El próximo 3 de noviembre se celebran en Estados Unidos las elecciones en las que se decidirá quién será su próximo presidente durante los próximos cuatro años. El Partido Republicano, con Donald Trump, tiene la opción de repetir mandato y estar otros cuatro años en el despacho Oval; mientras que el Partido Demócrata intentará ganar a Trump con Joe Biden, quien ya estuvo en la Casa Blanca como vicepresidente de Barack Obama.
En esta campaña han circulado bulos, afirmaciones engañosas, exageraciones o declaraciones fuera de contexto en ambos lados, tanto del demócrata como del republicano. Aunque Trump ha sido el que más tiempo ha ocupado a los periodistas.
Según The Washington Post, el presidente promedió 56 afirmaciones falsas o engañosas al día en Agosto, llegando a pronunciar 189 en un día; y The New York Times contó 131 afirmaciones falsas o engañosas en un mitin normal de 90 minutos en Wisconsin. Además, un estudio de la Universidad de Cornell sostiene que el republicano se ha convertido en la mayor fuente de desinformación en inglés sobre el coronavirus.
En Newtral.es hemos recopilado distintas declaraciones pronunciadas por ambos candidatos durante los últimos meses y que han sido desmentidas por verificadores estadounidenses, como Politifact (premio Pulitzer 2009), Snopes; y medios como The New York Times. Aquí te contamos algunas.
“Si parásemos de hacer tests ahora mismo, tendríamos muy pocos casos, si es que hay alguno”
Como no podía ser de otra forma, el coronavirus ha sido el eje principal de los discursos de ambos candidatos durante su carrera presidencial. Por un lado, el presidente Trump ha tratado de restarle importancia a esta pandemia sustentándose en afirmaciones falsas.
En junio, cuando Estados Unidos había superado los dos millones de casos y se acercaba a las 120.000 muertes, el presidente afirmó que esas cifras se debían al gran número de tests que se estaban realizando en el país. Trump afirmó que “si parásemos de hacer tests ahora mismo, tendríamos muy pocos casos, si es que hay alguno”. Como verificó Politifact, esta afirmación no se sostiene.
El verificador estadounidense explica que los tests que se estaban realizando en ese momento son insuficientes y como afirmó a Politifact el Dr. Joshua Sharfstein, vicedecano de salud pública de la Johns Hopkins, “inferir que no hacer tests hace que el problema se vaya es totalmente falso”.
Los CDC, el 6% de fallecidos por COVID-19 y la letalidad de la gripe
En Newtral.es también hemos desmentido otros bulos difundidos por Donald Trump sobre el coronavirus.
En este artículo refutamos que el coronavirus fuese el causante únicamente del 6% de las muertes registradas por los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC). Es una interpretación errónea del informe realizado por este organismo, que afirma que el 92% del exceso de muertes de EEUU está causado por la COVID-19.


Y también desmentimos que la OMS dijera que la letalidad de la gripe estacional (0,1%) era mayor que la del coronavirus (0,6%).


Biden mezcló las víctimas de COVID-19 en Michigan con las militares
Durante un discurso en la ciudad de Warren, en el Estado de Michigan, Joe Biden afirmó que se habían infectado por coronavirus casi 119.000 militares y que 6.114 habían fallecido por esta causa. Sin embargo, las cifras de militares infectados y fallecidos por el coronavirus son muy lejanas a estas.
Según las cifras publicadas por el Departamento de Defensa de Estados Unidos, a inicios de septiembre habían fallecido siete miembros de las Fuerzas Armadas debido al coronavirus y casi 38.500 se habían infectado por el virus. Además, según publica el Military Times, los registros del Pentágono también recogen 50 muertes civiles, siete personas dependientes de militares y 20 contratistas militares.
El equipo de la campaña de Biden indicó a Politifact que el candidato tenía los números incorrectos, y que se refirió a los militares cuando se debía haber referido a los ciudadanos de Michigan. El verificador estadounidense recoge también que cuando Biden dio el discurso, en el Estado se habían contagiado casi 120.000 personas y habían fallecido 6.811 personas a causa del coronavirus. Unas cifras que se aproximan a las que pronunció el candidato demócrata.
Trump y las acusaciones del fraude en el voto por correo
Una de las ideas constantes del discurso de Trump es que las elecciones del 3 de noviembre están amañadas. De hecho en alguna ocasión el actual inquilino de la Casa Blanca ha vacilado a la hora de asegurar que vaya a aceptar el resultado de las urnas.
