Si algo ha quedado claro con la crisis de coronavirus es que el distanciamiento es efectivo. Y una clave de ese distanciamiento pasa por el cierre de colegios, que ya se extiende por todo el mundo.
Decenas de países han anunciado el cierre de colegios a nivel nacional o de manera localizada, según los datos recopilados por la Unesco. Contando sólo los países con cierres a nivel nacional, ya son más de 180 los que han interrumpido la actividad educativa.
Junto a China, uno de los primeros en hacerlo fue Corea del Sur, un país al que ahora miramos los demás porque ha conseguido que el número de contagios diarios caiga en picado. Allí, el Gobierno incluyó entre las medidas inmediatas, cuando apenas había unos pocos casos registrados, el cierre de colegios.
En otros países, incluido España, la decisión tardó más en tomarse. En la Comunidad de Madrid, la más afectada por el brote y la primera en anunciar esta medida, la cancelación de las clases se hizo efectiva el pasado miércoles. Otras comunidades se fueron sumando después, hasta llegar al cierre generalizado de colegios en todo el país este lunes.
Además del reto que supone para muchas familias, la interrupción prolongada de las clases puede perjudicar gravemente el rendimiento escolar. En ese sentido, el Ministerio de Educación ha anunciado «medidas para que todos los alumnos puedan terminar el curso sin verse perjudicados por la suspensión de las clases presenciales», que incluyen flexibilización de pruebas y prácticas y diversos recursos educativos digitales.
Por su parte, la Unesco ha puesto a disposición de los países herramientas y soluciones de apoyo educativo a distancia para tratar reducir al mínimo el impacto en los estudiantes, «especialmente para los más vulnerables».
0 Comentarios