Después de casi cuatro meses de la invasión de Rusia a Ucrania, la Organización de Naciones Unidas (ONU) ha alertado de que las denuncias por violencia sexual en plena guerra están aumentando. Pramila Patten, responsable en la ONU en el ámbito de violencia de género y conflictos armados, denunciaba a través de un comunicado que esta violencia específica “es una de las más sistemáticas” y, a la vez, “de las menos denunciadas”. Los datos disponibles hasta el momento según la ONU contabilizan 124 denuncias. Pero como apuntaba Patten, “solo representan la punta del iceberg”.
La violencia sexual en conflictos armados, empleada como arma de guerra o favorecida por el contexto bélico, no ocurre solo en Ucrania. Así lo denuncia la Escuela de Cultura de Paz, de la Universitat Autònoma de Barcelona, en su último informe sobre conflictos y derechos humanos (2022). En él, los autores señalan que “el mundo sufrió 32 conflictos armados durante 2021, 15 de ellos en África” y que “la violencia sexual estuvo presente” en muchos de ellos, como es el caso de Etiopía, Libia, Siria o Yemen.
El documento señala, además, que esta en gran parte de los casos se trata de “estrategias de guerra deliberadas” y que aunque la mayoría de los responsables identificados “eran actores estatales”, también se ha documentado violencia sexual en conflictos armados llevada a cabo por actores estatales, es decir, gubernamentales (por ejemplo, fuerzas militares y de seguridad).

Violencia sexual en la guerra de Ucrania
“Hasta el 3 de junio, el Equipo de Vigilancia de los Derechos Humanos del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos ha recibido informes de 124 presuntos actos de violencia sexual relacionada con el conflicto, ocurridos contra mujeres, niñas, hombres y niños en las regiones de Chernihiv, Dnipropetrovsk, Donetsk, Kharkiv, Kherson, Kyiv, Luhansk, Mykolaiv, Vinnytsia, Zaporizhzhia, Zakarpattia y Zhytomyr”, señalaba Pramila Patten.
Patten matizaba que “un campo de batalla activo nunca es propicio para llevar una contabilidad precisa”, pero reconocía que esperar a disponer de datos y estadísticas sólidas podía significar “llegar demasiado tarde”. “No necesitamos datos concretos para ampliar la respuesta humanitaria, ni para que todas las partes pongan en marcha medidas preventivas”, concluía.
En un reporte emitido por la oficina al cargo de la misión de derechos humanos de la ONU en Ucrania, Matilda Bogner, responsable de dicha oficina, apuntaba que “las víctimas de violencia sexual y sus familiares son reacios a hablar debido al estigma”. “Con el tiempo, la dimensión de la violencia sexual se aclarará”, añadía Bogner en su informe.
En conversación con Newtral.es, Irene Zugasti, politóloga e investigadora en el Este de Ucrania en el campo de la seguridad, las relaciones internacionales y la violencia contra la mujer, señala que “no se debe dejar al tiempo la responsabilidad de aportar luz sobre la violencia sexual”: “Entiendo la dificultad de tener una contabilidad fiable, pero si sabemos casi a tiempo real cuántas bajas, heridos y fallecidos hay, habría que intentar incorporar datos sobre otras violencias, como la sexual”, añade.
Zugasti, además, recuerda que “desde 2014 se vienen documentando casos de violencia sexual en la guerra de Ucrania”: “Desde abusos y agresiones en comisarías y cuarteles tanto a mujeres como a hombres hasta amenazas de violar a las mujeres de una familia, pasando por violaciones a mujeres civiles. Hay violencia más allá de la idea de soldados invasores entrando en una casa y violando a las mujeres y niñas”, expone.
Un informe de la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos (OHCHR) analizaba el periodo de 2017 a 2018, es decir, previo a la invasión de Rusia a Ucrania. En él, la OHCHR documentaba “115 casos de denuncias creíbles de detención ilegal o arbitraria, tortura, malos tratos y/o violencia sexual cometidos en ambos bandos”.
Las diferentes formas en que se ejerce violencia sexual
Desde la organización Alianza por la Solidaridad-ActionAid que algunos de los casos documentados en Ucrania hacen referencia a “violaciones individuales y en grupo, embarazos forzados, coerción para presenciar actos de violencia sexual o desnudez forzada”.
