2016. 

El presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli también se ha mostrado reacio a la idea del plan B y ha pedido más esfuerzos a Merkel para convencer al primer ministro húngaro, Viktor Orbán, y al polaco, Mateusz Morawiecki.

#Fact

Uno de los hombres fuertes de Orbán fue cazado el sábado 28 de noviembre en Bruselas mientras participaba en una orgía gay con otras 25 personas. Se trata de Jozsef Szajer, miembro fundador de Fidesz, el partido del primer ministro húngaro, y eurodiputado en el Partido Popular Europeo hasta esta semana, cuando ha dimitido por el escándalo. Según los medios húngaros, el mismo Szajer fue el encargado de escribir una enmienda a la Constitución del país que defendía el matrimonio como la unión de un hombre y una mujer.

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