Britney Spears ya es libre más de 13 años después de que un juzgado determinara que la cantante debía someter su vida personal y sus finanzas a una tutela. Una jueza de California puso fin este viernes a lo que según Spears terminó siendo un calvario en mayor medida supervisado por su padre.
¿Pero qué ha pasado? ¿Y cómo se ha llegado hasta este final?
Britney, libre: la última hora
La jueza Brenda Penny determinó este viernes, tras meses de citaciones y audiencias, que la tutela de Britney Spears debía llegar a su fin:
“La tutela de la persona y del patrimonio de Britney Jean Spears ya no es requerida. La tutela queda por tanto finiquitada”, dijo Penny en un juzgado de Los Ángeles.
Esta última audiencia judicial sigue a otra del pasado junio en la que Spears concedió su primera declaración extendida sobre su oposición a continuar con la tutela.
- La estrella dijo entonces que la habían drogado, la habían obligado a trabajar contra su voluntad y le prohibieron quitarse un dispositivo anticonceptivo pese a que era su deseo intentar tener más hijos.
Cientos de seguidores de la cantante salieron a las calles de Los Ángeles a la espera del veredicto favorable, poniendo a fin a años de activismo a favor de Britney.
- El papel de los fans ha probado ser indispensable para mantener vivo el debate sobre los posibles excesos que estaban cometiendo los supervisores de la tutela.
Cómo se ha llegado hasta aquí
La pesadilla de Spears se remonta al año 2008, cuando su padre Jamie Spears pidió por primera vez poder supervisar la vida y las finanzas de su hija a través de un tutelaje. La petición nacía de las dificultades de salud mental por las que pasaba entonces la cantante.
- En aquella época, el circo mediático construido a su alrededor y el posible abuso de sustancias de Britney culminaron en la pérdida de custodia de sus hijos Jayden James y Sean Preston a favor de su exmarido, Kevin Federline.
La tutela del padre de Britney pasó de temporal a permanente antes que acabara el 2008, permitiendo a Jamie Spears controlar todos los aspectos de la vida personal y de las finanzas de la cantante durante más de una década.
- El control iba desde los medicamentos que debía tomar, hasta los trabajos que podía aceptar, el dinero que podía gastar y la gente a la que podía ver.
La tutela empezó a recibir un mayor escrutinio público en los últimos años, conforme el desempeño de Britney en los escenarios y su presencia en redes sociales despertó dudas entre sus fans, desconcertados con el hecho de que la cantante siguiera bajo una tutela.
- Es importante por ello recalcar que el movimiento fan ha probado ser un factor determinante en la historia de Britney y en su actual libertad. La presión de sus seguidores sumó al escrutinio de la narrativa establecida (y más adelante rechazada): que Britney debía seguir viviendo bajo la supervisión constante de sus tutores.
Las declaraciones de Britney del pasado junio supusieron por ello un antes y un después en la percepción pública de la tutela, generando una cobertura internacional que volvió a poner el foco en la cantante y en su lucha, durante años desconocida, por la libertad.
“De verdad creo que esta tutela es abusiva. No creo que pueda vivir una vida completa”, dijo Britney el pasado junio. Ahora ya sí.
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