Primero se probó en organoides (simulaciones de órganos humanos, pero fuera del cuerpo). Ahora, un pequeño grupo de pacientes de cáncer han recibido un anticuerpo de laboratorio que puede ser eficaz en algunos casos. Se llama MCLA-158 y bloquea la expansión del tumor original a otros órganos (metástasis). También frena el crecimiento de los tumores primarios en ratones a los que han implantado células tumorales de cáncer de colon.
Hasta ahora, exploraban su utilidad en la medicina personalizada del cáncer, pero para descubrir el anticuerpo MCLA-158 se ha usado por primera vez un biobanco de organoides. Pudieron probar entre cientos de nuevos anticuerpos cuál de ellos era más efectivo y adecuado para la mayoría de los pacientes.
Esto son buenas noticias, pero los resultados, publicados en Nature Cancer, responden a las fases preliminares, lejos de poderse aplicar de manera generalizada en los hospitales. Y tampoco recogen la parte clave todavía: su ensayo en humanos.
En esto anda ahora el equipo liderado por el Instituto de Investigación Biomédica (IRB) de Barcelona. Los primeros resultados (preliminares) son prometedores. Según han anunciado, tres de siete pacientes con carcinoma de células escamosas de cuello y cabeza lograron remisiones parciales. Uno de ellos logró una remisión completa. En todos se vio que el tumor decrecía.
Anticuerpo, un arma contra el cáncer que se incorpora a las defensas del paciente
En octubre de 2021, la biotecnológica Merus publicó datos preliminares sobre el análisis de la eficacia del anticuerpo contra el cáncer, basados en su ensayo clínico, aún en curso. “Empezamos a investigar las células madre del cáncer hace 15 años. La medicina del futuro empieza aquí”, ha dicho el líder de la investigación Eduard Batlle.
Los anticuerpos son proteínas que el cuerpo produce de manera natural para reconocer agentes infecciosos o células alteradas. El término se ha popularizado con la covid, ya que el organismo los genera tras infectarse o vacunarse. Pero estos anticuerpos contra células cáncer no tienen mucho que ver.
El anticuerpo descrito en este trabajo, el Petosemtamab (MCLA-158), reconoce dos proteínas distintas en las células madre del cáncer, la EGFR y la LGR5. O sea, es como un banderín señalizador que se clava en dos partes concretas de la célula maligna.
La actividad del EGFR favorece el crecimiento descontrolado de las células, mientras que LGR5 marca la superficie de las células madre del cáncer, responsables de la expansión de los tumores. Como explicábamos aquí, las metástasis responden a estos mecanismos, por los que las células malignas colonizan otros órganos.
Un anticuerpo que no altera las células madre sanas, probado en organoides
Según ha detallado Batlle, MCLA-158/Petosemtamab degrada la proteína EGFR en las células madre del cáncer que presentan el marcador LGR5 y así bloquea las vías de crecimiento y supervivencia en las células que inician el cáncer y lo expanden.
«Este anticuerpo, además, no interfiere con el funcionamiento de las células madre sanas del organismo, que son esenciales para el buen funcionamiento de los tejidos», según Batlle.
Los datos preclínicos indican que el anticuerpo MCLA-158 muestra una potente inhibición del crecimiento de los organoides del cáncer colorrectal, bloquea el inicio de la metástasis y el crecimiento del cáncer en diferentes modelos de tumores, entre ellos de cabeza y cuello, esófago y estómago. Esto, fuera de los pacientes. En los modelos de laboratorio.
Según los investigadores, incorporar organoides en las fases iniciales de la generación de fármacos (en este caso, anticuerpos terapéuticos) permite identificar aquellos que son efectivos para la mayoría de pacientes o incluso para tumores portadores de una mutación en particular.
Otra ventaja es la posibilidad de identificar efectos secundarios no deseados de los fármacos sobre órganos, utilizando organoides procedentes de tejido sano, lo que ha permitido valorar los efectos nocivos del fármaco sobre células sanas y eliminar de este modo los anticuerpos con mayor toxicidad en las fases más tempranas del estudio.
En los próximos meses, la empresa Merus tiene previsto publicar nuevos datos sobre los ensayos clínicos en curso con Petosemtamab. «Tenemos la esperanza de que se confirme la actividad antitumoral publicada en los datos preliminares», ha confesado Batlle.