Las acusaciones sin pruebas sobre el supuesto amaño del voto por correo

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El voto por correo está amañado por los podemitas. Correos está controlado por el Gobierno
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Durante los últimos días está circulando a través de redes sociales una petición a los ciudadanos madrileños para que se abstengan de votar por correo en las elecciones del 4 de mayo a la Asamblea de Madrid y lo hagan presencialmente. El motivo, según estos mensajes, es que al ser una empresa pública, “Correos está controlado por el Gobierno”, dando a entender que el Ejecutivo manipulará el resultado electoral a su favor. El supuesto fraude del voto por correo es un bulo. Te lo explicamos.

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Los mensajes piden hacer esto para “evitar lo que pasó en las elecciones de noviembre en EE.UU”, en relación con las acusaciones de fraude que Donald Trump comenzó a verter sobre este método meses antes de las elecciones. Unas acusaciones que eran falsas y que trataban de invalidar el proceso electoral, como también lo son las que ahora indican que el Gobierno de España puede manipular el voto.

[Los bulos después del 3N: la desinformación tras los comicios estadounidenses]

Semanas antes de las elecciones al Parlament de Cataluña del 14 de febrero circuló un bulo similar, pero no hay pruebas que permitan afirmar que votar por correo facilita el fraude electoral, como ya explicamos entonces junto a nuestros compañeros del equipo de Verificat.

Una vez que los sobres con los votos de los ciudadanos se entregan en cada oficina de Correos, se les aplica una etiqueta identificativa con los datos del votante y la mesa electoral a la que se debe enviar. Los votos se quedan custodiados en una caja fuerte en la oficina de Correos hasta el día de las elecciones, momento en que serán entregados en la mesa correspondiente a las nueve de la mañana, según explica la Junta Electoral Central.

Los presidentes de las mesas deben verificar que los sobres no han sido manipulados, un proceso que también realizan los empleados de Correos a lo largo de todo el proceso (admisión, curso y entrega). Es decir, el Gobierno no tiene acceso al proceso como para poder, a su antojo, amañar el voto por correo.

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El Gobierno no controla Correos

El bulo del fraude del voto por correo relaciona el nombramiento de Juan Manuel Serrano Quintana como presidente de Correos con la posibilidad de que el PSOE amañe las elecciones. Serrano accedió al cargo en 2018 envuelto en polémica, ya que era, hasta entonces, jefe de gabinete de la Comisión Ejecutiva Federal del Partido Socialista.

El movimiento fue tildado desde la oposición como “nepotismo”. El PP calificó al Gobierno de Sánchez como una “agencia de colocación” por algunos nombramientos que se produjeron aquel año, y Vox criticó en el Congreso que a Serrano no se le conocía “formación específica ni experiencia de gestión empresarial”. Sin embargo, por mucho que el gestor sea una persona afín al Gobierno de Pedro Sánchez, el presidente de Correos no tiene poder para manipular votos a escala masiva.

Para que el fraude en el voto por correo tuviera éxito tendrían que coordinarse miles de funcionarios

Cuando este bulo del fraude del voto por correo circuló en relación con las elecciones catalanas, el Director General de Participación Ciudadana y Procesos Electorales de la Generalitat de Cataluña, Ismael Peña-López, desmintió en un hilo de Twitter que se pueda decidir el resultado de unas elecciones manipulando el voto de esta manera, afirmando que “en la práctica es casi imposible de hacer”. Para hacerlo de forma efectiva, se debería “controlar miles de funcionarios de diferentes administraciones, y políticamente a miles de interventores”, explicó. 

Para Jordi Barrat, profesor de Derecho Constitucional en la Universitat Rovira i Virgili y en varias ocasiones observador electoral internacional, “un fraude masivo, que es lo que sería realmente importante a la hora de valorar la integridad de las elecciones, supondría la conjura de un número elevado de trabajadores de Correos, algo que no parece realista que pase y, si pasara, que quedara escondido”. 

“El único fraude que yo veo posible es que un operario de Correos se dedique a abrir el sobre y, utilizando el certificado del censo que ya contiene, cambie el sobre de votación con una papeleta de su gusto”, prosigue Jordi Barrat en declaraciones a Verificat. “Efectivamente, esto podría pasar, y no se puede descartar que pase, pero no hay indicios de que realmente sea así y, en todo caso, puede descartarse que pase a una escala significativa”, concluye el experto.

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[Voto por correo en las elecciones a la Comunidad de Madrid: plazos y cómo hacerlo]

Josep Maria Aguirre, profesor agregado de Derecho Público en la Universitat de Girona, está de acuerdo con que esta sería una forma de fraude muy poco efectiva: “Cada cartero tiene acceso a pocos votos, manipularlos sin dejar rastro es muy complicado y, de hacerlo, se enfrentarían a un delito electoral muy grave”, asegura.

Aguirre recuerda que “lo normal es que el cartero no sepa qué hay dentro de la papeleta. Por esto, el riesgo es muy alto y, para poder hacerlo de forma coordinada, deberías tener una red criminal dentro del personal de Correos. Y, ¿para qué? Para una fracción mínima de los votos”. El experto en Derecho Público recuerda que “el sistema electoral es un sistema muy cerrado, muy primitivo, pero muy garantista, y el voto por correo es absolutamente seguro”, concluye.

Fuentes
  • Ley Orgánica 5/1985, de 19 de Junio, del régimen electoral general
  • Voto por correo desde España. Ministerio del Interior
  • Jordi Barrat, profesor de Derecho Constitucional en la Universitat Rovira i Virgil
  • Josep Maria Aguirre, profesor agregado de Derecho Público en la Universitat de Girona
  • Proposición no de Ley relativa a la profesionalización de los máximos responsables y directivos de las entidades pertenecientes al sector público empresarial, para su discusión en Pleno. Congreso de los Diputados, 17 de julio de 2020

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