Los adolescentes también reproducen la violencia de género en sus relaciones de pareja, pero a tenor de los resultados de una encuesta realizada a 10.465 menores de entre 14 y 18 años, ellas perciben más esta violencia como víctimas, mientras que ellos admiten ejercerla en menor medida. Así, según el estudio Menores y violencia de género presentado este jueves por la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género, hay una brecha entre cómo perciben chicas y chicos el maltrato (en cualquiera de sus formas). Un informe que viene a completar la última Macroencuesta de Violencia contra la Mujer, publicada hace dos semanas.
El informe, que ha sido realizado por la Unidad de Psicología Preventiva de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y liderado por la investigadora María José Díaz-Aguado, es prolijo en datos: ahonda tanto en las formas en que la violencia de género se da en parejas adolescentes como en las justificaciones de la misma, pero también muestra cómo afecta esta violencia a los menores cuando estos conviven en un hogar donde un hombre maltrata a la madre.
Violencia en parejas adolescentes
Según los datos aportados por la encuesta, hay diferencias significativas sobre cómo perciben la violencia unas y otros. Ellas, preguntadas por las situaciones de maltrato que han experimentado alguna vez o más por parte de una pareja o expareja, reconocen haberla sufrido en mayor medida que lo que ellos reconocen haberla ejercido. Así, un 16,9% de las chicas encuestadas asegura haber sido insultada o ridiculizada (la forma más prevalente de violencia) frente a un 6,3% de chicos que se reconocen en este comportamiento.
Un 13,6% de ellas afirma que su novio o exnovio la ha controlado a través del móvil, mientras que para este ítem solo un 5,8% de los chicos dice haber ejercido esta conducta contra una novia o exnovia. El 10,9% de las chicas ha recibido presión para realizar actividades de tipo sexual no deseadas frente a un 3,1% de ellos que admite haber ejercido presión alguna vez o más.
La justificación de la violencia, sin embargo, parece ser mayor en ellos según este informe. La encuesta proponía varias formas en que se puede excusar el machismo: los porcentajes tan solo están prácticamente equiparados en la creencia de “El hombre que parece más agresivo es más atractivo”, siendo la cifra ligeramente superior en ellas (5,6%) que en ellos (5,5%).
Otras creencias sexistas con las que chicas y chicos están bastante o muy de acuerdo serían “Está justificado agredir a alguien que se ha llevado algo que era tuyo” (un 4,6% de chicas lo piensan frente a un 19,1% de chicos), “Es correcto pegar a alguien que te ha ofendido” (4% de chicas frente al 14,5% de chicos) o “Si una mujer es maltratada por su compañero y no lo abandona, será porque no le desagrada del todo la situación” (el 1,9% de chicas están bastante o muy de acuerdo frente al 4,6% de ellos).
Violencia en el hogar
“¿Has conocido que tu madre viviera en la relación de pareja con un hombre las situaciones que se mencionan a continuación?”. Esta es una de las preguntas que también se les ha planteado a los y las adolescentes. El porcentaje total de menores de entre 14 y 18 años que ha respondido haber conocido (que no significa haber presenciado necesariamente, sino tener conocimiento de que ha ocurrido) alguna o varias de estas situaciones es del 24,7%. Es decir, 1 de cada 4 adolescentes.
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Las situaciones propuestas eran 12 en total, una violencia que habría sucedido “a menudo o muchas veces” o “alguna vez o más”. El 14,3% de los y las adolescentes afirma tener conocimiento de que su madre ha padecido violencia psicológica en su relación de pareja (en forma de insultos, ridiculizaciones y miedo); un 8,5% relata situaciones de control abusivo contra su progenitora; y el 7,7% ha sido testigo de agresiones físicas.
De ese 24,7% de adolescentes que respondieron tener conocimiento de que su madre había sido víctima de alguna de estas situaciones (con mayor o menor frecuencia), un 77% asegura también haber sufrido maltrato directo por parte del mismo hombre que ejerció violencia contra la madre. Este resultado “apoya el reconocimiento de la exposición a la violencia de género contra la madre como una forma específica de maltrato infantil y a los/as menores que la sufren como víctimas directas de dicha violencia de género”, apunta el informe.
Las formas más prevalentes de ese maltrato directo a los menores serían cuatro:
- Insultar o ridiculizar
- Decir que no vales nada
- Intentar controlar decidiendo por ti hasta el más mínimo detalle
- Te ha hecho sentir miedo
Cabe recordar que aunque la violencia de género tiene muchas formas y gradaciones, la más extrema es el feminicidio, un acto del que también son víctimas algunos menores. Solo en 2020 han sido asesinados tres menores a manos de la pareja o expareja de su madre, una cifra que asciende a 37 desde que se contabilizan estos asesinatos machistas de niños y niñas (2013).
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