El video arbitraje (VAR) llegó al fútbol en 2016 con la intención de favorecer un deporte más justo, interviniendo en acciones que pudieran repercutir en los resultados. Pero la realidad es que con el paso de los años, continúan los debates sobre los motivos por los que interviene o no en una jugada concreta.
En la última jornada de Liga, el Cádiz se sintió perjudicado por la no intervención del VAR en un fuera de juego ante el Elche. Como consecuencia, el Comité Técnico de Árbitros castigó a Iglesias Villanueva (VAR) y Díaz de Mera (asistente) con un cambio de designación.
En otro comunicado emitido este martes, la Real Federación Española de Fútbol evitó su responsabilidad en este error e instó a la Liga de fútbol profesional a actuar con otra innovación tecnológica. «Acabar con el error humano no es posible, pero sí en el fuera de juego con la herramienta del fuera de juego semiautomático. Invitamos a la Liga a implementar esta tecnología”.
LaLiga respondió. «Lejos de asumir responsabilidades o pedir disculpas, intentan trasladar la culpa a una organización ajena a la toma de decisiones”, pidiendo autocrítica y dejar de eludir responsabilidades. “Ninguna liga ha instaurado este sistema”, dice, pero asume que lleva dos meses trabajando y estudiando esta opción.
Qué es el fuera de juego semiautomático
La Federación abre un debate hacia la implantación de tecnología más moderna, el denominado sistema SAOT, que recrea en 3D la posición de los jugadores cruzando datos, y que ya se ha visto en funcionamiento en la Supercopa de Europa o en el Mundial de Catar.
Esta tecnología trata de mejorar la implantación del sistema VAR utilizando 12 cámaras y 29 puntos de acción de cada futbolista recogiendo datos sobre la posición de sus extremidades, enviando datos a gran velocidad a un sistema que reacciona en apenas 20-25 segundos.
El balón también es esencial. En el Mundial, Adidas presentó un esférico con un sensor para informar de su posición y del momento del golpeo, enviando 500 datos por segundo, un sistema testado y verificado por MIT Sports Lab y la Universidad de Virginia.

Cómo funciona el VAR hasta ahora
El VAR fue aprobado en 2016 por la International Football Association Board (IFAB) con dos grandes premisas: el árbitro siempre tiene la decisión final sobre la acción- no pudiendo omitir las recomendaciones desde la asistencia en la sala-, y éste siempre será avisado de cualquier circunstancia susceptible de revisar.
Estas son las principales claves del uso del VAR:
El uso del VAR está regulado en base a reglas muy estrictas y escenarios específicos que no dejen lugar a las dudas sobre si se imparte justicia. Por este motivo, se determina de antemano el funcionamiento y su responsabilidad:
- El árbitro asistente de la sala puede asistir al colegiado sobre el terreno de juego solo en caso de que se produzca un “error claro, obvio y manifiesto” o un “incidente grave inadvertido” en relación a goles, penaltis, tarjetas rojas directas o confusión de identidad.
- El árbitro principal es quien tiene la responsabilidad y última palabra sobre lo sucedido. Una vez interviene el VAR, éste no puede omitir la información.
- No hay límite de tiempo en la revisión. Además, nadie puede influir en su decisión y debe permanecer visible para garantizar la transparencia.
- No se puede realizar una revisión si el juego se ha reanudado salvo en casos de una infracción grave como una agresión.
Qué acciones puede revisar el VAR durante un partido
Solo hay cuatro situaciones en las que el VAR puede intervenir durante un partido:
- Gol/no gol: cuando hay una infracción en el equipo atacante como fuera de juego, mano o falta.
- Penalti/no penalti: infracciones, dónde se ha producido (dentro o fuera del área) y posibles sanciones.
- Tarjeta roja directa: agresión, conducta violenta o evitar una ocasión manifiesta de gol.
- Confusión de identidad: si el árbitro sanciona al jugador equivocado, se revisa la identidad del infractor.
Cómo actúa la sala VAR durante un partido
La sala VAR está formada como mínimo por un árbitro asistente, denominado AVAR, y al menos un operador que pueda facilitar las imágenes. En el caso de la liga española, ésta se sitúa en la sede de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), bajo las directrices del Comité Técnico de Árbitros.
Los miembros de esta sala tienen acceso independiente a las repeticiones de las imágenes de la retransmisión televisiva. A la vez, tiene conexión directa con el equipo arbitral. Son ellos quienes intervienen pulsando un botón para hablar con el árbitro, y nunca al contrario. Si una acción se está revisando, el AVAR tendrá que avisar al árbitro para que no reanude el juego.
Cuál es el procedimiento del VAR para decidir en una acción
El uso del VAR no debe estar presente en el juego desde un inicio. Es decir, el partido tiene que transcurrir con normalidad con el equipo arbitral actuando como si no existiese el VAR. Por tanto, árbitro o asistentes no podrán retrasar una señalización esperando su actuación.
El chequeo de las imágenes de televisión lo realiza el VAR de forma automática para ver potenciales incidentes, utilizando diferentes ángulos y velocidades. Si no hay un error claro y no se comunica con el árbitro, se habla de un “chequeo silencioso” que pasa inadvertido.
En la revisión, el VAR hará una descripción al árbitro de lo que están revisando. Entonces, éste podrá acudir a la revisión de las imágenes antes de decidir. También puede tomar una decisión sin mirar estas imágenes, basándose en la información recibida. En caso de revisar las imágenes, no podrán abusar de la cámara lenta, que solo debe ser utilizada en puntos concretos, utilizando una velocidad normal para ver la intensidad de la infracción.
En la decisión, ningún jugador podrá estar fuera del terreno de juego interfiriendo en su decisión, pudiendo ser sancionados e incluso expulsados. Los árbitros se señalarán el oído para especificar que toman una decisión en base a las indicaciones del VAR.
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