El pasado 7 de diciembre comenzaba a cotizar en el mercado de futuros de Wall Street el agua de California, basándose en el índice Nasdaq Veles California Water (NQH2O) que se creó en 2018. Este indicador se basa en los precios de los futuros del agua en el Estado de California.
¿En qué consisten estos futuros del agua? ¿A quién pueden beneficiar? ¿Qué riesgos tienen? Preguntamos a los expertos que defienden que si se utiliza bien este mecanismo financiero puede beneficiar a los regantes de la zona pero que ven en algún caso riesgos al especular con un recurso natural tan importante como es H2O.
¿Por qué cotizan los futuros del agua en Wall Street?
“En California hay mercados de agua desde antes de 1993”, cuenta a Newtral.es Alberto Garrido, director del Observatorio del Agua de la Fundación Botín. “El lanzamiento de la cotización de los futuros del agua no pilla por sorpresa a nadie ya que desde hace años, cinco de las mayores regiones de California ya negociaban los precios de arrendamiento del agua por la escasez existente tras los periodos de sequía de la zona”, explica Diego Morín, analista de mercados de IG España. De hecho, “el objetivo de estos futuros del agua es conseguir un uso más eficiente de la misma, especialmente con el abastecimiento a ciudades cómo Los Ángeles”, añade.
¿Dónde y desde cuándo cotizan estos futuros del agua?
Desde el pasado 7 de diciembre “comenzaban a cotizar los futuros del agua en el Chicago Mercantil Exchange (CME), el mercado de derivados más grande del mundo. Los emite CME Group basándose en el índice Nasdaq Veles California Water y bajo el ticker NQH2O”, como apunta Diego Morín.
¿Podría darse un mercado de futuros del agua en España? “Si no hay un mercado directo , inmediato, (mercado spot) previo no puede haber mercado de futuros y en España el único mercado de agua que tenemos es el de Canarias”, apunta José Albiac, investigador del International Institute for Applied Systems Analysis (IIASA). Albiac cree de hecho “que el sistema que tenemos en general en España con las confederaciones hidrográficas gestionando el reparto de agua es mejor que un mercado de agua al uso”.
¿Qué es lo que cotiza? ¿Se intercambia realmente agua?
“Un futuro es un acuerdo entre dos partes para intercambiar algo en un futuro a un precio que acordamos hoy. Sin embargo, en el caso de los futuros del agua, el agua en sí no se intercambia. Nosotros acordamos el precio hoy y lo que intercambiamos en el futuro es simplemente dinero”, simplifica Marco Collado, experto en opciones y futuros financieros y socio de Liga de Bolsa.
“La cotización del agua, al igual que otras materias primas, son derechos y no el recurso en sí, por lo que los compradores no recibirán una entrega de millones de litros de agua, aunque esto sí ocurre en productos básicos cómo el petróleo o el trigo por ejemplo”, detalla Diego Morín.
“El agua como tal no cotiza en bolsa, solamente lo hacen los contratos futuros del agua como medida para regular los periodos de sequía existentes en muchas regiones de California, no en todo el mundo”, recalcan desde IG. Para Alberto Garrido, “el hecho de que se intercambien estos futuros del agua en un mercado organizado como es el de Nueva York hace que esos contratos se negocien de forma muy ágil y le da eficiencia y liquidez al mercado, algo que puede beneficiar a los regantes, industrias e incluso algunos ayuntamientos de California que necesiten agua”.
¿Cómo se opera con los futuros del agua?
¿Por qué no se intercambia el agua en estos futuros? “Porque se va a utilizar el futuro como medio de ‘cobertura’, para protegerse de las subidas o bajadas de precio básicamente”, afirma Andrei Boar, Profesor de Finanzas y Contabilidad en la UPF Barcelona School of Management. “Se trata de una inversión para protegerse de futuras pérdidas”, añade. La negociación de un contrato de futuros es como un seguro negociado, de manera transparente y pública.
“Operar con los contratos de futuros del agua beneficiaría a los agricultores o regantes de California que necesiten millones de litros de agua para sus cosechas”, explican desde IG. ¿Por qué? Lo explica Marco Collado con un ejemplo sencillo. “El agricultor sabe que necesitará tanta agua dentro de unos meses pero no sabe a qué precio estará entonces. Por eso adquiere un contrato de futuros del agua hoy, que vence en seis meses. Cuando llega el vencimiento de ese contrato pueden pasar dos cosas. Que gane dinero con los futuros o que lo pierda”, afirma.
