La portavoz del PSC en el Parlament, Alícia Romero, afirmó en una rueda de prensa en la cámara catalana (en el minuto 23:27) que Cataluña tiene los mayores índices de abandono escolar, fracaso escolar y segregación escolar.
Es falso. Romero no especificó con qué territorios lo comparaba, pero Cataluña es la novena de las comunidades y ciudades autónomas con más abandono escolar temprano y la segunda o cuarta en segregación escolar (en función del índice que se tome de referencia).
La novena en abandono escolar temprano
La tasa de abandono educativo temprano es un indicador utilizado en la Unión Europea que se define como el porcentaje de la población de entre 18 y 24 años que no ha completado la segunda etapa de Educación Secundaria (y que, por lo tanto, no ha obtenido el título de FP de Grado Medio, Básica o Bachillerato) y no sigue ningún tipo de formación, según figura en un documento de la Comisión Europea. Así lo cuentan también a Verificat Sílvia Carrasco, profesora de Antropología de la Universidad Autónoma de Barcelona y experta en educación, y Xavier Bonal, catedrático de Sociología de la Universidad Autónoma de Barcelona.
Es decir, se trata del porcentaje de personas que no han alcanzado “el nivel educativo mínimo que la Unión Europea y la OCDE consideran necesario para afrontar con garantías la inserción en el mercado laboral”, señala Rut Barranco, diplomada en Educación Social y profesora de la Universidad de Castilla-La Mancha.En este caso, Cataluña se encuentra como séptima (novena con Ceuta y Melilla) región en España con más abandono escolar temprano, lejos del liderazgo del que habló Alícia Romero en su rueda de prensa. Cataluña se sitúa 1,4 puntos por encima de la media española y por debajo de Ceuta, Melilla, Andalucía, Baleares, Castilla-La Mancha, Murcia, Extremadura y Canarias. Esta cifra procede de la Encuesta de Población Activa y es la que difunde anualmente el Ministerio de Educación.
A nivel histórico, hay una tendencia generalizada a que se reduzca el abandono escolar temprano en todas las comunidades autónomas, pero Cataluña nunca ha liderado el ranking ni ha estado en las cinco primeras posiciones.
La tercera con menos “fracaso escolar”
Miquel Àngel Essomba, doctor en Pedagogía y profesor de la Universitat Autònoma de Barcelona, responde en correo electrónico a Verificat que “el concepto ‘fracaso escolar’ no existe académicamente” y es un término ambiguo que “se usa de forma coloquial, pero que no se debería emplear desde el rigor en un discurso”. Rut Barranco sostiene que “es impreciso y ambiguo” y añade que se trata de “un significado construido cultural y socialmente que determina la percepción de este fenómeno en términos de exclusión social”.
Essomba explica que “si por ‘fracaso escolar’ queremos entender el alumnado que no obtiene el graduado en la ESO y por ‘éxito educativo’ el que sí lo obtiene, Cataluña es la tercera en éxito educativo”, según la estadística de las Enseñanzas no universitarias que publica anualmente el Ministerio de Educación. En ella se presenta la tasa bruta de población que se gradúa de la ESO, es decir, la relación porcentual entre el alumnado de todas las edades que terminó la ESO y la población de la edad teórica del comienzo del último curso.
Judit Fulllana, doctora en Pedagogía por la Universitat de Girona, añade que otro de los indicadores que se puede usar para comparar el fracaso escolar de distintos territorios es el rendimiento escolar, por ejemplo, el porcentaje de alumnos de 15 años con un rendimiento bajo. En este caso, Cataluña se mantiene por debajo de la media española y la media europea desde hace años.
Sílvia Carrasco puntualiza que considera que los nombres de los indicadores “enmascaran los auténticos problemas” y que, en vez de “abandono escolar temprano” y “fracaso escolar”, que “desplaza al alumnado la responsabilidad del resultado”, hablaría de “incapacidad del sistema educativo para formar satisfactoriamente al alumnado a los 16 años y de retener el alumnado hasta completar la secundaria postobligatoria”.
Hemos preguntado al departamento de prensa del PSC sobre las declaraciones de Alícia Romero y en el momento de publicar este artículo no hemos obtenido respuesta.
Diferentes formas de medir la segregación escolar
La Fundació Jaume Bofill define la segregación escolar en su informe de 2020 como la distribución desigual del alumnado entre los centros educativos de un territorio. “Los desequilibrios provocan que haya una concentración de alumnado vulnerable en algunos centros educativos y que, además, la vulnerabilidad de estos centros sea mayor que la de su entorno”, señala. Una red escolar segregada, añade, es “aquella que tiende a concentrar alumnado vulnerable en determinados centros escolares”.
