Desde mediados de marzo circula por las redes sociales un mensaje viral que afirma que Tal Zaks, director médico de la farmacéutica Moderna desde 2015, ha “admitido” que las vacunas de ARN-m modifican el ADN o el código genético. Es otro bulo vinculado a la vacuna de Moderna y el ADN. Te lo explicamos.
“Bombazo: el director médico de Moderna admite que la vacuna experimental de ARNm modifica el ADN”, señala el titular de una página negacionista de la pandemia de SARS-CoV-2 que suele propagar desinformación.
Este texto, que ha sido compartido cientos de veces en redes sociales como Facebook o Twitter en las últimas semanas, dice que Zaks ha confirmado en una charla TEDxBeacon Street que “la inyección de ARNm para COVID-19 puede cambiar el código genético o ADN”. “En palabras de Zaks, el ARNm puede alterar el genoma humano”, asevera el texto en español, el cual se basa en una publicación con idéntico titular que se ha compartido previamente en inglés.
Sin embargo, es falso que Zaks haya dicho esto en la citada charla TED y tampoco es verdad que las vacunas de ARN-m alteren el ADN, como hemos explicado en diferentes verificaciones.
La charla TED del director médico de Moderna
Las TEDxBeaconStreet son un tipo de charla TED creadas en 2012 que, según se explica en su página web, “abren y desmitifican la experiencia TED, creando una nueva plataforma comunitaria para activar ideas en acción”.
Si ingresamos a la página oficial de TEDxBeaconStreet y colocamos en el buscador el nombre de Tal Zaks, nos encontramos con que el director médico de Moderna ha brindado una charla titulada “Reescritura del código genético: una cura para el cáncer en ciernes”. La presentación, de poco más de diez minutos, se puede encontrar también en YouTube.
Los mensajes virales omiten aclarar que esta charla es de 2017, como se puede corroborar en la página de TEDxBeaconStreet, por lo que no guarda relación directa con la actual pandemia. En la misma, Zaks habla efectivamente sobre las vacunas de ARN-m o ARN mensajero -que ya entonces estaban en estudio- y su potencial en el tratamiento de enfermedades como la gripe, el cáncer o la acidemia metilmalónica (MMA). Esta tecnología de ARN-m es la que se utiliza en la actualidad en vacunas contra la COVID-19 como las de Moderna o Pfizer-BioNTech.
El director médico de Moderna se refiere al ARN y no al ADN cuando habla de vacuna
El bulo que está circulando cita algunos fragmentos de esta charla y señala que cuando Zaks “habla de cambiar una línea de código o introducir una línea de código se refiere al ADN”. Sin embargo, esto no es así. El director médico de Moderna alude en realidad al ARN. En ninguna parte de los diez minutos de presentación se refiere a una modificación del ADN.
El fragmento que se ha usado para generar el bulo se basa principalmente en las palabras de Zaks entre los minutos 0:58 y 01:51 del vídeo. El director médico de Moderna dice lo siguiente:
“Nuestro cuerpo está hecho de órganos. Nuestros órganos están hechos de células. Y en cada célula hay algo llamado ARN que transmite la información más importante del ADN de nuestros genes a la proteína, que es de lo que realmente estamos hechos todos. Esta es la información crítica que determina qué hará cada célula. Entonces pensamos en él [el ARN] como un sistema operativo. No solo en cada célula de nuestro cuerpo, sino en cada célula de cada organismo vivo. Si pudieras cambiar esto que llamamos el software de la vida [el ARN], introducir una línea de código o cambiar una línea de código, puede tener profundas implicaciones para todo, desde la gripe hasta el cáncer”.
Como se puede constatar, por “sistema operativo” o software de la vida”, Zaks se refiere al ARN mensajero y no una modificación del ADN.
El bulo de la vacuna de Moderna ¿Cómo funcionan las vacunas de ARN-m?
El ARN, como hemos explicado, es la molécula que se inyecta en las actuales vacunas contra la COVID-19 y envía a las células las instrucciones para que puedan fabricar proteínas similares a las del virus y estar así “entrenados” para cuando se produzca el posible contagio con el SARS-CoV-2. Este proceso no ocurre en el núcleo de las células humanas, donde está el ADN, sino en el citoplasma, como nos ha explicado el genetista Lluis Montoliu, del Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC).
Lo mismo han señalado Marcos López Hoyos, presidente de la Sociedad Española de Inmunología, y Luis Ignacio Martínez Alcorta, miembro de la Junta Directiva de la Asociación Española de Vacunología, en esta verificación que hicimos en octubre de 2020.
Así lo explica el propio Zaks más adelante en su charla, cuando en el minuto 2:10 señala: “Imagínese si en lugar de darle la proteína (a nuestro sistema inmunológico), le damos las instrucciones sobre cómo producir la proteína (…) Eso es una vacuna de ARN mensajero.»
Los bulos sobre la respuesta inmune
En el texto viral también se reproducen otros bulos sobre las vacunas de ARN-m. En concreto, se afirma que “el cuerpo del individuo está produciendo una proteína extraña que el sistema inmunológico debe atacar”. Además, se indica que una vez que se enciende el sistema inmunológico “no hay forma de apagarlo” ya que las células no saben cuando “deben dejar de producir esta proteína viral”.
Sin embargo, tal como hemos explicado en esta verificación, las vacunas contra la COVID-19 no destruyen nuestro sistema inmunológico ni provocan una respuesta inmune exagerada. Tampoco es verdad que las vacunas de ARN-m “modifiquen el ADN al crear “proteínas extrañas en el organismo”.
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