Así normaliza la desinformación el discurso de odio y los prejuicios hacia el colectivo LGTBI

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Manifestación del Orgullo LGTBI+ en Valencia. EFE/Manuel Bruque
Tiempo de lectura: 7 min

Cada vez más, el colectivo LGTBI es víctima de dos procesos que se desarrollan, en gran medida, en las redes sociales: la desinformación y el discurso de odio. 

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En las últimas semanas, las personas trans han sido señaladas por delitos que no han cometido, como la masacre en un colegio de Uvalde (Texas). También se ha asegurado, falsamente, que la viruela del mono solo afecta a “hombres que tienen sexo con otros hombres”, recordando a la estigmación que sufrieron las personas gays con el virus del VIH. Son apenas algunos ejemplos de todos los bulos y la desinformación que se han difundido en plataformas digitales.

Para los expertos, la impunidad que ofrece el anonimato de las redes sociales o estrategias de desinformación como el astroturfing fomentan una normalización del discurso de odio. Y esto genera, a su vez, un clima de antesala de las agresiones hacia las personas LGTBI.

Cómo se normaliza el discurso de odio sobre el colectivo LGTBI

Según las declaraciones a Newtral.es de Charo Alises, abogada y activista LGTBI, “la desinformación es una de las principales fuentes que produce el discurso de odio y prejuicio hacia las personas LGTBI”. 

Como recuerda Alises, ya de por sí “existe poca información” sobre la realidad del colectivo. Si esto se une a prejuicios ya existentes, se crea un clima de desinformación que “provoca un rechazo hacia las personas LGTBI y una perpetuación de ese estigma”. 

Este aspecto también lo destaca Elías Said, profesor de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) e investigador de temas de desinformación y discurso de odio. Actualmente investiga en el proyecto Hatemedia sobre la presencia y la intensidad de las expresiones de odio en entornos digitales vinculados a medios de comunicación. 

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Según afirma Said a Newtral.es, en general, los usuarios aprovechan las redes sociales para reafirmar sus prejuicios y estereotipos, “que se ven impulsados entre el anonimato, la sacada de contexto de datos y la desinformación”. Esto ocurre especialmente con el colectivo LGTBI a través del “uso tendencioso de expresiones contra este colectivo”, mezclado con contenidos desinformativos “para crear una opinión pública” contraria a este grupo. 

Además hay que tener en cuenta que los ciudadanos, según los expertos, tienden a informarse más por redes sociales que por medios tradicionales. Por lo que unos usuarios que habitualmente se informan en plataformas que perpetúan prejuicios también tenderán a normalizar el discurso de odio. Y como recuerda Said citando una frase del fiscal delegado de Delitos de odio y discriminación, Fernando Rodríguez Rey: “El discurso del odio genera un clima, es la antesala de las agresiones”. 

Quiénes difunden desinformación y expresiones de odio contra el colectivo LGTBI y cómo lo hacen

La difusión de contenidos desinformativos y discurso de odio depende de varios actores. El principal lo forman usuarios anónimos o “no destacados” —en palabras de los expertos— que hacen circular discursos, muchos plagados de desinformación, para generar debate y hacer creer que mucha gente está a favor de determinada causa. Esto se conoce como astroturfing, estrategia que destaca Elías Said como normalizadora de expresiones de odio. 

Además de esto, partidos políticos e influenciadores de opinión pública —por ejemplo, medios de comunicación— tienen un papel “indirecto”, como apunta Said. “Cuando un medio publica una noticia a través de sus redes sociales o un político retuitea un contenido tendencioso a la expresión de odio, o se publican comentarios en redes a través de una publicación que han hecho, también terminan asumiendo una posición de normalizador de desinformación y expresiones de odio”, detalla el experto. 

En ese sentido, la abogada Alises señala que, en los discursos contra el colectivo LGTBI, son habituales los contenidos que llaman a la alarma social. Por ejemplo, que la nueva ley trans supuestamente permitirá “mutilar a niños y niñas para ‘convertirlos’ en hombre o mujer” —en referencia a las cirugías de reasignación, prohibidas en menores de edad—. Si un grupo de usuarios hace circular un bulo de este tipo y alguna persona influyente en la opinión pública lo comparte, puede provocar una oleada de desinformación en relación a la medida. 

