Del ascensor a la sala de reuniones: ¿contagio covid aun sin gente?

Ascensores en tiempos de covid | Wannasinlapin, Shutterstock
Ascensores en tiempos de covid | Wannasinlapin, Shutterstock
Tiempo de lectura: 6 min

Esta historia comienza en la provincia china de Heilongjiang. El 9 de abril, parecía haberse librado del coronavirus, después de casi un mes sin nuevos diagnósticos. Ese día cuatro personas confirmaron su positivo. ¿Qué habían hecho el contagiador inicial? Nada. Salvo coger el ascensor del bloque.

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En uno de los rastreos (retrospectivos) más espectaculares recogidos por los CDC de EE.UU., tiraron del historial de contactos de 71 personas que, una semana después, estaban contagiadas en la misma región, a partir del mismo caso inicial. ¿Un evento de supercontagio? No exactamente. Todo apunta a una persona que llegó de EE.UU. y se puso en cuarentena por si acaso, sin síntomas.

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Resultó que sí que tenía covid asintomático. Eso lo supo más tarde. Pero contagió a su vecino de abajo. Y eso que no se vieron. ¿Cómo es posible? Principal teoría: una mezcla de aerosoles en el ascensor y muy muy mala suerte. Esa es la única explicación.

El infortunado vecino debió de coger el elevador del bloque poco después de que subiese su vecina infectada. Y respiró la nubecilla de gotitas cargadas de virus. Iniciando una nueva cadena de contagios.

«Quizás ha sido el colmo de la mala suerte», explica la doctora en arquitectura Teresa Cuerdo (IETCC/CSIC) a Newtral.es. Para esta experta en ventilación y autora sobre un estudio alrededor de la vivienda en pandemia, este caso seguramente tenga que ver «con la alta carga viral de la mujer, tampoco es lo mismo toser que estornudar que respirar en el ascensor…».

La parte de la mala suerte se explica ahora con otro trabajo que viene a decir que no es tan habitual encontrar aerosoles cargados de virus en cantidades e integridad tal que puedan iniciar una nueva infección al ser respirados.

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Los aerosoles son claves pero, ¿la vía principal de contagio?

En medio del debate sobre la importancia de la transmisión aérea del SARS-CoV-2, un equipo de la Universidad de Ámsterdam (Países Bajos) ha medido con láser la dinámica de las gotitas respiratorias más pequeñas cuando son exhaladas. Aquellas de menos de 5 micras, que ellos consideran candidatas principales a quedarse flotando en el aire y ser respiradas.

Sus resultados indican que el virus no se propaga muy bien a través de ellas: son demasiado pequeñas como para llevar muchas partículas víricas. Pese a ello, los investigadores están de acuerdo en que “los aerosoles son importantes en la transmisión del coronavirus”. Su pregunta es “si es la forma más importante”.

Según este modelo, cuanto más tiempo pasa desde que alguien tose en un recinto cerrado, más difícil es contagiarse, especialmente si el tiempo en que se está en el recinto es corto. Un ejemplo extrapolando este cálculo: un conductor con covid tose sin mascarilla dentro de su coche, con ventanillas subidas. Un viajero se expone mucho más a contagiarse por esos aerosoles si se sube al coche antes de que pase un minuto y medio del tosido y si el trayecto sin ventilación dura más de 12 minutos.

Entre los defensores de la teoría del contagio por aerosol destacan que es un error antiguo considerar que gotitas más grandes, de hasta 100 micras, no pueden quedarse flotando, cuando se ha probado que sí. Así lo destacan en este documento varios expertos que llevan meses reclamando a la OMS que reconozca los aerosoles como vía principal de contagio.

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Los autores del trabajo holandés aseguran que “si se evitan los espacios muy concurridos y mal ventilados (eventos de superdispersión) y a personas que producen muchos aerosoles con grandes cantidades de virus (superdifusión) el riesgo de infección por aerosol no es muy grande”.