En mayo, Twitter colocó por primera vez en la cuenta del presidente un aviso sobre dos mensajes que advertían de un supuesto fraude electoral en el voto por correo en California. La red social se justificó afirmando que “esos tweets podrían confundir a los votantes sobre lo que deben hacer para recibir una papeleta y participar en el proceso electoral”.
Además, añadieron en esos mensajes un enlace a una página con tweets de diferentes medios y periodistas que desmentían los mensajes de Trump y confirmaban sobre la seguridad del voto por correo. Y lo volvió a hacer en agosto, cuando la empresa californiana consideró que había realizado “afirmaciones sobre la salud engañosas que podían disuadir a las personas de participar en las votaciones”.
También en agosto, el presidente aseguró que “la única manera que tienen de ganar [los demócratas] es con unas elecciones amañadas”, haciendo referencia al voto por correo. Sin embargo, los expertos consultados por Politifact consideran que no es factible por el gran número de personas necesarias, la falsificación de las firmas o el decidir en qué Estados actuar. Además, consideran que hay muchos motivos que pueden hacer que Trump pierda las elecciones sin necesidad de que estén amañadas.
El nombramiento de Amy Coney Barrett “no es constitucional”
Como explicamos en este artículo de Pronostika, la muerte de la jueza del Tribunal Supremo Ruth Bader Ginsburg, un icono progresista, permitía al presidente proponer a una nueva jueza que permitiese dilatar la mayoría conservadora en la Corte. Además, el Senado, que debe aprobar el nombramiento de Amy Coney Barrett, no supuso un problema para Trump, ya que el Partido Republicano tiene la representación mayoritaria actualmente, antes de que se renueve el próximo 3 de noviembre.
Sin embargo, por la proximidad de las elecciones estadounidenses, esta renovación no ha sentado bien a los demócratas. El candidato a la presidencia, Joe Biden, llegó a afirmar ante los periodistas que esta elección “no es constitucional” y que debía ser el próximo presidente el que hiciese la nominación.
Pero, como confirmaron diferentes expertos a Politifact, no existe ninguna cláusula en la constitución que prohíba este movimiento. Ilya Shapiro, director del Centro para Estudios Constitucionales Robert A. Levy del Instituto Cato, aseguró a este verificador que “no hay una prohibición constitucional en la confirmación o el rechazo de los nominados judiciales cerca de la elección presidencial, o en ningún otro momento”.
Trump y QAnon
La relación del presidente con la desinformación no solo se da en sus discursos, sino que también se extiende a las redes sociales. A través de sus perfiles en diferentes redes sociales, Trump comparte conspiraciones promovidas por los seguidores de un conjunto de teorías sin evidencias conocida como QAnon.
En agosto, en una rueda de prensa en la Casa Blanca, Trump afirmó que no conocía mucho sobre QAnon: “no conozco mucho sobre el movimiento, solo entiendo que me quieren mucho, lo cual agradezco”. Unos meses después, en octubre, el presidente aseguró en una entrevista en la NBC que no sabía nada sobre QAnon y que lo único que sabía es que “están en contra de la pedofilia”.
Todas estas respuestas se enmarcan dentro de una sucesión de preguntas de diferentes periodistas que han intentado saber si el presidente condena este movimiento, pero aún no lo ha hecho. Esta teoría de la conspiración, que el FBI considera como una amenaza de terrorismo nacional, defiende que Trump está desmantelando una red de tráfico sexual infantil que involucra a demócratas de alto perfil, como Hillary Clinton y Tom Hanks, y su simbología ha aparecido entre los seguidores que acuden a los mítines de Trump.
QAnon también recoge teorías de la conspiración de diferentes campos y, según explica The New York Times, “muchos de sus miembros creen que, además de abusar de los niños, algunos miembros de este grupo matan y se comen a sus víctimas con el propósito de extraer de su sangre un químico que extiende la vida”. Este mismo medio explica que según esta teoría Trump se presentó a la presidencia en 2016, reclutado por altos mandos militares, con el objetivo de “disolver esta conspiración criminal, acabar con su control de la política y de los miembros de comunicación, y finalmente llevar a sus miembros ante la justicia”.
