Un positivo en clase, en la oficina o en el ‘el móvil‘, y todo el mundo a casa durante 14 días. Así funcionan las cuarentenas, con la paradoja de que pueden ser más largas para los contactos de un caso que para la persona positiva en una PCR aislada y que es negativa a los pocos días. En España sólo se baja de 14 a 10 en el caso de tener un test negativo.
El principio de prudencia manda, y es la regla de las dos semanas (un amplio periodo de incubación y ventana de infectividad) el que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó para aislar a las personas sospechosas o contactos de enfermas de COVID-19.
El pasado junio, la propia OMS se abriese a recortar de 14 a 10 los días de cuarentena. Aunque no sólo no ha cambiado a día de hoy de criterio, sino que este jueves se ha mostrado preocupada por la reducción del tiempo de cuarentena decidida o planeada por algunos países.
«Las cifras de septiembre deberían servir de alarma para todos [en Europa]», donde el número de casos es superior a los registrados en marzo y abril, ha señalado desde Copenhague el director de la OMS para la región Hans Kluge.
La evidencia que hay tras estos recortes de tiempo se combinan con la necesidad de trabajar [fuera de casa] de quienes se ven obligados a no abandonar el hogar. La ciencia dice que el pico de carga viral se produce entre los dos días antes de aparecer los síntomas de COVID-19 (de haberlos) y dos días después. Y tendemos a vincular carga viral con contagiosidad, aunque con matices.
Cuarentena, aislamiento y confinamiento. Estas son las diferencias
A veces se emplea el término ‘cuarentena’ como sinónimo de aislamiento. Es decir, tanto para casos confirmados como para ‘sospechosos’ o ‘contactos estrechos’ de contagiados. La frontera, a veces, se difumina o, mejor dicho, evoluciona: un contacto puede terminar presentado síntomas o dar positivo sin ellos. Técnicamente, y siguiendo las guías internacionales, como la de los CDC, las definiciones precisas son:
El aislamiento es una estrategia que se utiliza para separar a las personas diagnosticas de una enfermedad contagiosa (en este caso, COVID-19) de aquellas que están sanas. El aislamiento restringe el movimiento para evitar la propagación del SARS-CoV-2. Estas personas pueden recibir cuidados tanto en el hogar, como en hospitales o instalaciones de atención médica designadas. El protocolo de Sanidad actual levanta el aislamiento en una persona enferma de COVID-19 tres días después de dejar de tener síntomas y, mínimo, 10 después de la toma de la muestra.
La cuarentena se utiliza para separar y restringir el movimiento de personas que pueden haber sido expuestas a una enfermedad contagiosa, pero que no tienen síntomas o confirmación de ser portadoras de un virus. Estas personas pueden o no ser contagiosas. Es un principio de precaución. Alguien en cuarentena puede termina presentando síntomas, pero –en el peor de los casos– nunca tener un diagnóstico confirmado.
Por confinamiento entendemos las órdenes decretadas por la autoridad de no salir de casa para un grupo de población, excepto en los supuestos que contemple el decreto que lo regule. También puede entenderse como una limitación de la movilidad perimetral, que no permita salir a la población de los límites de un territorio.
Cuestión de tiempo que se imponga
«Será cuestión de tiempo que esas cuarentenas o aislamientos se recorten a 10 o 7 días», señala a Newtral.es el doctor José María Molero, del Grupo de Infecciosas de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria. Para este experto, que ha participado en la elaboración de documentos del CCAES, «a partir del décimo día [de cuarentena] la evidencia nos dice que las posibilidades de contagio son muy bajas» si no hay síntomas.
El propio Fernando Simón reconoció el 7 de septiembre que España baraja esa reducción. Su homólogo alemán, Christian Drosten ha propuesto el recorte de cuarentena más grande: dejarla en cinco días. Francia estudia dejarla en siete. Por ahora, Illa prefiere ser cauto y esperar, frente a la demanda del viceconsejero Zapatero, en la Comunidad de Madrid, que también apuesta por recortarlas «para que se cumplan mejor».
Alemania planteó dejar las cuarentenas en 5 días. 7, en Francia. Países Bajos ya las rebajó a 10 días. La OMS aún no ha cambiado oficialmente de criterio.
En un contexto de amplia transmisión comunitaria «cuando ya hay un diagnóstico, es fácil que los contactos ya sean positivos para cuando se requiere la prueba –explica Molero, que trabaja en un centro de salud de Villaverde–. Cuando da síntomas el caso, ya lleva al menos un día en fase preclínica». El decir, la cuenta atrás para no contagiar se ha puesto en marcha antes de lo que se evidencia. Y el posible momento de contagio a sus contactos, también.
