El resultado de las elecciones federales en Alemania del próximo 26 de septiembre abrirá un nuevo periodo de cuatro años en el que el próximo canciller deberá enfrentarse a los asuntos que marcan la agenda y que más preocupan a los alemanes. El cambio climático, la COVID-19 y el fin de la era Merkel son algunos de los temas que los ciudadanos ponen en el centro de sus preocupaciones de cara a la campaña.
Según el barómetro de la televisión pública ZDF, publicado a principios de septiembre, la igualdad social es el reto que preocupa a más electores (un 51%), seguido de la emergencia climática (un 39%), que ha ido ganando peso a lo largo de la campaña y que ha desbancado a la pandemia del coronavirus (un 23%). En cuarto lugar, los alemanes creen que para estas elecciones es importante la cuestión de los refugiados y demandantes de asilo (21%).
El coronavirus
Sacar a Alemania de la pandemia de coronavirus sin dejar de lado la reactivación económica sigue siendo uno de los temas más urgentes. “La cuestión principal es cuán estrictas deben ser las restricciones”, señala a Newtral.es Matthias Catón, experto en asuntos públicos y relaciones gubernamentales y director de desarrollo corporativo de la Frankfurt School of Finance & Management. En su opinión, los liberales del FDP han conseguido mucha relevancia en esta discusión al “abanderar la defensa de lo que ellos llaman libertades civiles”.
No obstante, los expertos coinciden en que el coronavirus no es el asunto que más ha capitalizado los debates. “La gestión de la crisis sanitaria ha tenido a Angela Merkel como cara visible, por lo que ahora que no forma parte de la carrera electoral, el tema está menos presente en la campaña”, explica el analista especializado en política comunitaria y alemana Guillermo Íñiguez.
También influye el hecho de que los Länder -los estados federales alemanes- han “politizado menos la gestión de la crisis que en España”, en palabras de Íñiguez. “Ha habido diferencias entre los gobiernos más de derechas y progresistas, pero existe más consenso”, apunta.
El cambio climático

Si una cosa han logrado los Verdes durante esta campaña es poner en el candelero electoral el cambio climático, aunque las inundaciones sufridas por Alemania a finales de julio también han tenido que ver.
Las formaciones progresistas y las conservadoras están obligadas a debatir sobre sus diferentes propuestas para solucionar este problema, y no solo porque sea una cuestión crucial para buena parte de sus potenciales votantes (especialmente entre los más jóvenes).
La importancia de este asunto recae también en el hecho de que la economía del país germano está estrechamente ligada a la preeminencia de la industria automovilística y la fuerza del carbón en ciertas regiones. “La transición ecológica es algo que debe abordarse ya en Alemania, porque es uno de los condicionantes para recibir y ejecutar los fondos europeos”, apunta Íñiguez.
El fin de la era Merkel
La ausencia de Merkel en una campaña electoral por primera vez desde 2005 es uno de los principales temas, aunque lo ha sido en parte por omisión. “Es la primera vez en décadas que no hay un canciller en busca de la reelección”, remarca Catón, quien tiene claro que, más que ella, “el protagonista es el agujero que deja”.
“Armin Laschet, el candidato del partido Merkel (la CDU), está intentando posicionarse como el sucesor de la canciller, a pesar de que el electorado le considera más conservador que su predecesora y no cuenta con una buena reputación”, comenta el profesor de Ciencia Política en la Universidad de Trier, Uwe Jun.
Aunque Merkel comenzó la campaña con perfil bajo, ha reforzado en las últimas semanas sus apariciones públicas con un discurso firme en defensa del candidato de su partido, Laschet. La popularidad de la canciller alemana sigue intacta; sin embargo, su reciente participación no se ha traducido por el momento en un repunte para la CDU en las encuestas.

Según explica Íñiguez, el desembarco de Merkel en la campaña “no ha servido mucho” porque “ha intervenido tarde”, en un momento en el que tanto el candidato como el partido estaban “muy desgastados”. Además, añade, ha hecho “ataques poco convincentes” hacia Scholz.
En cuanto al líder del Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD), que lidera las últimas encuestas, juega la baza de ser el actual vicecanciller. Esto le permite presentarse a sí mismo como una forma de continuismo y estabilidad dentro del gobierno de coalición, pese a ser de un color político distinto al de Merkel.
La extrema derecha y los refugiados
Si bien el auge de partidos de extrema derecha ha sido un tópico recurrente en las últimas elecciones de la mayoría de países comunitarios, en Alemania “está en horas bajas”, en palabras de Íñiguez. “Ha habido un cordón sanitario en torno a la AfD y el partido ha estado sumido en guerras civiles internas”, concreta el analista.
Es aquí donde coge peso el tema de los refugiados. “Solo sigue siendo importante para los votantes de la AfD. Ellos continúan pensando que hay demasiados migrantes en Alemania y están en contra de todo intento de integrarlos en la sociedad”, asevera Jun.
¿Qué normas rigen la campaña?
Sobre las normas que rigen la campaña electoral alemana, los expertos consultados por Newtral.es coinciden en que no hay una ley excesivamente estricta.
“Este asunto, al menos hasta ahora, no ha sido tan conflictivo como en España”, apunta Klaus-Jürgen Nagel, profesor de ciencias políticas de la Universidad Pompeu Fabra.
“No hay un inicio oficial de campaña ni su duración está estipulada en 14 días. Está mucho menos regulada, en parte porque la gente se comporta de forma más civilizada y hay menos necesidad de intervenir”, comenta Íñiguez.
Un ejemplo es la prohibición de publicar encuestas a pie de urna antes de que cierren los colegios electorales, recogido en el artículo 32 de la Ley de elecciones federales. “El objetivo es evitar que los votantes sean influenciados con un hipotético resultado”, explica Catón. Pese a esta prohibición, el experto reconoce que, con la aparición de internet y las redes sociales este asunto se ha vuelto más difícil de controlar. “Ahora es casi imposible que estas encuestas no se publiquen, aunque sea fuera de Alemania”, comenta.
La propaganda electoral, por otra parte, suele estar regulada a nivel regional, señala el experto. En Berlín, por ejemplo, los sistemas de publicidad que están directamente relacionados con elecciones y referendos solo pueden circular durante las siete semanas previas a la votación y la semana posterior.
Fuentes:
- Matthias Catón, experto en asuntos públicos y relaciones gubernamentales y director de desarrollo corporativo de la Frankfurt School of Finance & Management.
- Guillermo Íñiguez, analista especializado en política comunitaria y alemana.
- Uwe Jun, profesor de Ciencia Política en la Universidad de Trier.
- Ley alemana de elecciones federales.
Este artículo se ha elaborado en colaboración con la Embajada de Alemania en Madrid
