Atención Primaria, la puerta de entrada del sistema sanitario trabaja casi al 50% de su capacidad en algunas comunidades

Atención Primaria coronavirus
Foto: Fernando Villar | EFE
Tiempo de lectura: 8 min

La presión asistencial hospitalaria es uno de los indicadores clave para saber en qué punto estamos de la pandemia. Madrid, Aragón y País Vasco son las comunidades que más están notando esta presión, con entre un 10 y 13% de camas ocupadas por pacientes de COVID-19. Unos datos que el Ministerio de Sanidad todavía no considera “excesivos”, en palabras de Fernando Simón. 

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El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias explicó el pasado jueves que donde está incrementando la presión es en la Atención Primaria. “Sí que existe, hasta cierto punto, pero sin llegar a un nivel excesivo”, matizó el director del CCAES.

En Newtral.es hemos hablado con profesionales de Atención Primaria de las comunidades más afectadas, que no tienen la misma percepción. “La Atención Primaria en la Comunidad de Madrid está ahora mismo en la UVI, a punto de ser intubada, y cuando eso ocurra, el colapso va ser total”, advierte a Newtral.es Alfonso López, médico de familia en el Centro de Salud Benita de Ávila, en Madrid.

La mitad de médicos y el doble de consultas

La falta de recursos humanos es la queja principal de los sindicatos médicos de Aragón, País Vasco y Madrid. Comisiones Obreras y la Asociación de Médicos y Titulares Superiores de Madrid (Amyts) calculan que actualmente los profesionales en activo en Atención Primaria rondan el 50%.

Las bajas por contagios, por estrés, ansiedad y por ser personal de riesgo, junto con las vacaciones, han dejado el servicio en estado “crítico”. “Algunos centros han empezado a colapsar”, cuenta a Newtral.es Marisa Fernández, portavoz de Atención Primaria de CC. OO. Uno de los miedos en el sindicato es que ocurra como en abril, mayo y junio y las “agendas COVID-19” vuelvan a llenar el calendario.

“Todas nuestras agendas eran de coronavirus y había otras patologías a las que no pudimos llegar”, dice Fernández, que teme que se puedan descuidar las detecciones precoces, o las enfermedades crónicas. 

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Un verano medio un médico de Atención Primaria en Madrid atiende a entre 30 y 40 pacientes cada jornada pero año las consultas han ascendido a entre 70 y 80 pacientes al día. “Hay médicos que están viendo a 87 pacientes por turno, entre presenciales y llamadas telefónicas”, cuenta Silvia Durán a Newtral.es. Desde su asociación, Amyts, consideran “inasumible” la presión asistencial.

Para Durán, lo que se está jugando en Primaria es una “medicina de guerra”: “cuando un equipo de fútbol pierde a dos jugadores por expulsión, ya sabes quién va a perder el partido. Pues esto es lo que pasa en Atención Primaria”, resume. 

Unas cifras muy similares a las que traslada Leandro Catalán, presidente de los Sindicatos Médicos de Atención Primaria de Aragón, a Newtral.es. “Hemos actuado con mucha presión porque muchos días hemos superado los 70 actos médicos, cuando normalmente las consultas en verano son entre 35 y 40”, asegura. 

El 27 de agosto el Ministerio de Sanidad colocaba al País Vasco en el tercer puesto de las autonomías con más presión hospitalaria, con un 10% de las camas ocupadas por pacientes contagiados de COVID-19. Con los rebrotes detectados en esta región, el Sindicato Médico de Euskadi (SME) ve necesaria la incorporación de unos 500 médicos, lo que equivale a un 25% de la plantilla. 

“Muchos ambulatorios están al 50% y en algunos, como el de Bermeo, se están atendiendo hasta 90 pacientes al día”, cuenta a Newtral.es Mabel Arciniega, secretaria general del Sindicato Médico de Euskadi. Las vacaciones, un 15% de profesionales que están de baja (por estrés, contagio, o por ser personal de riesgo) y la fuga de cerebros de los MIR a otras comunidades son las causas de la falta de personal en los centros. 

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Circuito coronavirus

“Es evidente que no puedes atender igual a un paciente en diez minutos, que en menos de un minuto”, declara a Newtral.es Carolina Pérez, médica de familia en el Centro de Salud Rosa Luxemburgo. Su centro de San Sebastián de los Reyes, en Madrid, ha asumido a la población de un centro cercano que ha cerrado sus puertas por contagios entre los trabajadores. Pero los refuerzos todavía no han llegado. 

“Hay una multitud de médicos en tratamiento psicológico y antidepresivo, nos sentimos desprotegidos, abandonados y nada valorados”, lamenta Pérez, médica y también superviviente de coronavirus. Después de diez días ingresada en el hospital, una baja laboral y las vacaciones del verano, Pérez se vuelve a poner la bata: “En muchos centros no hay espacio para separar a los pacientes COVID-19 de los no COVID-19, el riesgo de contagio entre la población y los médicos es terrible”, añade. 

“Vas a una farmacia, una tienda o un estanco y no te dejan estar más de dos personas, la gente hace cola fuera”, advierte López, también médico en la capital española, “pero esto en algunos centros de salud no pasa, están sentados en la sala de espera”.

