Solo dos mujeres han logrado ascender a la cúpula del ejército español en la historia de las Fuerzas Armadas

mujeres ejército español
Foto: Ministerio de Defensa
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0,4%. Es la cifra que representaba la mujer en los altos mandos de las Fuerzas Armadas hasta diciembre de 2020. Una mujer. Ahora son dos las mujeres oficiales generales. Son solo dos, en la historia del ejército español, las que han conseguido ascender al más alto rango del escalafón militar.  Te explicamos cuántas mujeres hay en el ejército español.

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Aramendía y Ortega

El pasado 3 de agosto el Consejo de Ministros ascendió por segunda vez en la historia de las Fuerzas Armadas a general a una mujer, la coronel Begoña Aramendía Rodríguez de Austria, a petición de la ministra de Defensa, Margarita Robles, en base a su compromiso declarado con la modernización y la integración de la mujer en el Ejército. 

“Alcanzar el generalato es una satisfacción, supone culminar una carrera y el reconocimiento al esfuerzo de 32 años de servicio”, dijo Aramendía después de que se le anunciase su nuevo sillón en la cúpula militar, en declaraciones recogidas por La Moncloa.

Hasta el momento, la recién nombrada Oficial General había cumplido servicio de asesoramiento jurídico en distintos destinos de la Armada, había sido fiscal en la Sala de lo Militar del Tribunal Supremo y estado destinada en misiones en Libia, Afganistán o Kosovo. Su último puesto fue al frente de la dirección de la División de Igualdad y Apoyo al Personal.

Tras 32 años de carrera como militar jurídica, ahora pretende ser, para las que vienen detrás, “un referente” . Y ella solo tuvo una referente, Patricia Ortega, la primera mujer ascendida a general en la historia de España. 

Fue hace solo dos años, en julio de 2019, cuando Ortega se convirtió en la primera, también a propuesta de la ministra Robles. Esta mujer ascendió a general de Brigada del Cuerpo de Ingenieros Politécnicos del Ejército de Tierra, también tras más de 30 años de carrera militar.

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Las leyes de la igualdad marcial

Ortega entró en las Fuerzas Armadas en 1988. Por aquel entonces ya era una pionera, puesto que accedió a la Academia General de Zaragoza el mismo año en que un Real Decreto permitía por primera vez el acceso de las mujeres a los cuerpos comunes y de ingenieros del Ejército. Hasta los años 2000 más normas siguieron regulando la integración de la mujer en esta institución.

En 1992 el Real Decreto que regulaba la entrada de las mujeres a Tropa y Marinería también venía con limitaciones. No fue hasta 1999, con la Ley del Régimen Personal de las Fuerzas Armadas cuando se hizo realidad el acceso completo a los 24 cuerpos y escalas del ejército español. 

Incluso la Ley de Igualdad de 2007 sigue recordando el principio de igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres en las Fuerzas Armadas, en su capítulo IV: “Las normas (…) procurarán la efectividad del principio de igualdad entre mujeres y hombres, en especial en lo que se refiere al régimen de acceso, formación, ascensos, destinos y situaciones administrativas”.

¿Cuántas mujeres hay en el ejército español?

A pesar de la disposición sobre el papel, las cifras siguen mostrando una gran desigualdad entre hombres y mujeres en las Fuerzas Armadas. Según los últimos datos del Observatorio Militar para la Igualdad, el porcentaje de efectivos de sexo masculino es mayoritario. 

Ellos representan el 87,1% en los ejércitos y cuerpos comunes mientras que las mujeres, el 12,8%. Un total de 105.782 hombres militares frente a 15.584 mujeres militares. 

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Exceptuando en la subsección de cuerpos comunes -formados por el cuerpo Jurídico Militar, el económico-financiero, el de Sanidad y el de Músicas Militares- donde la mujer representa el 32%, en el resto de ejércitos las mujeres siguen estando en clara minoría. Conforman el 11,6% del Ejército de Tierra, el 13,1% de la Armada y del Ejército del Aire, el 14,1%. En más de 20 años apenas ha subido seis puntos la representación de la mujer en las Fuerzas Armadas.

Y más complicado es encontrarlas cuanto más se asciende en el escalafón. Las generales son solo dos, no llegan al 1%. Oficiales hay un 10% y suboficiales son casi el 6%. Donde más representación femenina se encuentra es en la base de los rangos (Tropa y Marinería), un 15,8%. 

En marzo de este mismo año el Vicepresidente del Comité Ejecutivo de Perspectivas de Género de la OTAN, el español Álvaro Martínez-Villalobos destacó que aunque “la cuestión de género” sigue siendo “una prioridad” en la OTAN, la integración e igualdad de la militar en España se encuentra “ligeramente” por encima de la media, con casi el 13% de representatividad frente al 11% en otros países de la Organización del Tratado del Atlántico Norte.  

#Shecurity

Respecto a cuántas mujeres hay en el ejército español, ese 11% que representa la mujer militar en los ejércitos nacionales de la UE significa que todavía tendrán que pasar 325 años para que se consiga la paridad. 465 años en el caso de los países de la OTAN. 

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Es el cálculo que realiza The #Shecurity Index en su informe anual, basándose en la evolución de la composición de los ejércitos de cada país desde 2009. Desde entonces la media de crecimiento de representación de la mujer ha crecido “lentamente”, tal y como destaca el informe, 0,12 puntos porcentuales.

En el caso de España The #Shecurity Index estima que serán necesarios 558 años más para lograr la paridad en las Fuerzas Armadas. 

5 Comentarios

  • El cálculo de años para conseguir la paridad es una auténtica chorrada, pues parte de una cosa muy cuestionable, y es que la paridad se va a conseguir algún día. Todo parece indicar que la proporción de mujeres en las fuerzas armadas se ha estancado en lo que parece un techo del 12%, a pesar de gozar de muchas facilidades. A las mujeres no les gusta. Punto. Sólo se podría llegar a la paridad obligando a las mujeres a ingresar. ¿Es eso lo que queremos?

    • Toda la razón, soy mujer y llevo 17 años de servicio, entre en igual de condiciones físicas y teóricas que mis compañeros, ahora toda va cambiando..., y aún así es muy reducido el número de mujeres que quieren ingresar en el cuerpo. No es que no puedan, es que no quieren directamente

  • Sobretodo si son enfermeras que pueden asceder al no ser A1 a pasar de ser un grado universitario como cualquier otro.

  • La autora desconoce las FAS. Primero es una institución jerárquica, segundo solo a partir de determinados empleos entra la evaluación objetiva (méritos medibles y objetivos, como cursos, determinados destinos, etc.), antes son los meritos alcanzados en las Academias, tercero ingresan las mujeres (y varones) que quieren y pueden, en cada una de las tres escalas (tropa, suboficiales y oficiales. Cuarto desde mi punto de vista se ha primado en el ascenso a general (es el único que no se tienen en cuenta los méritos sino lo que quiere el político de turno) a estas dos mujeres por encima de sus compañeros, discriminación positiva.