Los porqués de la criticada visita de Biden a Arabia Saudí

retos Biden
El presidente de EEUU, Joe Biden | Foto: EFE/EPA/MICHAEL REYNOLDS
Tiempo de lectura: 8 min

Tras una Cumbre de las Américas en la que Joe Biden vetó a los líderes de Cuba o Venezuela por sus fallas democráticas, el presidente estadounidense visitará ahora Arabia Saudí. El viaje obligará a Biden a encontrarse con Mohamed bin Salmán, el príncipe saudí señalado por ordenar el asesinato del periodista Jamal Khashoggi.

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La decisión de la Casa Blanca contrasta con las promesas que Biden hizo en campaña. En 2020, el entonces candidato demócrata a la presidencia declaró su intención de convertir al reino árabe en un Estado paria. Ya no más. El realismo económico y geopolítico han terminado haciendo mella en la administración estadounidense.

Por supuesto, la cita de Biden en Arabia Saudí tiene numerosos críticos. Políticos demócratas y activistas de derechos humanos llevan semanas pidiendo explicaciones por los rumores sobre la posible visita. Ahora que está confirmada, los gritos van desde quienes se resignan ante un error más de Biden hasta quienes piden que el presidente aproveche la visita para exigir explicaciones públicas a MBS, el apodo de Mohamed bin Salmán.

Pase lo que pase en Riad, el momento político es indudablemente trascendental para la región. Irán, Yemen, Israel, la influencia china y rusa en Oriente Próximo y el precio del petróleo serán puntos clave.

En cuanto a Biden, la cita en Arabia Saudí pondrá de manifiesto sus dificultades para liderar Estados Unidos como faro democrático y de defensa de los derechos humanos. Y de nuevo, la hipocresía y los dobles estándares de su nación tomarán protagonismo.

Biden vs. Mohamed bin Salmán

La controversia de la visita de Biden a Arabia Saudí está anclada en la guerra de Yemen y en el asesinato de Khashoggi. En la campaña presidencial de 2020, el entonces candidato demócrata se quiso distanciar de su rival Donald Trump marcando las diferencias con Mohamed bin Salmán.

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  • En 2019, cuando todavía luchaba en las primarias demócratas, acusó a los saudíes de «asesinar niños». Biden parecía referirse a los bombardeos de la coalición saudí en Yemen, donde combaten junto al gobierno yemení contra los rebeldes hutíes, apoyados por Irán.
  • Y en 2020, en un debate con Trump, Biden se comprometió a hacer que Arabia Saudí «pague el precio [del asesinato] y convertirlos en el paria que son».

Tras entrar en la Casa Blanca, Biden fue fiel a algunas de esas promesas con una serie de decisiones que todavía reverberan en la relación de Estados Unidos con Arabia Saudí.

  • Primero, ordenó publicar un informe de inteligencia que vinculaba a MBS con el asesinato de Khashoggi. A ese anuncio le siguieron sanciones que, sin embargo, nunca tuvieron como objetivo directo a MBS.
  • Segundo, estableció el llamado ‘veto Khashoggi’. El propósito era prohibir la entrada en Estados Unidos de saudíes y otros que hubieran amenazado, intimidado o acosado a periodistas y activistas.
  • Tercero, congeló la venta de armas al reino árabe hasta que pudiera determinarse para qué las estaban usando, una clara referencia al conflicto en Yemen.

Biden y las reparaciones de Arabia Saudí

La postura pública hostil de la administración Biden hacia Arabia Saudí nunca se consumó con medidas más drásticas. Y mientras tanto, el reino árabe llevó a cabo iniciativas para reparar la relación con Estados Unidos. Biden, al menos por canales diplomáticos más discretos, estaba dispuesto a escuchar.

  • Poco después de ser investido presidente, Biden envió a Arabia Saudí a un hombre de confianza con experiencia en Oriente Medio: Brett McGurk.
  • Según cuenta POLITICO, McGurk se reunió con Mohamed bin Salmán para establecer el marco de relaciones de ambas naciones para las próximas décadas. Al fin y al cabo, los intereses geopolíticos y económicos de los dos países seguían profundamente interconectados.
  • Al mismo tiempo, McGurk reveló a MBS lo que las agencias de inteligencia estadounidenses habían concluido sobre su papel en el asesinato de Khashoggi. También, que Estados Unidos dejaría de apoyar las actividades militares de la coalición saudí en Yemen.
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La respuesta de Mohamed bin Salmán aseguraba un compromiso por reparar las relaciones entre ambos países. Según fuentes citadas por POLITICO, MBS rechazó haber ordenado el asesinato de Khashoggi, pero admitió que nunca debió haber ocurrido. Dejando eso atrás, señaló MBS, lo importante era escribir un nuevo capítulo en las relaciones Estados Unidos-Arabia Saudí. Pero con condiciones:

  • Mohamed bin Salmán seguiría apostando por reformas en el reino árabe, pero siempre acorde a las necesidades de su nación, no de Estados Unidos. Es decir, cuidado con lo que exigís en según qué ámbitos.
  • Los saudíes trabajarían en la estabilidad en Oriente Próximo, aunque siempre que contasen con el apoyo de seguridad de Estados Unidos. Es decir, más armas.
  • Y Estados Unidos debía comprometerse a una relación basada en «honestidad y transparencia». Es decir, si queréis renegociar acuerdos nucleares con nuestro rival regional Irán, pensadlo dos veces antes de firmar nada.

Año y medio de frustraciones

La relación de la administración de Biden con Arabia Saudí ha encontrado varios baches desde aquella reunión entre McGurk y Mohamed bin Salmán. Y todo puede resumirse en la ambivalencia estadounidense: aplaudiendo concesiones saudíes en privado y limitando reconocimientos en público.

  • En materia de concesiones, los saudíes han ayudado en firmar una tregua en Yemen, han levantado su bloqueo a Qatar y han marcado las pautas para establecer relaciones diplomáticas con Israel.
  • Además, Estados Unidos ha pedido la colaboración saudí en asuntos como la inestabilidad en Irak, la crisis económica en Líbano, la salida de refugiados de Afganistán o los conflictos de Sudán y Etiopía.

El panorama solo empezó a cambiar el pasado septiembre, cuando uno de los consejeros de política exterior más cercanos de Biden viajó a Arabia Saudí. Jake Sullivan se reunió con Mohamed bin Salmán para volver a revisar el tablero de juego.

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  • Sullivan y MBS acordaron dejar atrás los rencores para trabajar conjuntamente en desafíos futuros, pero Biden nunca estuvo a la altura de ese compromiso. El ninguneo al príncipe era cada vez más ruidoso.
  • La frustración saudí lo único que hizo fue aumentar, especialmente cuando la Casa Blanca volvió a pedir ayuda petrolera a los saudíes en febrero. Vladímir Putin estaba cerca de lanzar su invasión a Ucrania y la producción de petróleo se antojaba vital para los siguientes coletazos geopolíticos.
  • MBS rechazó los acercamientos de Estados Unidos argumentando que la inminente crisis energética estadounidense se la habían buscado ellos mismos.

Biden y sus convenientes intereses en Arabia Saudí

Con la guerra, los precios de la energía empeoraron en Estados Unidos, donde la inflación ya era un problema desde otoño. Un aumento de la producción petrolera entre Arabia Saudí y sus aliados petroleros del grupo OPEC+ podría ayudar a estabilizar los mercados globales. Y de ahí el cambio de tercio de Biden.

  • En abril, Biden envió a Arabia Saudí al director de la CIA, William Burns, una figura respetada en el país. La necesidad de restablecer mejores relaciones se hizo más evidente.
  • En las últimas semanas, Biden ha alabado el «valiente liderazgo» de Arabia Saudí en la tregua de Yemen mediada por Naciones Unidas. También ha reconocido el papel del reino árabe en el modesto aumento de producción petrolera de OPEC+.

Clave: los factores económicos y regionales

El petróleo no es la única consideración de Biden en este viaje que le deja tan expuesto a las críticas.

  • Otros líderes occidentales como el francés Emmanuel Macron y el británico Boris Johnson han instado al presidente estadounidense a dejar atrás las tensiones.
  • Dejar que se oxide la relación Estados Unidos-Arabia Saudí puede acercar al reino árabe a los círculos de influencia de China y Rusia.
  • Cualquier nuevo avance diplomático entre Israel y los reinos árabes, algo en lo que ya trabajó con éxito Trump, tiene que pasar por Arabia Saudí.
  • Y la estabilidad de la región, sea con la guerra en Yemen, las amenazas de Irán o la inestabilidad en Siria y Líbano, dependerá en gran parte del papel saudí.

La visita de Biden a Arabia Saudí sin duda pondrá en primer plano la hipocresía y los dobles estándares de Estados Unidos en materia geopolítica. Sobre todo, cuando los intereses económicos son tan evidentes.

Pero ni siquiera una cita oficial junto a Mohamed bin Salmán asegura que Biden vaya a lograr sus objetivos en el más corto plazo. Y las próximas elecciones en las que su partido se juega casi todo son en noviembre. Tic-tac.

Fuentes

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