Si se evitan espacios muy concurridos mal ventilados y a personas muy cargadas de virus, el riesgo de infección por aerosol no es muy grande

 Daniel Bonn, Universidad de Amsterdam

«Basándonos en los conocimientos actuales, vemos que, en lo que respecta al aerosol, es relativamente seguro entrar en edificios modernos bien ventilados, como aeropuertos, estaciones de tren, oficinas modernas, etc.» dice el investigador principal, Daniel Bonn, que subraya: “La ventilación moderna hace que el riesgo de infección por aerosol no sea muy grande”.

Bonn, recomienda “evitar ascensores, salas de reuniones u otros espacios mal ventilados”. Especialmente sin mascarilla.

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Entonces, ¿ascensores no?

En este sentido, Míriam R. García y Antonio Figueras Huerta (IIM-CSIC) explican que al compartir ascensor, una persona infectada (ya sea sintomática o asintomática) puede contagiar a otra por pequeñas gotas. Pero para la transmisión ni siquiera es necesario compartir el ascensor: «basta estar en contacto con una superficie previamente contaminada».

Como explican en un artículo de mayo en The Conversation junto a Jim Gran (Teagasc), han llegado a publicar que las personas podrían infectarse en los ascensores en solo unos segundos sin contacto directo.

«La evidencia científica es limitada sobre el riesgo real de transmisión de COVID-19 durante el transporte vertical dentro de los edificios. De momento, se centra principalmente en edificios públicos como hospitales y centros comerciales«

La evidencias sobre riesgo real de transmisión en transporte vertical en edificios es limitada. Se ha estudiado sobre todo en hospitales.

Estos estudios generalmente mencionan la posibilidad de transmisión dentro de los ascensores, «pero sin dar detalles o hacer un estudio a fondo», más allá de la hipótesis que se desprende del megarrastreo de China.

Diversas personas expertas consultadas en el Riesgómetro de Newtral tienden a ver a los ascensores como lugares de riesgo moderado. Tirando a bajo si se usan sólo entre convivientes y con un buen ajuste de mascarilla, que proteja de aerosoles.

Tenemos una idea de cuánto es una carga viral suficiente en una persona como para que en su vida cotidiana, sin mascarilla, contagie a otras personas: a partir de menos de 24 ciclos de amplificación en la PCR. Es decir, cuando hacen falta menos de 25 copias ampliadas de la muestra de ARN de un paciente para ver claramente que ahí hay coronavirus.

Eso es útil en exposición directa. Pero ¿y los virus que quedan en el aire? “Todavía no sabemos lo suficiente sobre el número de partículas víricas que hay que inhalar antes de enfermar para poder decir que nuestro análisis de riesgos es perfectamente correcto”, reconoce Bonn, que concluye: “Si surgen nuevos conocimientos sobre el virus y su infectividad, nuestro modelo todavía se mantendría, pero habría que modificar alguno de los parámetros”.

Para Teresa Cuerdo es lógico tener cierta inquietud respecto a espacios pequeños como ascensores sin ventilar. «Puedo tomar precauciones como usar mascarilla, no tocar botones con la mano… Los ascensores son pequeños en muchas viviendas, con un metro cuadrado apenas. Creo que es posible el contagio [por aerosoles], aunque también es mala suerte».

6 Comentarios

  • Todos sabemos que el virus se transmite por el aire, donde está el problema?
    En recintos cerrados todos con mascarilla FFP2, sea tu casa,oficina o donde sea.
    Así de sencillo es.

  • En ascensores si no hay más remedio que usarlos, tocar el botón con el puño cerrado usando los nudillos, empujar la puerta con el puño cerrado y lavar las manos con hidrogel en cuanto salgamos.

  • Yo desde marzo no he vuelto a entrar en bares, cafeterías, restaurantes, conciertos, etc., por precaución. Prefiero pasarme a quedarme corto, porque nos estamos jugando la vida.

  • Yo desde marzo no he vuelto a entrar en bares, cafeterías, restaurantes, conciertos, etc., por precaución. Prefiero pasarme a quedarme corto, porque nos estamos jugando la vida.

  • Cuidado con los taxis. Muchas personas se han contagiado así.

    • Los taxis suelen llevar las ventanas ligeramente abiertas para que circule el aire, y es cuestión de desinfectarse las manos después