En Países Bajos adoptaron la cuarentena de 10 días. Vieron que de todos los contactos de un caso, el 99% de los que se contagiaron desarrolló síntomas de COVID-19 antes de esos 10 días desde el último encuentro con la persona de alto riesgo.
Además de lo que sugirió Madrid, en Cataluña el secretario de Salud Pública, José Maria Argimón, ha planteado incluso reducirla a 7 días. Desde Barcelona, el epidemiólogo y miembro del Comité Científico Técnico de Sanidad formado en marzo Toni Trilla ha señalado que es “razonablemente seguro” reducir el aislamiento a la luz de los datos recabados.
«Sólo entre un 1% y un 3% de todos los posibles casos presentan síntomas más tarde: a partir de los 13, 14 o 21 días», ha explicado en una entrevista en RAC1. La cuestión es si ese hasta 3% puede ser relevante en un momento de la pandemia como el que vivimos.
PCR positiva pero no ‘infecciosa’
Pensemos ahora en quienes han pasado la fase aguda de la enfermedad. Una covid muy leve, por ejemplo, que cursa con un par de días de síntomas. En principio, no hay que esperar siempre a tener una PCR negativa confirmada para volver a hacer vida relativamente normal. ¿Podría recortarse ese tiempo de aislamiento, incluso sin PCR?
La PCR #SARSCoV2 es una prueba específica y muy sensible. Es capaz de detectar restos genéticos del coronavirus. Incluso los que ya no infectan.https://t.co/K2gwRUZUuc@marioviciosa te explica los matices y cuarentenas… con una mazorca de maíz ? pic.twitter.com/iMUFQnQeNO
— Newtral (@Newtral) September 23, 2020
Como explicaba aquí la doctora María Tomás, portavoz de la SEIMC y experta en diagnósticos de coronavirus, una PCR es un método diagnóstico muy específico y sensible a la presencia del ARN del virus en un tejido. Es muy fiable si se hace en el momento adecuado. Y hay que saber interpretar el resultado con todo el contexto del paciente.
«La PCR puede detectar ARN del virus, pero que este no sea infeccioso», recuerda. De ahí que haya personas que den positivo en la prueba incluso tras haber dado anteriormente negativo «y no tienen por qué ser reinfecciones». De la misma forma que hay quienes tardan meses en eliminar de su organismo los restos (que no el virus completo) del SARS-CoV-2.
Un equipo médico de Boston midió la capacidad infectiva de las muestras de pacientes leves, y al décimo día los restos de SARS-CoV-2 no podían infectar a células cultivadas. Lo máximo que se ha llegado a ver, en casos extremos (y no leves) es virus viable después de 20 días del inicio de síntomas, según publicaron en Clinical Infectious Diseases.
Una PCR sí nos da pistas sobre la infecciosidad de la muestra. Si necesita hacer muchas ‘copias ampliadas’ de ella para evidenciar presencia de virus, es que hay muy poco material genético y asumimos que será menos contagioso. Si le basta con pocas copias (lo que se llaman ciclos, normalmente, menos de 24 pasadas) se consideran virus capaces de generar infección.
Cosa distinta ocurre con los buenos tests de antígeno. Son menos sensibles pero muy específicos para el SARS-CoV-2. Es decir, un positivo es seguramente positivo real, también en PCR. Y, como la carga viral del paciente tiene que ser más alta, es más fácil que lo detecte. Paralelamente, podemos deducir que esa persona positiva es bastante contagiosa. Si es negativo, puede seguir dando positivo en PCR. Pero quizás ya no es contagioso.
Los test de antígenos que mayoritariamente usan las comunidades autónomas tienen un 94,1% de sensibilidad cuando hay una carga claramente infecciosa, según declara el fabricante en su prospecto.
Medido en laboratorio, implica que es casi tan ‘fiable’ como una PCR nasofaríngea cuando, si hiciéramos la PCR, hubiera tal cantidad de virus que antes de tener que hacer 33 copias ampliadas de la muestra, el SARS-CoV-2 da la cara sin dudas. Eso es más típico de sintomáticos que de asintomáticos, pero también hay asintomáticos bien cargados de virus.
O sea, se podría levantar la cuarentena o, más bien, aislamiento con PCR positiva. ¿Incluso con síntomas? Mucho cuidado. El doctor Molero cree que hay un elemento muy importante en este juicio. «¿Qué consideramos curación? La cuestión es la progresión de la enfermedad». Es decir, si el paciente va a peor tenemos elementos para pensar que puede ser contagioso.
