Los mercados bursátiles europeos, que abrieron en verde este lunes, se tornaron rojos horas después, tras publicarse las perspectivas de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). El organismo internacional contempla, en su peor escenario, una recesión global en el primer trimestre por la expansión del coronavirus causante de la COVID-19.
A la espera de la apertura de Wall Street, el Ibex 35 bajaba casi un punto el lunes mientras caían Londres, Fráncfort, París y Milán en el resto de Europa. Igual que ocurrió la semana pasada, cuando las bolsas vivieron su peor semana desde la crisis financiera, la incertidumbre ha empujado a los inversores a decantarse por activos refugio. A lo largo de la semana, los mercados han ido recuperando la calma en un rebote generalizado.
Lo más importante
El impacto del coronavirus podría reducir a la mitad el crecimiento de la economía mundial en 2020 y situarlo en el 1,5% en la coyuntura más adversa, según reflejan las proyecciones intermedias de la OCDE. Si se toma este escenario, que contempla una epidemia prolongada y un contagio amplio en Japón y Europa, ambas regiones podrían entrar en recesión y el PIB global retrocedería en el primer trimestre del año. Las perspectivas crecimiento del organismo de cooperación internacional, que presentó el lunes su economista jefe, Laurence Boone, revisan las publicadas en noviembre, cuando la OCDE preveía un alza del PIB mundial del 2,9%.
No obstante, el organismo que agrupa a las economías de los países más desarrollados admite que la evolución a corto y medio plazo es “muy incierta”. La hipótesis de base, que enuncia que el pico de la epidemia se alcanzará este trimestre en China y que su propagación en otros países será más moderada, deja el alza económica global en el 2,4% este año, cinco décimas menos que en el anterior informe. Asimismo, en el escenario de una epidemia restringida y con unas políticas de actuación efectivas, el PIB mundial se elevaría al 3,3% en 2021, tres décimas por encima de lo augurado en noviembre. El del G20 crecería un 3,5% el próximo ejercicio (dos décimas más) y el de la eurozona, un 1,2% (sin cambios).
¿Cuál es el contexto?
Antes de conocerse el informe de la OCDE, las bolsas asiáticas habían cerrado con alzas gracias al empuje proporcionado el Banco de Japón, que aseguró este lunes que aportará liquidez ante las señales de incertidumbre en los mercados financieros globales. Previamente, el viernes, la Reserva Federal de EE.UU. avanzó que utilizará las “herramientas apropiadas” para apoyar a la economía frente a la expansión del coronavirus, lo que, según distintos analistas, apunta a una posible bajada de los tipos de interés.
La Comisión Europea advirtió el 26 de febrero de que el riesgo de epidemia ya había empezado a materializarse en la economía europea, por lo que el impacto será seguro, si bien avisó de que sigue siendo prematuro estimar su magnitud puesto que es una situación que “evoluciona rápido”.
Este lunes, el Ejecutivo comunitario anunció que creará un equipo de respuesta al coronavirus que, entre otras cuestiones, abordará en profundidad su repercusión en los sectores del turismo y el comercio, en las cadenas globales de valor y en la situación macroeconómica general. La OCDE, por su parte, subrayó que la “necesaria intervención” de los bancos centrales para garantizar la liquidez del sistema financiero no es suficiente para contener los efectos del coronavirus en la economía y pidió a los Gobiernos que aplicaran otras medidas fiscales “de forma rápida y enérgica”.
“Esta no es una crisis que los bancos centrales puedan salvar”, señaló Boone, quien insistió en la importancia de asegurar la liquidez de los mercados para que a los problemas de la epidemia no se añada una crisis financiera. Según la economista jefe de la OCDE, los sectores más afectados son los relacionados con los viajes de negocios y de estudiantes, el equipamiento informático, el automóvil, el farmacéutico, las actividades de ocio, la educación, así como todo lo relacionado con los eventos colectivos.

¿Qué hay que tener en cuenta?
El Fondo Monetario Internacional (FMI) presenta sus perspectivas de la economía mundial de forma trimestral (dos informes y dos actualizaciones). En el último estudio, publicado el 19 de enero, la organización con sede en Washington estimó que el PIB global aumentó un 2,9% en 2019 y proyectó un crecimiento mundial de 3,3% en 2020 y de 3,4% en 2021. Es decir, una revisión a la baja de 0,1 puntos porcentuales para 2019 y 2020 y de 0,2 para 2021, en comparación con las cifras presentadas en la edición de octubre. El próximo informe está previsto que se publique en abril.
Previo a la cumbre del G20 que se celebró en Riad (Arabia Saudí) los días 21 y 22 de febrero, la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, avisó de que el coronavirus es “distinto” al que provocó la eclosión del SARS en 2003. China, origen y país más afectado por la epidemia, ha doblado su aportación en este periodo y desempeña ahora un papel cualitativamente distinto en la producción, en el mercado turístico y, en definitiva, en la economía mundial. Las interdependencias del PIB global son mucho mayores que a principios de siglo: China representa hoy el 18% del PIB de todo el planeta, mientras que en 2003 suponía un 4%.
En Riad, Georgieva admitió que China y el mundo sufrirían “impacto” y observó que el brote podría rebajar hasta un 0,1% el crecimiento de la economía global este año y un 0,4% el del gigante asiático. Esta predicción es anterior a la propagación del coronavirus en Italia y Europa. Pero este miércoles, Georgieva calificó el brote como un «problema global» que apuntó a que el crecimiento caiga por debajo del 2,9% de 2019.
El coronavirus no es el único riesgo inmediato que pesa sobre la economía, según la OCDE. Las tensiones comerciales entre China y EE.UU., la incertidumbre sobre las futuras relaciones entre la UE y el Reino Unido tras el Brexit y la persistencia de factores de “vulnerabilidad financiera” son otras de las amenazas registradas por el organismo de cooperación internacional.
#Fact
Cuando estalló el SARS, el Gobierno de Singapur puso en marcha estímulos por valor de 300 millones de dólares para paliar el golpe económico. Hace dos semanas, anunció que movilizará 4.000 millones, casi 14 veces más que en 2003.
En contextos de incertidumbre financiera como el actual, los inversores se dirigen a activos refugio como el oro, el dólar o la deuda pública de países solventes como Alemania o Suiza. La rentabilidad de los bonos estadounidenses a diez años ha tocado mínimos (1,069%) y la de los alemanes del mismo plazo ha caído a su nivel más bajo desde septiembre (-0,657%). El oro cotiza hoy al alza, aunque se encuentra lejos de los máximos de siete años que alcanzó la semana pasada.
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