Empieza el análisis a 90.000 personas para saber el impacto ‘real’ de COVID-19 en estos meses

Trabajadores del hospital Novoa Santos toman muestras de detección del coronavirus en Ferrol. Foto: Kiko Delgado (Efe)
Tiempo de lectura: 8 min

El Instituto de Salud Carlos III inicia esta semana el gran estudio de seroprevalencia de COVID-19 entre la población. 32.000 hogares se someterán a pruebas para hacer una proyección de cuánta gente está o ha pasado la enfermedad. ENE-COVID es su nombre.

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¿2 millones de contagiados? ¿15 millones de contagiados? Las estimaciones del estudio que el Imperial College publicó el pasado 30 de marzo daban cuenta de dos cosas: la mala calidad de los datos no permite hacer estimaciones precisas; y hay mucha más gente contagiada (y, seguramente, fallecida) de la que el sistema es capaz de detectar.

Este lunes se han iniciado los trabajos del primer gran estudio de seroprevalencia al que se someterán unas 90.000 personas, agrupadas en 32.000 hogares de todas las autonomías. A ellas se las someterá a análisis de sangre que, entre otras cosas, aportarán datos del tipo y cantidad de anticuerpos contra el SARS-CoV-2 que tienen, dando idea de si han pasado o están atravesando la enfermedad, con o sin síntomas.

Para conocer el grado de extensión de la epidemia «no hace falta hacer test a toda la población», señalaba a Newtral.es la viróloga del CBMSO-CSIC Margarita del Val. «Como hacemos antes de una elecciones, preguntamos a una muestra representativa de la población, no a toda. Y con eso extrapolamos», compara la ahora responsable de coordinar desde el CSIC las iniciativas científicas públicas contra la enfermedad COVID-19.

Primero, pinchazo en el dedo. Luego, ELISA

El estudio de seroprevalencia para conocer la dimensión real de la epidemia de COVID-19 recogerá los datos a nivel provincial y local y también por edad y sexo.

Para llevar a cabo el estudio se realizará un primer test rápido de anticuerpos (pinchazo en el dedo). La sensibilidad de esta prueba se estima que es superior al 80%, pero en grupos muy concretos de pacientes y se desconoce si puede extrapolarse al conjunto de la población.

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Después se hará una segunda prueba de anticuerpos del suero, para la que se requerirá de personal sanitario especializado. La prueba, salvo circunstancias especiales, en personas aparentemente sanas, se realizará en los centros de salud.

Junto a estos dos estudios serológicos, los participantes en el estudio responderán preguntas sobre síntomas y posibles fuentes de
infección. Un cuestionario epidemiológico recogerá a través de una aplicación web los datos, según el Ministerio de Sanidad.

El lío de los test para saber los contagios actuales

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La generalización de los test rápidos de anticuerpos ha supuesto un quilombo estadístico a la hora de medir el impacto de la epidemia en tiempo real. Esto se debe, sobre todo, a que por su propia naturaleza, carecen de la precisión necesaria para distinguir si alguien está enfermo o lo estuvo.

Como explicamos en este vídeo, tan importante como la prueba en sí, es el tipo de test y el momento en que se hace. La técnica ya ‘clásica’ y más lenta, la PCR, detecta genes del virus en las muestras de nariz o garganta. Así que se deduce una infección activa si se encuentra. Se usa en casos sospechosos. Pero el pinchazo en el dedo, con el tipo de test que se maneja fundamentalmente en España para gente no necesariamente sintomática, sólo nos dice si hay anticuerpos. De manera fiable, pero sin entrar en detalles.

Los anticuerpos son proteínas que genera nuestro cuerpo de manera natural para atacar a una infección. Los test rápidos de anticuerpos mayoritarios nos dicen si hay o no anticuerpos. Sin más. Y eso tiene dos interpretaciones si aparecen en la tira del test: alguien se infectó (no se sabe cuándo) o alguien está infectado. Pero no podemos distinguir entre las dos opciones si el test es «de anticuerpos totales» (T). O sea, la llamada técnica de inmunocromatografía –como la de los test de embarazo–.

En la estadística oficial, Sanidad ha dejado de sumar los positivos por esta técnica a los de las PCR. Por eso ha bajado la cifra de contagios, incluso de casos acumulados, cosa que carecería de todo sentido (alguien no puede haberse contagiado y no haberse contagiado a la vez). Según el director del CCAES Fernando Simón, porque los resultados de los test de anticuerpos nos dan datos «de difícil interpretación».

Pero, en realidad, lo que nos dicen estos positivos es que sí que se pueden sumar a la estadística acumulada de casos en España. Lo que no permiten con precisión es saber cuándo se infectaron. Es decir, si son casos nuevos o no todos ellos.

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La técnica ELISA (con un análisis de sangre en laboratorio) sí supone un estudio completo de los anticuerpos, según su tipo: la inmunoglobulina M (que aparece cuando la infección está activa, hacia el quinto día) y la inmuniglobulina G (la de ‘memoria’, que aparece tras la segunda semana de infección y no sabemos cuánto tiempo permanece, pero que podría servir para protegernos ante reinfecciones).