En otros casos, «quizás se puede convivir con los síntomas [y guardando las medidas que aplican a todo el mundo], como con otras enfermedades respiratorias». Pero los síntomas entra en juego otro elemento. «Un golpe de tos da más posibilidad de generar fómites, por ejemplo», si bien se entiende que esas gotitas exhaladas ya tendrán una pobre carga de virus, si han pasado muchos días desde el inicio de la sintomatología. En todo caso, prima el principio de prudencia, explican todas las personas expertas consultadas.
Carga viral, contagiosidad e infancia
Asociar carga viral medida y capacidad de contagio de una persona es complejo. Sencillamente porque la vida real está llena de casuísticas e interacciones difíciles de medir y ponderar.

Los indicios apuntan a tan correlación. Y eso planteó preguntas a la hora de valorar si la población infantil tenía un rol clave en la propagación de la COVID-19, como sí lo tiene con la gripe. Aun sin síntomas, o muy leves, su carga viral puede alcanzar los niveles de la adulta.
Para el pediatra y epidemiólogo Quique Bassat (ISGlobal), «detectar material genético del virus no quiere decir que este pueda infectar células y reproducirse». Los estudios, que prefiere tomar con cautela, señalan que son los menores de 10 años los que parecen transmitir peor el virus.
En entornos escolares, para recortar al mínimo el tiempo en que se manda a los chavales a casa no queda otra que testar y testar. Pero «si seguimos dependiendo de la PCR [clásica] vamos mal»: es una prueba fiable pero relativamente lenta cuando hay que hacer muchas y es, sobre todo, incómoda, «genera rechazo».
Una vez más, los expertos coinciden: la clave es recortar las incidencias. Evitar los contagios antes de plantearse tener que recortar las cuarentenas. Sanidad y OMS, por el momento, prefieren no correr el riesgo.
Estoy en Austria, hace 11 días, yo estoy negativo y mi esposo sigue saliendo positivo, lo volvieron a encerrar 10 días más. Yo no tengo dinero para pagar los gastos de hotel,pero me están obligando a usar una tarjeta de crédito para pagar y no me permiten irme a Estados Unidos hasta que el de negativo, estoy perdiendo mi trabajo todo lo que tengo, ya no puedo seguir aquí soy ciudadana americana y nos tienen aquí obligados y encerrados hasta dicen a mi esposo que si sale sin habiendo hecho la cuarentena le van a llamar la policía y que lo van a multar .Nos tienen privados de la libertad ,amenazados y no nos dejan regresar, necesito ayuda por favor
Ayuda por favor. Puedo contagiar el día once, después de 10 de cuarentena de Omicron, habiendo sido leve y dando negativo en test de antigenos los días 8 y 10 de la cuarentena? Y puedo haber contagiado a mi hermana si solo la he visto el día 11? Ella tiene síntomas y malestar a los 2 días y da positivo, lo q sería el día 13,mio,desde q yo lo cogí.
Y mi hermana puede haber sido la contagiadora a su pareja en lo q sería el día 12, 13. O es más feaciente que lo hayan cogido por otro sitio???
Llevo en cuarentena desde el 27 de junio por positivos de mi marido y mis dos hijas, me hacen tés antígenos el 28 de junio da negativo y el 30 de junio una pcr da negativo, nos dan el alta a todos, en mi trabajo me hacen un tes de antígenos y da da positivo eso el día 9 de julio, me vuelvo a casa y pido una pcr con ciclos que no me hacen, me la hacen normal y sigue positivo, llevo ya 18 días de cuarenta, no se que hacer, yo no tengo nada ni fiebre, ni dolor de cabeza ni nada
Gastroenteritis estomacal sin fiebre ,a tercer día en perfecto estado , antígenos negativo , pcr negativo. , me obligan a 10 días de baja laboral, y al día 11 siguen sin darme alta , llamada desde la comunidad de Madrid que confirmado negativo , mi doctora no me deja incorporarme que puedo hacer ?
Si positivo por covid el 11 de noviembre,después me hicieron dos PCR más,y seguía dando positivo,tuve unos días dolor de cabeza,y perdí el olfato y el gusto,a los picos días,los recupere.El 5 de Octubre,me hicieron análisis,y salió que tenía anticuerpos.Hoy,me han repetido la PCR,trabajo en un hospital,y vuelve a dar positivo,aunque me dicen que no puedo contagiar.Me encuentro bien y quería preguntar,si es normal que siga el virus en mi organismo casi dos meses y medio.gracias.