“Si gana dinero con ellos será porque ha subido el ‘precio del agua’ que necesita para regar. Recordemos que en estos futuros como no se intercambia el agua (solo dinero) él recibirá el dinero que le han generado sus futuros y que gastará en adquirir los derechos de ese agua que necesita para regar su cultivo. Como ese agua le va a costar más cara, es un poco ‘lo comido por lo servido’ y así se protege de un alza desproporcionada de precios.”, continúa Collado. “Y si pierde con los futuros, eso querrá decir que el precio del agua que necesita ha bajado y es una buena noticia para él”, añade.
¿Con qué otros recursos similares se especula ya?
“Se negocian todo tipo de futuros de materias primas, trigo, arroz, maíz, soja, aceite de soja, harina de soja, algodón, café, cacao, zumo de naranja, azúcar, ganado, etc. y todos cotizan en la Chicago Mercantile Exchange”, comenta Morín. ”Se negocian precios futuros para obtener el bien a un precio determinado en los próximos meses, evitando así un aumento de los mismos”, añade.
¿Qué peligros tiene especular con un recurso natural como el agua?
Desde IG advierten que “la situación actual podría generar una especulación en el corto plazo, algo que perjudicaría a los compradores de los contratos de agua” y por otra parte “como en este mercado de futuros no tenemos el bien en sí, podría verse perjudicado el precio del activo subyacente (agua), teniendo un efecto negativo debido a los inversores más especuladores o menos profesionales del mercado, los cuales podrían acumular el bien y generar una ‘escasez’ artificial, con la consecución de disparar su precio”.
Desde Newtral.es hemos contactado con el relator especial de Naciones Unidas para los derechos humanos al agua potable y al saneamiento, Pedro Arrojo. Asegura que “los mercados de futuros son uno de los espacios más activos, fáciles e incentivadores de la especulación financiera, algo que es particularmente grave si se opera con el agua o con materias primas” ya que “se abre un proceso donde ya no son los compradores o lo vendedores sólo quien participa sino que es la especulación pura y dura”.
De hecho Arrojo advierte que “cuando tienes mucho dinero en movimiento tienes capacidad de manipulación del mercado y eso fue lo que pasó hace unos años”. Recuerda que en 2010, el entonces relator especial de las Naciones Unidas sobre el derecho a los alimentos, sacó una alarma examinando “las repercusiones de la especulación en la volatilidad de los precios de los productos alimentarios”. Explicaba en ella que la crisis mundial de los precios de los alimentos que se produjo entre 2007 y 2008 tuvo varias causas, siendo una de ellas “los aumentos y la volatilidad de los precios de los productos alimentarios por la aparición de una burbuja especulativa«.
El agua y el desafío del cambio climático
Precisamente por eso, Arrojo también ha hecho pública su preocupación por estos futuros del agua como experto de Naciones Unidas. “El derecho humano al agua o el tema del medio ambiente, la importancia de la sostenibilidad, de los caudales ambientales en los ríos frente al cambio climático, por ejemplo, deben ser tratados con una sensibilidad diferente. Y no es una crítica al mercado, simplemente al mercado hay que pedirle lo que sabe hacer y lo que puede hacer. Meter al agua como un bien puramente económico y mercantil supone ignorar los valores más importantes que no son sustituibles por bienes de capital”, denuncia Arrojo.
Precisamente sobre la relación del ‘Cambio climático y los mercados de agua’ ha profundizado el investigador José Albiac que cree que «las presiones sobre los recursos hídricos están aumentando en todo el mundo por el crecimiento de las actividades económicas y la población. Estas presiones agravan los problemas de escasez y calidad del agua, y provocan daños cada vez mayores sobre los ecosistemas acuáticos«. Además, «el cambio climático también se está convirtiendo en un factor perturbador del ciclo del agua, contribuyendo al empeoramiento de la escasez de agua en las zonas áridas y semiáridas», añade.
Por eso Albiac cree que «el uso sostenible de los recursos hídricos para afrontar los problemas de escasez de agua, sequías y cambio climático requiere de una comprensión sólida de los procesos biofísicos, una evaluación acertada de los impactos, y de una mejora tanto de la gestión local por los grupos de usuarios como de la gobernanza por los responsables políticos». Sin embargo, advierte de que «una adecuada gestión y gobernanza es un desafío bastante complicado porque el agua provee distintos tipos de bienes y servicios, que pueden ser bienes privados, comunales o públicos».
Fuentes:
- Diego Morín, analista de mercados de IG España
- Marco Collado, experto en opciones y futuros financieros y socio de Liga de Bolsa
- Pedro Arrojo, relator especial de Naciones Unidas para los derechos humanos al agua potable y al saneamiento y Catedrático Emérito de Análisis Económico de la Universidad de Zaragoza
- Alberto Garrido, director del Observatorio del Agua de la Fundación Botín
- Andrei Boar, profesor de Finanzas y Contabilidad en la UPF Barcelona School of Management
- José Albiac, investigador del International Institute for Applied Systems Analysis (IIASA)