¿Cómo es el trabajo en las áreas de servicio? Refugios (y algo más) de las carreteras españolas

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Foto: Stephen Briger | Shutterstock
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Eva María creció en un lugar de paso, en el kilómetro 285 de la carretera A-2. Sus padres compraron una antigua venta en Épila, Zaragoza, y la convirtieron en un área de servicio. Sus profesores particulares eran los camioneros, que le preguntaban la tabla de multiplicar cuando se sentaba con ellos a la mesa a comer el reparador plato caliente del día después de horas conduciendo. 

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Del 1 al 10 y entre comidas y cenas caseras -legumbres, pucheros, codillo- Eva María aprendió a multiplicar hasta llegar a la universidad. Su carrera de Logopedia clínica fue, sin embargo, un camino de ida y vuelta, porque volvió al kilómetro 285 para dedicarse al negocio familiar, el restaurante El Navarro. 

“Veías casi todos los días a los camioneros, en un ambiente muy familiar, alguno incluso vino a mi boda”, recuerda Eva María, que a través del teléfono explica su oficio a Newtral.es desde una sala del área de servicio, a pesar de la mala cobertura. “Te puedo contar cómo ha cambiado el transporte desde el año 86 hasta ahora”, dice.

Áreas de servicio y autopistas: un servicio básico

La de Eva María es solo una de las 132 áreas de servicio que se pueden encontrar en los bordes de las vías rápidas españolas. Además de las áreas de descanso, son 57 en las autopistas y 75 en las autovías, tal y como indica el Ministerio de Transportes

Según la Orden Circular 320 del año 1994, el conductor debe encontrar un área de servicio cada 20 kilómetros como mínimo y 60 como máximo, ya que, dice la normativa, la “demanda social exige algo más que una buena carretera”.

Desde 1994 estas zonas colindantes a las autovías y autopistas, deben estar incluidas en los proyectos de obra de carretera, explotadas a través de licencias que se conceden por concurso y deben estar “diseñadas expresamente para albergar instalaciones y servicios destinados a la cobertura de las necesidades de la circulación, pudiendo incluir estaciones de suministro de carburantes, hoteles, restaurantes, talleres de reparación y otros servicios.”

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En El Navarro han pasado de preparar las comidas más tradicionales y pesadas, a servir ensalada y pechuga a la plancha para quienes más se cuidan; y de ayudar los transportistas con el fax y las cabinas telefónicas, a dejarles usar el email. 

Aunque hay cosas que se mantienen con el paso del tiempo, dice Eva María: “En los años 80 y 90 vendíamos casetes, luego CDs y ahora la gente ya tiene sus playlist hechas, pero los clientes se siguen llevando de la tienda el souvenir de La Pilarica, tiene muchos asiduos”.

Refugios de carretera

Como El Navarro, Antonio  Villaverde llegó a la carretera antes incluso de que se construyese la autopista en los años 90. Este restaurante es el lugar favorito del presidente de la Asociación de Transportistas Autónomos y vicepresidente de la Federación Nacional de Transporte por carretera (FETRANSA). Un área de servicio de toda la vida para un “transportista de toda la vida”. Así se define Antonio para Newtral.es, después de 40 años de viajes de ida vuelta a través de la ruta N-2.

Las áreas de servicio deben disponer de aseos públicos, duchas, restaurante o parking. Algunas incluso cuentan con seguridad privada. “Muchas veces no duermes bien porque sin vigilancia corres el riesgo de que te atraquen a ti o al camión. Te quitan las baterías o te rajan la lona”, algo que le ha sucedido en alguna ocasión a este transportista e hijo de transportistas.

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En ocasiones el negocio se convierte en algo más que un servicio básico, como explica Eva María: “Mis padres viven arriba del restaurante, si algún camionero tiene algún problema, les avisan y lo intentan solucionar”. Es el único punto civilizado en nueve kilómetros a la redonda, donde se encuentran los pueblos más cercanos. 

Así, son muchas las noches que sus padres han tenido que desvelarse para dar algún medicamento, llamar a una ambulancia o, simplemente, escuchar a los transportistas. Las áreas de servicio acompañan a quienes transitan las carreteras españolas.

Las autopistas y las áreas de servicio en tiempos de crisis

Los transportistas que se pueden permitir el económico menú del día de El Navarro se redujeron a la mitad a partir de la crisis financiera de 2008. “El sueldo nacional está bajísimo, los portes han bajado y el gasoil ha subido. Desde la crisis muchos camioneros no se han recuperado, antes se podían permitir dos comidas calientes al día y ahora muchos de ellos tienen que tirar del cajón de sus neveras”, advierte Eva María. 

Una crisis que también se ha acentuado con la pandemia de coronavirus. En esta área de servicio ahora ya tienen a sus cuarenta empleados trabajando, pero desde que se declaró el estado de alarma el 13 de marzo, hasta el 9 de mayo, tuvieron que cerrar sus puertas al tráfico. 

Durante unas semanas y como la práctica totalidad del país, las áreas de servicio dejaron de funcionar pero los transportistas siguieron haciendo su trabajo en la carretera, sin aseos o comida, hasta que estos locales se declararon esenciales

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Temporal de pandemia

Eva María trasladó el restaurante al parking y cambió los platos por cajas de comidas para llevar: “Muchos sitios estaban cerrados y a nosotros no nos merecía la pena económicamente pero teníamos que dar servicio.” 

 “El 26 de octubre cerraron los interiores en Aragón y otra vez montamos un comedor para cien personas en el parking. No podíamos dejarlos otra vez sin comer pero, al aire libre en octubre, los pobrecitos parecían esquimales en el Cierzo”, cuenta Eva María, que tras ver esta escena, escribió a la Diputación de Aragón para que les permitiese mantener el interior del restaurante abierto con un aforo del 50%. Lo consiguieron y así siguen. 

La pandemia de COVID-19 no ha sido la primera vez que los transportistas sienten que se han quedado tirados. “En episodios de frío, como ocurrió con Filomena, no se pusieron más servicios”, denuncia Villanueva, “el trato es indigno, te obligan a estar 48 horas en áreas enormes para 400 camiones.” Días enteros de hambre y frío donde no cuentan ni con cocina ni con una ducha de agua caliente. 

Desde la Asociación de Transportistas Autónomos siguen solicitando al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana que se construya una red de áreas de servicios equipadas y seguras en las carreteras españolas. No solo para dar servicio a los transportistas, sino a las 91,1 millones de desplazamientos que se realizarán, según estima la Dirección General de Tráfico, durante el verano de 2021.