«Desde un punto de vista estrictamente sanitario, tiene sentido favorecer el voto por correo. Es algo que asegura que haya menos colas en los colegios y se puedan cumplir con mayores garantías las medidas de distanciamiento social o, al menos, de protección sanitaria», dice Pablo Simón, politólogo y profesor de la Universidad Carlos III de Madrid.
El voto por correo va a ser una pieza clave en las próximas elecciones vascas y gallegas del 12 de julio. Tanto es así, que el Gobierno vasco ha asegurado que hasta el 1 de junio se han multiplicado por 8 las solicitudes para votar por correo.
Ambas administraciones, tanto la vasca como la gallega, han puesto en marcha campañas para potenciarlo, que se suman a las decisiones de la Junta Electoral de facilitar tanto su solicitud como la propia votación, algo que ya te contamos en otra ocasión.
«De hecho, ya hay un aumento considerable en las peticiones de voto por correo, más bien por la situación de emergencia sanitaria que por le fecha de las elecciones», explica Paloma Román Marugán, politóloga y directora de la Escuela de Gobierno de la UCM .
Sin embargo, no sabemos si esta tendencia se va a mantener o no. «Hay que ser cauto», insiste en su caso Simón. «Son unas elecciones muy extrañas y podemos inferir muy poco», recalca.
En todo, aunque aumente de forma considerable, no podemos saber cómo afectará eso a los comisiones porque, según se ha visto en otras ocasiones, el aumento o no del voto por correo no tiene que ver con la participación o la abstención.
«No existe una correlación directa entre incrementos en el voto por correo e inmediatamente incrementos en la participación electoral», asevera Simón. Y en esa misma línea se pronuncia Román. «No podemos esperar de manera especial que el abstencionista de toda la vida, precisamente ahora por poder votar de forma telemática, lo vaya a hacer», dice.
¿Este nuevo sistema de voto por correo, que responde a una situación concreta de emergencia sanitaria, podría quedarse en nuestro país para futuras elecciones? Simón cree que «muchas de estas reformas, como la del voto por correo, han llegado para quedarse», mientras que Román es más cauto y piensa que presentará todavía «problemas técnicos y organizativos» que habrá que solucionar.