Diferentes redes sociales, como Facebook, Twitter o TikTok, están eliminando cuentas y contenido relacionado con QAnon al considerar que infringen sus políticas de contenido e incitan a la violencia entre sus usuarios.
“Un hombre negro inventó la bombilla, no un hombre blanco llamado Edison”
En septiembre, Joe Biden viajó a Milwaukee para conocer a la familia de Jacob Blake, un afroamericano que recibió múltiples disparos por la espalda mientras entraba a su vehículo, en el que se encontraban sus hijos. Esto generó varios días de protestas en la ciudad de Kenosha, en la que se produjo el incidente, e incluso paralizó la NBA.
En esta visita, el candidato demócrata habló en un encuentro con algunos miembros de la ciudad de Kenosha en un acto realizado en una iglesia. En su discurso, Biden se centró en cómo las contribuciones de los afroamericanos no se enseñan en las clases de historia. En ese contexto, el candidato dijo: “¿Por qué no enseñamos historia en las clases de historia? Un hombre negro inventó la bombilla, no un blanco llamado Edison”.
Sin embargo esto no es correcto. Como recoge Snopes, el reconocimiento de la invención de la bombilla se le atribuye a Thomas Edison, que desarrolló diferentes objetos necesarios para crear una lámpara incandescente. Lewis Latimer, un inventor afroamericano que formaba parte del equipo de investigación de Edison, mejoró el filamento de la bombilla para que fuese más duradero, pero no la inventó.
Biden ordenó las muertes del equipo SEAL que mató a Bin Laden
El pasado político de Biden como vicepresidente de Barack Obama también ha sido objeto de comentarios por parte de Trump. Tres semanas antes de las elecciones, el presidente retuiteó en su perfil de Twitter un mensaje en el que aseguraba que Biden había orquestado el asesinato de los miembros del equipo que realizó la incursión que acabó matando a Osama bin Laden.
Según explica Snopes, esta teoría de la conspiración asegura que Biden ordenó las muertes para evitar que los miembros del Seal Team Six revelaran que la operación fue una farsa y que solo había matado a un doble de bin Laden, o como una forma de «sacrificio de sangre» para Irán.
Sin embargo, como verificó esta misma página, no hay evidencias de que ningún miembro del Seal Team Six que participase en esta operación esté muerto. Además, esta teoría se basa en varias afirmaciones ya desacreditadas en diferentes ocasiones.
Días después de compartir este mensaje, en una entrevista de la NBC, Savannah Guthrie, preguntó a Trump por qué había compartido esta teoría de la conspiración, a lo que el presidente respondió: “No sé nada sobre ello, fue un retuit, era la opinión de otra persona. Yo lo puse ahí, la gente puede decidir por sí misma, yo no tengo ninguna posición”.
“En la anterior Administración 18.000 personas tuvieron clemencia”
Biden también ha aprovechado la campaña para hablar de su actuación en la anterior Administración, aunque a veces ha exagerado sus acciones. Durante una entrevista en Miami, en respuesta a una pregunta sobre la reforma del sistema de justicia penal, Biden aseguró que bajo la presidencia de Barack Obama “18.000 personas fueron indultadas o recibieron una reducción de condena”, mientras que con Trump solo se habían concedido “dos o tres”.
Como recoge Politifact, durante los ocho años de Obama se concedieron 212 perdones y 1.715 indultos parciales de las penas, que suman en total 1.927 actos de clemencia, como se conocen allí. Poco más de una décima parte de las que dijo Biden. Por otro lado, Trump ha realizado más de “dos o tres” actos de clemencia. Según las estadísticas del Departamento de Justicia, el presidente republicano ha realizado 38 actos de clemencia en sus casi cuatro años en la Casa Blanca.
Los expertos consultados por Politifact también advierten que los actos realizados por Obama seguían las recomendaciones del Departamento de Justicia, mientras que Trump actúa según las recomendaciones de amigos, celebridades, personajes mediáticos y compañeros de negocios.
Fact-check de los «argumentos finales»
En los últimos discursos previos a las elecciones presidenciales, los candidatos electorales ponen toda la carne en el asador para intentar hacerse con el voto de los indecisos y conseguir llegar a la Casa Blanca. Sin embargo, como indica The Washington Post, los últimos argumentos de Joe Biden y Donald Trump también contienen afirmaciones falsas o engañosas. A continuación recogemos algunas de las afirmaciones que el periódico estadounidense ha desmentido de ambos candidatos.
