Los flecos sueltos sobre el estatus de Gibraltar que todavía quedan tras el Brexit

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Desde hace meses, Reino Unido y la Comisión Europea —con un importante papel de España— mantienen negociaciones sobre el futuro estatus de Gibraltar después del Brexit. Encima de la mesa están asuntos como la entrada de personas y mercancías o el tipo de frontera que existirá entre la Unión Europea (UE) y el peñón.

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Más de dos años después de la salida efectiva del Reino Unido de la UE, encontramos un gobierno británico sin sustituto hasta este mismo lunes tras la renuncia de Boris Johnson y con la sombra de las fallidas negociaciones sobre Irlanda del Norte planeando. 

Fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación explican a Newtral.es que, además de las negociaciones entre la Comisión Europea y el Gobierno británico, se está dando una conversación bilateral paralela entre España y Reino Unido para acordar cuestiones “necesarias para alcanzar un acuerdo entre todas las partes”.

¿Cuál es la situación administrativa actual de Gibraltar?

El 31 de diciembre de 2020, Reino Unido y España llegaron a un principio de acuerdo como base para la solución que hoy se discute. El objetivo de ese entendimiento es la creación de una “zona de prosperidad compartida” entre Gibraltar y la comarca del Campo de Gibraltar. El Gobierno advirtió entonces de que “nada de lo dispuesto en ese entendimiento ni en el futuro acuerdo implica o implicará una modificación de la posición de España en relación con la soberanía o jurisdicción de Gibraltar”.

Aunque España no reconoce oficialmente la pertenencia de Gibraltar a Reino Unido, la situación actual de Gibraltar en relación a nuestro país se rige por un paquete de acuerdos bilaterales con Reino Unido sobre el peñón que tratan sobre derechos de los ciudadanos, medio ambiente, cooperación policial y aduanera y tabaco.

Alejandro Del Valle, catedrático de Derecho Internacional Público y Relaciones Internacionales de la Universidad de Cádiz, relata que esta situación provisional que se ha ido prorrogando “está cogida con alfileres tras el Brexit” y que “los negociadores europeos creen que Gibraltar ya debería ser una frontera dura”. De hecho, según afirma el catedrático, “a los ciudadanos británicos que no son residentes en Gibraltar y quieren cruzar la verja se les están aplicando controles similares a los de cualquier frontera exterior a la Unión Europea”. 

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¿Por qué Reino Unido quiere que Gibraltar entre en el espacio Schengen tras el Brexit?

Fernando Eguidazu, secretario de Estado para la Unión Europea con Mariano Rajoy y experto en Gibraltar, señala a Newtral.es que “en la pasada Navidad se acordó que Gibraltar se incorporaría al espacio Schengen, que la verja desaparecería y que, a cambio, se establecería un control de viajeros en puerto y aeropuerto”. Es preciso tener en cuenta que, en la situación anterior al Brexit, Gibraltar no estaba incluido en el espacio Schengen. 

El exsecretario de Estado puntualiza que “la verja no solo es un control de personas, también lo es de mercancías”. Unas mercancías que al cruzar al peñón pagan aranceles. Según sus palabras, “la postura de la Comisión es que si desaparece la verja, tendría que haber aduanas en puerto y aeropuerto”. “Un sistema en el que no hay verja, los ingleses pueden salir y entrar, llevar y traer sin control, y eso no es viable”, opina Eguidazu. 

España nunca ha reconocido la Verja como frontera internacional, solo como paso fronterizo. Según la postura española “la verja es una línea de demarcación que no corresponde con el trazado de la frontera reconocida por España”. Si este acuerdo se produjera, “la Verja desaparecería y España pasaría a controlar el tránsito de personas y mercancías directamente en el puerto y el aeropuerto de Gibraltar” señala Alejandro del Valle. 

A juicio de Eguidazu, la intención del Gobierno británico es, “al igual que con Irlanda del Norte, abrir un agujero en Schengen a cambio de nada”. Pero Bruselas, según este experto, sigue en la negociación para que esto no ocurra. “Si este acuerdo se da —advierte el ex alto funcionario—, España nunca podrá abordar la recuperación de la soberanía sobre Gibraltar”, intención oficial del gobierno que en estas negociaciones “ha quedado aparcada”.

Para Alejandro Del Valle, experto de la Universidad de Cádiz, “No se va a lograr una solución para una situación que afecta a cerca de 300.000 personas que viven en la zona y cruzan a diario el paso fronterizo, si se mezcla en las mismas conversaciones soberanía y soluciones a la nueva situación post-Brexit”. 

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Exteriores asegura que el retraso se debe a “diversos factores”

Fuentes diplomáticas aseguran a este medio que el motivo del retraso en el acuerdo se debe a “factores como la pandemia, la crisis de Ucrania o las dificultades relativas al protocolo de Irlanda del Norte, que han dificultado el desarrollo de los trabajos al ritmo deseado”.  A pesar de ello, aseguran que “las negociaciones continúan en un ambiente constructivo con el fin de avanzar hacia un compromiso sobre sus diferentes elementos lo antes posible”.

Según Del Valle, hay acuerdo en lo fundamental y el retraso proviene “de la intención británica de mantener sus bases militares en Gibraltar sin someterse a controles de ningún tipo”. El Gobierno británico considera Gibraltar un punto de alto valor estratégico en sus intereses geopolíticos. 

La sustituta de Boris Johnson, Liz Truss, tendrá que enfrentar el reto de llegar a un acuerdo para el Gibraltar post Brexit. Truss, ex titular de Exteriores siempre ha dejado clara que su postura es “la  protección de la soberanía de Reino Unido sobre Gibraltar” como sostuvo en una entrevista en el diario El País el año pasado. Para el catedrático de la Universidad de Cádiz “el nombramiento de Truss es una noticia positiva” ya que “siempre ha tenido un papel activo en las negociaciones y tiene buena sintonía con el ministro Albares”.

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