Europa, según sus vicios: qué sustancias se consumen más en cada país

consumo drogas Europa
Análisis de aguas residuales / Felipe Caparrós / Shutterstock
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El consumo de sustancias en Europa sigue diferentes patrones según el territorio. Este es uno de los resultados que muestra el estudio elaborado por el Centro Europeo de Monitoreo de Drogas que analiza las aguas residuales en varias ciudades europeas para observar el consumo de sustancias por territorio.

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En 2011 en Santiago de Compostela se consumían de media diaria 211 mg de cocaína por cada 1.000 personas, pero en 2020 fueron 610 miligramos, casi tres veces más. En el caso de Castellón, la otra ciudad española de la que se proporcionan datos, el consumo de cocaína en 2020 fue de 437 mg por 1.000 habitantes.

El proyecto explora 82 ciudades de Europa para analizar sus aguas residuales y explorar los hábitos de consumo de drogas en aquellos que viven en el territorio. Como indica el estudio en sus resultados, el “proyecto reveló distintos patrones geográficos y temporales en el consumo de drogas en las ciudades europeas”.

Entre los “patrones” que destaca este documento, que recoge datos de 2020, muestra casos como el de Países Bajos donde se observa un uso abundante de cannabis, sustancia legal en el país. En el caso de las anfetaminas, el consumo de esta droga está presente en zonas del norte de Europa, como Suecia o Noruega, y en el territorio de Croacia. Mientras, en Castellón -en España a través de la depuradora EDAR Castellón- se calcula un consumo de 437 miligramos de cocaína de media al día por 1.000 habitantes.

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Aun así, según recogen en el estudio, los resultados de las muestras recolectadas pueden tener un resultado diferente al de un periodo normal debido al cierre de los locales por la pandemia durante 2020, año en el que se recogieron las muestras.

Diferencias en el consumo de drogas en Europa

En la zona este de Alemania se observa un consumo elevado de metanfetamina, al igual que la ciudad de Ostrava, en República Checa, con un consumo de 702 miligramos por cada 1.000 personas de media al día.

Además, como indica el estudio, el uso de la metanfetamina que ha estado generalmente concentrado en República Checa y Eslovaquia en 2020 aparecía también en Chipre, el este de Alemania y el norte de Europa.

En relación al consumo de cocaína, la estación sur de Amberes en Bélgica es la que mayor cantidad tiene: 1.174 miligramos de media al día. En cambio, la MDMA, una droga de diseño similar a la anfetamina, es la sustancia en la que se observa una presencia más baja de media en las aguas estudiadas.

El análisis de las aguas residuales también muestra patrones a lo largo de la semana. El consumo de cannabis, anfetaminas y metanfetaminas era más frecuente durante la semana, mientras que de viernes a lunes se consumió más MDMA, como indica el estudio.

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Análisis de aguas residuales

En cuanto a España, Castellón también aparece en los datos como un territorio con un consumo de cocaína de 439 mg por 1.000 personas de media al día. Tanto esta provincia como Santiago son las únicas que aparecen en el estudio de 2020.

Observando estudios realizados en años anteriores como en 2019, en España aparece también un consumo elevado de cocaína en Madrid (504 mg de media al día por 1.000 habitantes), Barcelona (700 mg) y Valencia (488 mg).

El cálculo de consumo

Para estimar la presencia de sustancias en aguas residuales se multiplica la concentración del residuo (nanogramo por litro) por el flujo de aguas (litros por día). El resultado obtenido se divide entre la población a la que atiende la planta de tratamiento de aguas residuales, que muestra la cantidad de una sustancia consumida al día por cada 1.000 habitantes.

El estudio de aguas residuales se utiliza también para medir la presencia de enfermedades como en el caso de la COVID-19. Por ejemplo, el Canal de Isabel II cuenta con un sistema denominado Vigía, que analiza la presencia de SARS-CoV-2 en agua residual.

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Aun así, esta metodología de estudio también tiene sus limitaciones. Como recogen desde la institución, el análisis de sustancias como la heroína es más complicado. Además, el cálculo de cantidades totales consumidas al promedio de dosis es complicado porque los medicamentos pueden tomarse por diversas vías y en diferentes cantidades.