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Además, el odio no va dirigido solo a la población LGTBI. En muchas ocasiones, como destaca Alises, se da el caso de la “discriminación múltiple o interseccional, que va a por personas en las que confluyen varias circunstancias que la hacen víctima”. Said coincide en que no hay un “odio puro”—, sino que han detectado mucho odio hacia el colectivo LGTBI mezclado con discurso misógino o contra la inmigración

Difundir odio, pero sin que suponga un delito

El tipo de lenguaje también es un factor a tener en consideración en la desinformación sobre el colectivo LGTBI y otros grupos vulnerables al odio. Como explica Said tras el análisis lingüístico de su investigación, las redes sociales “son expresiones de odio políticamente correcto”. En el estudio han clasificado el odio de dos redes sociales en siete niveles, de menos a más intensidad, y han detectado que hay muchos más mensajes de intensidad baja o media  —del nivel uno al cuatro—, insultos como “maricón” o términos ofensivos. Pero hay menos contenidos de alta intensidad, como amenazas directas. Es decir, que se esparce odio sin llegar a “la zona del delito de odio”.

La abogada Charo Alises comparte esta percepción, por ejemplo, en el caso de declaraciones de “políticos o líderes religiosos”. Como indica, “quien difunde esos contenidos procura tener la suficiente habilidad como para no rozar la línea de lo que podría ser un discurso de odio. Por eso muchas veces, cuando se ponen en conocimiento de la Fiscalía de delitos de odio determinadas manifestaciones, sentencian que son expresiones reprobables, desagradables, pero no tienen carácter de delito”. 

Ahora cabe preguntarse: ¿Si no se denuncian estos contenidos, continuarán circulando por redes con impunidad? Como señalan ambos expertos, existen otras vías para perseguir los delitos de odio, que deben tenerse en cuenta “para frenar esos discursos”. Alises señala la vía administrativa, apelando a infracciones recogidas en las leyes LGTBI de algunas comunidades autónomas, y la vía civil, por demandas por vulneración al derecho al honor.

[282 delitos de odio contra el colectivo LGTBI en un año: solo la punta del iceberg]

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Por otro lado, ambos expertos coinciden en que se puede realizar un trabajo previo en las redes sociales, formando a los ciudadanos en competencias digitales y cómo frenar el discurso de odio, o mediante la moderación de contenidos. 

Cómo deben actuar los ciudadanos para frenar los discursos de desinformación y odio

Según los especialistas, para detener la desinformación en las redes sociales sobre el colectivo LGTBI deben implicarse todos los actores que participan en las mismas.

Los usuarios, como recomienda Alises, deben evitar “darle difusión a determinados mensajes”. Ni siquiera para responder directamente a una persona que diga una mentira o para iniciar un debate. Al mencionar estos contenidos podemos provocar un “efecto llamada”; es decir, que otras personas que están de acuerdo con el mensaje, lo hagan circular por otros cauces. 

En cuanto a influenciadores de la opinión pública, Said opina que “los políticos y los medios de comunicación deberían ser más conscientes del rol que juegan ellos en la normalización del discurso”, ya que las estrategias de diseminación son cada vez más complejas. Esto implicaría, por ejemplo, que se creen recursos que permitan a estos actores detectar los contenidos desinformativos, analizarlos y moderarlos. Una tarea para la cual, según el especialista, es importante el trabajo que realizan los verificadores.

Fuentes
  • Declaraciones de Elias Said-Hung, director del Máster Universitario en Educación Inclusiva e Intercultural de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), a Newtral.es
  • Declaraciones de Charo Alises, abogada y activista LGTBI, a Newtral.es
  • Sitio web del proyecto Hatemedia

1 Comentarios

  • Sus mentes perversas creen que pueden imponer sus asquerosas abominaciónes, piden amor los que odian tanto de supuesto amor hablan los que odian a los naturalmente y biológicamente heterosexuales