Los resultados definitivos de las elecciones presidenciales no estarán el 3 de noviembre
Trump también ha asegurado que los votos electorales se cuentan el mismo día de las elecciones y que el recuento posterior al 3 de noviembre es algo inusual, dando a entender que podría ser fraudulento. Sin embargo, como explica The New York Times, solo nueve Estados esperan hacer el recuento del 98% de los votos el mismo día de las elecciones.
En parte, esto se debe a que muchos Estados comienzan a contar los votos por correo el mismo día de las elecciones, y este voto anticipado está batiendo récords en la mayoría de Estados. Algunos Estados claves, como Michigan y Pennsylvania, han anunciado ya que, debido a la gran cifra de votos anticipados que han recibido, esperan tener el escrutinio definitivo tres días después de las elecciones.
Biden acusa a Trump con un plan que no existe
El candidato del Partido Demócrata, Joe Biden, hizo hincapié en su discurso en Florida en un plan de Donald Trump que arruinaría la Seguridad Social en 2023 que en realidad no existe. Como desmintió The Washington Post a principios de septiembre, a pesar de que el presidente sugirió la eliminación del impuesto sobre la nómina, posteriormente aparcó esa idea. Algunos senadores demócratas preguntaron en agosto al actuario jefe de la Seguridad Social desde 2001, Stephen Goss, sobre este hipotético plan y es parte de su respuesta la que utilizó Biden.
En su respuesta, Goss asegura que en la situación expuesta por los cuatro senadores demócratas la Seguridad Social se quedaría sin fondos a mediados de 2023. Sin embargo, al inicio de esta misma carta, el experto asegura que no es consciente de que nadie haya propuesto la hipotética legislación que describen en su pregunta.
Estados Unidos no ha doblegado la curva de coronavirus
Tampoco es cierto que, como afirma Donald Trump, que Estados Unidos “tenga una vacuna para erradicar el coronavirus” o esté “doblegando la curva” de casos. Aún no existe ninguna vacuna aprobada para su comercialización y los expertos de la Administración estadounidense no aseguran que pueda haber una vacuna lista hasta inicios de 2021. Y los datos de Our World in Data muestran como Estados Unidos está registrando más casos de coronavirus que nunca.
Los doctores advierten de que el uso de las mascarillas salvará 100.000 vidas
En ese mismo discurso dado en Florida el pasado 29 de octubre, el candidato demócrata también atribuyó erróneamente la idea de que “los doctores más importantes de América han dicho que si solo llevásemos mascarilla, desde ahora hasta final de año, salvaríamos 100.00 vidas”. Es cierto que el director de los CDC, Robert Redfield, afirmó que las mascarillas “son la herramienta de salud pública más importante y potente que tenemos” para parar el coronavirus. Pero los expertos no han aportado ninguna cifra.
Los datos pronunciados por Biden se corresponden a un estudio del Instituto de Métricas y Evaluación de la Salud de la Universidad de Washington, que indica que si el 95% de los estadounidenses llevasen una mascarilla en público, más de 100.000 vidas podrían salvarse entre el 22 de septiembre y el final de febrero.
El PIB estadounidense ha crecido un 33%
Trump aseguró en su discurso final en Carolina del Norte que la economía estadounidense se está recuperando a un ritmo que no es el real. El presidente aseguró que el PIB de Estados Unidos ha crecido un 33%, sin embargo, como explica The Washington Post, esta cifra es interanual y no es la correcta para hablar de la recuperación de la economía respecto al coronavirus.
En el tercer trimestre, el PIB estadounidense creció un 7,4% respecto al trimestre anterior y se encuentra un 3,5% por debajo del PIB anterior a la pandemia. Por lo tanto, Estados Unidos ha recuperado alrededor del 66% de las pérdidas causadas por la pandemia y aún se encuentra en recesión.
Trump no ha “despilfarrado” la economía heredada de Obama
No es del todo correcta tampoco la afirmación de Joe Biden sobre que Trump haya “despilfarrado” la economía estadounidense, “como ha despilfarrado todo”. Como indica The Washington Post, la economía estadounidense estaba en una buena situación al finalizar el mandato de Obama, y durante los primeros tres años de mandato de Trump siguió la misma tendencia. Sin embargo, las consecuencias económicas de la pandemia habrían sido graves bajo el mandato de cualquier presidente.
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