Durante los últimos días de agosto la Atención Primaria madrileña ha realizado unas 16.000 PCR al día. Y que se habiliten puntos COVID-19 fuera del hospital ya es un clamor. “Es necesario montar carpas fuera para hacer las PCR”, dice Pérez, una medida que sí se ha aplicado a lo largo de toda la pandemia. 

“Los casos sospechosos que vienen a hacerse la PCR y muchas veces dan positivo comparten la misma puerta de entrada que otros pacientes sanos, el mismo circuito”, dice Catalán, presidente de los Sindicatos Médicos de Atención Primaria de Aragón. De momento en esta región tampoco ha sido escuchada otra de sus peticiones: que se realice una campaña de limpieza y desinfección en los centros con mayor número de sanitarios infectados. 

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Fue hace ya cuatro meses, en mayo, cuando se realizaron pruebas serológicas al personal sanitario aragonés.  “Desde entonces no se ha hecho nada, podemos estar haciendo de vehículo de transmisión”, añade Catalán. Con más de un 20% de los profesionales sanitarios contagiados de COVID-19 los sindicatos reclaman que consideren el coronavirus una enfermedad profesional

Síndrome del trabajador quemado

Ya en mayo el estudio ‘Sanicovid-19: impacto emocional frente al trabajo por la pandemia del COVID-19 en personal sanitario’, de la Universidad Complutense de Madrid, alertó de que el 53% de los trabajadores presentaban valores compatibles con el estrés postraumático

Silvia Durán, de Amyts, lo llamaburnout psicológico”, o síndrome del trabajador quemado. “Se considera estrés postraumático, es un síndrome de agotamiento máximo en el que el sanitario está cansado de ver a tantos pacientes”.

Alfonso López, médico de familia en Madrid, expresa ese sentir: “hacemos de médicos, de rastreadores y de policías con los pacientes. La Atención Primaria está desesperada, agotada y maltratada. Se pueden meter el Premio Princesa de Asturias por donde les quepa”, sentencia. 

La puerta de entrada del sistema sanitario

En marzo y abril la Atención Primaria madrileña atendió a 323.583 pacientes con sospecha o infección por COVID-19, según los datos de un informe técnico de la gerencia de Atención Primaria. 

De cara al otoño el sindicato Amyts advierte de que las consultas no podrán abarcar una multiplicación de los casos. Según Durán, su portavoz, “Primaria no podrá más y los casos pasarán a los hospitales de modo que, de nuevo, habrá un colapso”. 

Leandro Catalán insiste en la misma idea: “si volvemos a caer en los mismo problemas, volveremos a asfixiar los centros de salud y después vienen las urgencias hospitalarias”. La mayoría de los actuales casos no necesitan hospitalización, los repuntes están siendo atendidos en Atención Primaria. “Tenemos muchos profesionales de vacaciones, de baja o de riesgo, pero seguimos siendo la puerta de entrada del sistema”, sentencia Durán. 

Fuentes:

5 Comentarios

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  • Creo que no has leído bien el artículo. No es que se trabaje al 50% de su capacidad. Es que están sólo el 50% de la plantilla para asumir todo el trabajo, que aumenta cada día más y más y así desde hace meses. Ahora toca consulta prioritariamente (que no exclusivamente) telefónica, precisamente por responsabilidad, para evitar que los centros de salud sean un foco de contagios. De todas formas, esto tampoco lo han decidido los médicos. Para ellos es más complicado y genera más incertidumbre y, además, tienen que decidir bien a qué paciente deciden exponer viniendo al centro porque no se puede solucionar el problema por teléfono.

  • Si, porque no los obligan a trabajar, sino solo a educación.
    Deberian de poner medidas y dejar de hacer consultas telefonicas y nada presencial. Asi no nos ajustamos a la nueva realidad en sanidad

    • Totalmente de acuerdo contigo,la atención primaria es de vergüenza en estos momentos,casi fantasma,solo existe si vas por covid.Soy de Zaragoza

    • Totalmente de acuerdo,la atención primaria es vergonzosa,casi fantasma a no ser que sea por vivir,una tomadura de pelo

    • ¿Qué pasaría si ante la inconsciencia de la gente y ante esta situación los sanitarios como muchos otros gremios cuando más los necesitasen se pusiesen en huelga?
      Pero no, hay una cosa que se llama vocación y si, la tienen.
      Pero también hay una cosa que se llama empatía, es decir ponerse en el lugar del otro, comprender cuál es el estado anímico, emocional y físico de todo el gremio de la salud.
      Pero a la población no le importa la vida de los sanitarios. No les importan que ellos sacrifiquen sus vidas. y las de sus familias.
      Los ciudadanos en general, creen que las únicas vidas importantes son las suyas, pero no es así, cualquier vida es importante, también la de los sanitarios.
      Hasta hoy han muerto valiosos médicos, enfermeras, auxiliares, celadores personas que dieron todo por salvar la vida de los demás.
      Y ¿creéis que es justo? O ¿que con aplausos esta todo solucionado?
      Los sanitarios no son héroes, son gente normal y corriente, con las mismas necesidades que cualquier ser vivo y si están agotados física y mentalmente y sobre todo decepcionado por la falta de empatía de toda la población.
      No valoramos nada que tristeza de verdad.