Un mensaje viral que circula por redes y asegura estar escrito por «profesionales de la salud» indica, tras exponer distintos síntomas de COVID-19 divididos en fases, que «el pH del coronavirus varía de 5,5 a 8,5.» y que, por tanto, «necesitamos consumir más alimentos alcalinos, por encima del nivel ácido del virus». Entre los alimentos que se indican se encuentran el plátano, el limón verde, el aguacate, el ajo, el mango, la mandarina, la piña, el berro o la naranja (pH 9,2)». Es FALSO.
En primer lugar, ninguna institución ha hecho una recomendación como esta. El mensaje circula desde hace tiempo y en distintos países. De hecho, en Argentina, el gobierno de la provincia de Mendoza y el verificador de la International Fact-Checking Network, Chequeado, también lo han desmentido, ya que el bulo también circula por Latinoamérica.
Circulan diferentes versiones del mismo mensaje, atribuyéndole orígenes distintos, como el Centro Médico Docente La Trinidad de Venezuela o el centro de virología de Moscú, por ejemplo. Este último mensaje, que se compartía con un texto muy similar, ya lo desmentimos hace unos meses. Según explicó entonces a Newtral.es la doctora Carmen Gómez Candela, Jefa de la Unidad de Nutrición del Hospital La Paz en Madrid, «el consumo de alimentos no afecta al pH de la sangre», que oscila entre 7,35 y 7,42 en una escala sobre 14, «independientemente del pH propio de los alimentos». Ya que el cuerpo utiliza el conjunto de procesos de autorregulación de la homeostasis para «mantener los niveles de pH estables».
Además, aunque es cierto que los alimentos «más alcalinos» son aquellos que tienen «un pH superior a 7», así como indicaba Gómez Candela, «los datos de pH mostrados (en el mensaje viral) se alejan de los valores reales». De hecho los alimentos que describe el mensaje no son alcalinos, lo que supondría tener un pH entre 8,0 y 14,0, «en realidad son alimentos ácidos (pH 2-6,5)». Destaca el caso del aguacate «ya que el valor de pH asignado en el bulo (15,6) está por encima del valor máximo en la escala de pH (14)».
Conviene resaltar, como indica la doctora, que «no existen tablas oficiales que en las que se recoja el pH de todos los alimentos». Existen clasificaciones por parte de los organismos internacionales en los que se proporciona el valor de pH de diferentes alimentos. A nivel europeo la doctora recomienda la web Food-Info, promovido por la reconocida Universidad de Wageningen en los Países Bajos:
Este tipo de dietas alcalinas también han sido relacionadas con anterioridad como método para reducir el riesgo de cáncer. No obstante, así como contamos con anterioridad, también es falso. Ninguna dieta puede jamás sustituir a los tratamientos convencionales como la radioterapia o cirugía.
De igual forma, es necesario recordar que la supervivencia de la COVID-19 en la superficie de los alimentos no solo depende de las «características químicas del propio alimento (presencia de cobertura, tratamiento térmico, condiciones ambientales)» sino también «de las características del virus (membrana, genoma, estabilidad)». Por tanto, tal y como indica Gómez Candela, «no existen condiciones de pH óptimas para la aparición de un virus» en los alimentos.
La descripción de los síntomas también es errónea
El mensaje recomienda esta dieta para aquellas personas que desarrollen síntomas y tengan miedo de acudir al hospital. Para ello, dividen los síntomas en una serie de fases con distintos días de duración. Sin embargo, no todas las personas desarrollan los mismos síntomas, y algunos enfermos presentan un cuadro asintomático.
A lo largo del mensaje también se dan una serie de consejos para prevenir el contagio como la ingesta de vitamina C o «sentarse al sol durante 15 a 20 minutos», pero no existe ninguna evidencia científica de su validez.