En el anuario 2020 del estado de la educación en Cataluña de la misma fundación (en la página 222), aparecen gráficos sobre segregación escolar en las diferentes comunidades autónomas. Consultado por Verificat, Gerard Ferrer, autor del capítulo y pedagogo y doctor en sociología por la Universidad Autónoma de Barcelona, señala que para medir la segregación escolar utilizaron el índice de disimilitud, que “mide la desigualdad de la distribución de las personas entre grupos o unidades, donde 0 es ausencia de segregación y 1 significa segregación total”.
En el ámbito escolar, este índice se interpreta “como el porcentaje de estudiantes de un determinado grupo social minoritario (estudiantes extranjeros o alumnos de clase social baja o alta, por ejemplo) que tendría que cambiar de centro, sin ser reemplazados, para que hubiera una igual distribución del grupo en cuestión en todos los centros educativos”.
Con estos datos, Cataluña se situaba en cuarta posición al mismo nivel que la media española y por detrás de Madrid, Andalucía y Murcia.
En esta línea, según los cálculos del Observatorio Social de “la Caixa” (en la página 29), Madrid y Cataluña son las dos comunidades con una mayor segregación escolar que otras regiones. Según el informe, el 27,21% de los alumnos de Madrid y el 24,86% de los de Cataluña deberían cambiar de centro escolar para que no hubiese segregación por origen socioeconómico.
Quienes también han estudiado la segregación escolar en España han sido F. Javier Murillo y Cynthia Martínez-Garrido, que han elaborado varios informes sobre la materia. En una investigación de 2018, presentaban dos índices sobre segregación por nivel socioeconómico y en ninguno de los dos casos Cataluña era la comunidad con mayor segregación, aunque se situaba en las primeras posiciones:
- Índice de Gorard: “La desviación proporcional de los estudiantes del grupo minoritario con respecto a una completa distribución de la pobreza”.
- Índice de Aislamiento: “La probabilidad de que un miembro del grupo minoritario se encuentre en su escuela con otro miembro de su mismo grupo. De esta forma, cuanto mayor sea el aislamiento del grupo, menor será su exposición a los miembros del resto de grupos”.
Para elaborar los gráficos, en ambos casos hemos tomado de referencia el promedio, que permite dar “una imagen global más fácilmente comparable”.
Y en un estudio de 2017 (en las páginas 15 y 18), calcularon la segregación escolar por origen nacional en las comunidades autónomas de España y en los países de Europa. De nuevo, se trata del índice de Gorard y Cataluña está lejos de las primeras posiciones.
El informe elaborado en 2021 por Álvaro Ferrer y Lucas Gortazar, de Save The Children y EsadeEcPol, recoge datos de segregación escolar socioeconómica y por origen inmigrante (en las páginas 5 y 6):
- Por nivel socioeconómico, Cataluña se situaba como cuarta comunidad más segregada, por detrás de Madrid, el País Vasco y Andalucía.
- Por origen inmigrante, era el cuarto territorio con menos segregación, por detrás de las Islas Baleares, Murcia y Navarra.
Por su parte, Miguel Àngel Essomba relata que “hay algunos índices, como el de disimilitud, pero no existe un índice global, ya que se trata de un asunto muy complejo”. También el Síndic de Gregues (Defensor del Pueblo) de Cataluña ha hecho estudios al respecto, pero no hemos encontrado datos comparativos a nivel de comunidades autónomas. El Síndic sí ha elaborado, por ejemplo, comparativas del índice de disimilitud en la distribución del alumnado extranjero entre centros en los municipios catalanes de más de 10.000 habitantes.
Finalmente, el informe PISA analiza el nivel socioeconómico mediante el Índice de Estatus Social, Económico y Cultural (ISEC), que se calcula combinando una serie de variables sobre la familia, como la educación y ocupación de los progenitores, las posesiones materiales en casa y el número de libros u otros recursos educativos en casa, como cuenta Rut Barranco.
Y “el nivel de equidad de los sistemas educativos de los países o comunidades autónomas puede determinarse a través de la relación entre ISEC y los resultados obtenidos”, según explica un análisis publicado por el Instituto Nacional de Evaluación Educativa. En este caso, con los datos de PISA de 2015, Cataluña era la segunda comunidad menos equitativa, junto con Murcia y detrás de Asturias.
Resumen
Romero afirmó que Cataluña tiene los mayores índices de abandono, fracaso y segregación escolar. En el primer indicador, Cataluña está en la novena posición en comparación con el resto de comunidades autónomas, es la tercera con menos fracaso escolar de España. Sobre la segregación, hay varias formas de medirla, pero algunos indicadores la sitúan en la media española. Por todos estos datos, consideramos que la declaración es falsa.

Este artículo es fruto de la colaboración entre Newtral y Verificat.