Atria Mier, técnica de ActionAid especializada en género, explica a Newtral.es que “la violencia sexual en conflictos armados va más allá de la violación”: “Hay trata con fines de explotación sexual, matrimonio forzado, embarazos y abortos forzados…”, añade.
Tal y como expone Mier, la violencia sexual vinculada a la guerra “comenzó a juzgarse y visibilizarse a raíz del genocidio de Ruanda y de la guerra de los Balcanes”, y “en 2009, la Resolución 1888 de la ONU reconoció que la violencia sexual es un crimen que debe ser prevenido y perseguido por el Derecho Internacional”.
En este análisis de la ONU sobre dicha resolución, la organización señala que la violencia sexual en conflictos armados “es muy efectiva para quebrantar la moral del enemigo, sobre todo si las mujeres son violadas en público o si se obliga a sus familiares a participar”.
“Socava la estabilidad social al destruir familias y comunidades”, apunta la ONU, que también hace referencia a que “el miedo a la violencia sexual limita la movilidad de las mujeres, retrayéndolas de la actividad económica e impidiendo a las niñas asistir a la escuela”.
La organización ActionAid incide en que, en el caso de Ucrania, desde donde muchas refugiadas acuden a Polonia, “el marco legislativo acrecienta el riesgo de que las víctimas de violencia sexual no denuncien por falta de confianza y miedo a la estigmatización”. En Polonia, el aborto está prácticamente restringido y el país ya ha dado pasos para salirse del Convenio de Estambul a pesar de haberlo ratificado, una herramienta jurídica internacional para luchar contra la violencia de género.
“En Polonia, hay movimientos ultracatólicos bloqueando clínicas que practican abortos para que evitar que las mujeres accedan. Las refugiadas están en una situación de extrema vulnerabilidad y hay regiones fronterizas en las que apenas tienen garantías de asistencia médica y psicológica”, apunta la investigadora Irene Zugasti.
La impunidad para cometer agresiones en contextos de guerra
La violencia sexual en las guerras no es únicamente una estrategia contra el enemigo, sino que el propio contexto favorece que se cometan agresiones sexuales por la impunidad, tal y como expone un paper publicado en Journal of Conflict Resolution (2022).
Así lo explica también en conversación con Newtral.es María Villellas, investigadora sobre paz y género en Escuela de Cultura de Paz y miembro de la Liga Internacional de Mujeres por la Paz y la Libertad (WILPF, por sus siglas en inglés): “La ausencia de mecanismos de control y denuncia propician la impunidad para cometer agresiones”.
Villellas señala que la violencia sexual en conflictos armados es un problema “multicausal y complejo”: “Sabemos que es una estrategia de terror muy efectiva. Por ejemplo, si quieres acceder a un territorio para controlarlo y vaciarlo de población para acceder a recursos naturales o porque es una zona estratégica, la violencia sexual o la simple amenaza de violencia sexual es una estrategia efectiva”.
Por otro lado, esta investigadora apunta que la violencia sexual también es una herramienta “de militarismo patriarcal que fortalece el vínculo entre los propios soldados”: “Por un lado, la propia cultura de la violación favorece esa masculinidad basada en el poder y el control. En ocasiones, se fuerza o coacciona a soldados a participar en violaciones grupales porque pasan a ser responsables de un delito. De esta forma, hay una lealtad forzada, es más difícil que abandonen el grupo”.
- Comunicado de la ONU sobre la violencia sexual en Ucrania (junio de 2022)
- Informe sobre conflictos, derechos humanos y construcción de paz (Escuela de Cultura de Paz, Universitat Autònoma de Barcelona, 2022)
- Report on the human rights situation in Ukraine 2017-2018 (Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos)
- Alianza por la Solidaridad-ActionAid
- Resolución 1888 de la ONU sobre violencia sexual en conflictos armados(2009)
- Conflict-Related Sexual Violence and the Perils of Impunity (Journal of Conflict Resolution, 2022)
- Irene Zugasti, politóloga e investigadora en el Este de Ucrania en el campo de la seguridad, las relaciones internacionales y la violencia contra la mujer
- Atria Mier, técnica de ActionAid especializada en género
- María Villellas, investigadora sobre paz y género en Escuela de Cultura de Paz y miembro de la Liga Internacional de Mujeres por la Paz y la Libertad
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