Es estudio se realizará en tres oleadas, con un intervalo de 21 días entre cada una, para ver «la evolución dinámica de la enfermedad», según los expertos de Sanidad. Es decir, cada persona recibirá dos pinchazos cada vez.

Para llevar a cabo este estudio, se han seleccionado hogares con una media de 2,5 miembros cada uno.

Aunque la participación es voluntaria, se ha pedido a las familias escogidas aleatoriamente que en la medida de lo posible colaboren porque ello ayudará a tener «esta foto real de la epidemia», en palabras del ministro de Sanidad, Salvador Illa, que daba algunos detalles del proyecto este domingo.

El Ministerio ha explicado que la investigación ofrecerá además información del comportamiento de la transmisión del virus dentro de los hogares después de seis semanas de confinamiento. Hacia el 10 de mayo se conocerán los primeros resultados.

Los test rápidos, no para decisiones clínicas

La OMS alertó del problema de los test rápidos en un informe el 8 de abril: «En el presente, basándonos en la evidencia disponible, la OMS recomienda el uso de los test rápidos de anticuerpos sólo para investigación. No deberían ser usados en ningún otro contexto, incluida la toma de decisiones clínicas», hasta que haya más evidencias. En el mismo documento se animaba también a seguir investigando para mejorar estos test.

Los anticuerpos IgM aparecen durante la infección (detectables a partir de sexto día, aproximadamente) y pueden solaparse con los IgG, que aparecen más tarde, en la segunda semana y se mantienen con el tiempo, con el paciente ya curado o no.

Para la experta en diagnóstico y virólaga del Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña (CHUAC) María Mar Tomás, «detectar anticuerpos G nos permiten tener un contexto clínico claramente y en qué fase de infección (presente o pasada) está un paciente».

El análisis de sangre ‘clásico’ permite medir mucho mejor el tipo y cantidad de anticuerpos generados, frente al test de pinchazo en el dedo

Ante una PCR negativa, pero con clínica sospechosa, «en nuestro hospital hacemos test [rápidos] de anticuerpos totales. Si nos salen positivos, diferenciamos entre IgM e IgG con otras pruebas».

Un 80% de los pacientes tiene síntomas leves o insignificantes «y esos son muy importantes» para hacerse una idea de la situación general. «Si no tenemos síntomas, no sabemos en qué semana se encuentra». La doctora defiende una combinación de técnicas diagnósticas.

De cara al estudio de seroprevalencia, «se hace una cuantificación, cantidad de anticuerpos, si ha respondido bien el paciente…», explica Tomás. «Se hace con aparatos a mayor escala, como en la técnica ELISA».

ELISA es el acrónimo en inglés para enzimo-inmunoanálisis de adsorción. Se trata de un examen de laboratorio comúnmente usado para detectar todo tipo de anticuerpos en la sangre. Es mucho más sensible que los test rápidos que también son capaces de distinguir entre IgM e IgG.

De fondo, una pregunta: ¿cuántos anticuerpos son necesarios para que una persona sea considerada inmune? Y, ¿tienen la misma respuesta de anticuerpos todas las personas? De la cantidad y duración de estas proteínas en la sangre dependerá que sea o no relevante haber pasado o no por le enfermedad de COVID-19.

13 Comentarios

  • Hola, yo me hice test Elisa y me salió igg 2,36 y igm 1, 92.
    10 días después en pcr di negativo.
    En qué momento de la enfermedad me encuentro.
    En ningún momento he tenido síntomas.
    Un saludo,

  • Me dio resultado igg 1.5 y igM 6.5..que quiere decir?

  • Mi hermano se hizo el test elisa el lunes y 4 días después me dicen q todavía no saben nada porq da resultados indeterminados y tienen q estudiarlo más,es esto normal?

  • Tuve un proceso infeccioso en NOVIEMBRE DE 2019, con valores de D-Dimero ferritina y serie blanca TOTALMENTE DESCONTROLADOS, serie blanca en niveles irrisorios. 12 días ingresado. Luego Enero síntomas COVID-19. Me hice test serològico ELISA, valores 0,45 y 0,47.
    Convencido que la he pasado. Se ha detectado caso confirmado en Francia en Diciembre... ¿Podría estar pululando el virus en Diciembre - Noviembre en España?

  • Hola, a mí me han hecho la prueba serológica y los resultados de IgG e IgM están por debajo de 0,9.
    ¿Quiere decir que no lo he pasado? O ¿que lo he pasado de una forma muy leve?
    Gracias

  • Mi marido se ha hecho privadamente un análisis de sangre para el covid 19 y ha dado IgG de 8 y un IgM de 0,45. Ha pasado ya el Covid? Lo puede contagiar o ya no?

    • Tu marido ha pasado la enfermedad, no contagia y ha generado anticuerpos. El valor referencia tanto de IgG como de IgM en 1 positivo. Tener entre 0,9 y 1.1 sería un resultado indefinido.

  • Mi marido se ha hecho privadamente un análisis de sangre para el covid 19 y ha dado IgG de 8 y un IgM de 0,45. Ha pasado ya el Covid? Lo puede contagiar o ya no?

  • Hay un audio circulando Acer a de posibles estafadores que s hacen pasar por los médicos que hacen este estudio para entrar en tu casa y robarte, sabéis algo de esto?

  • A mi me llamaron, mañana me hacen la prueba!!