Tan solo han pasado dos años y medio desde que Harvey Weinstein, el productor de Hollywood, fuera destituido de su propia empresa tras ser acusado de acoso sexual por varias actrices. Este miércoles 11 de marzo, el juez James M. Burke ha condenado a 23 años de cárcel a Weinstein, según han publicado la agencia EFE y el New York Times.
Harvey Weinstein ya había ingresado en prisión a finales de febrero después de que un jurado popular le declarase culpable de dos delitos sexuales (violación en tercer grado y acto sexual criminal en primer grado).
Weinstein, de 67 años, se enfrentaba a una pena de cárcel de entre cinco años (mínimo) y 29 años (máximo). En primer lugar, por el delito probado de acto sexual criminal en primer grado —por practicar sexo oral a la fuerza a la asistente de producción Mimi Haley en un hotel de Nueva York en 2006— podrían haberle condenado a un mínimo de cinco y un máximo de 25 años.
La defensa legal de Weinstein pedía la pena mínima (cinco años) alegando que, por su edad, Weinstein podría morir en la cárcel, lo que constituiría, según aseguran, «una cadena perpetua de facto«.
El magnate de Hollywood se libró de la cadena perpetua al ser absuelto de otros tres delitos contra la libertad sexual: violación en primer grado, así como dos acusaciones de agresión sexual depredadora. Esta última doble acusación era la más grave a la que se enfrentaba Weinstein, ya que podría haberle supuesto cadena perpetua.
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