La periodista Lourdes Maldonado fue asesinada frente a su casa seis días después del asesinato de su colega Margarito Martínez. Los crímenes, que ocurrieron en el mismo mes (enero) y en la misma ciudad (Tijuana), reflejan el horror de la violencia que vive la prensa en México, considerado como uno de los más peligrosos del mundo para la profesión.
A las muertes de Maldonado, el 23 de enero, y Martínez, el 17 de enero, se le suma la de José Luis Gamboa, el 15 de enero en Veracruz, sureste de México. El 31 de enero se conoció un cuarto crimen, el del reportero Roberto Toledo, quien trabajaba en el estado occidental de Michoacán. Recibió cuatro disparos en el momento que se encontraba en el estacionamiento del medio Monitor Michoacán.
Además, el periodista Heber López Vásquez, de 39 años, fue asesinado a balazos el jueves 10 de febrero en el puerto de Salina Cruz, en el estado de Oaxaca, sur de México, informaron familiares a Efe. Según El País, fue asesinado a tiros en el estudio de grabación. López Vásquez trabajaba en el portal Noticias Web de Salina Cruz y su muerte fue confirmada por su hermano Irving López Vásquez. Hasta el momento se desconoce el móvil del crimen y, de acuerdo con informes de la policía municipal de Salina Cruz, ya hay dos personas detenidas.
De esta manera, México suma ya en 2022 cinco periodistas asesinados.
A la fecha, no hay resultados concluyentes sobre los móviles de los asesinatos de los periodistas. La Fiscalía General de Baja California dijo a los medios de comunicación que el crimen de Lourdes Maldonado no guarda relación con su trabajo periodístico, a diferencia del de José Luis Gamboa, mientras que el de Margarito Martínez estaría vinculado al crimen organizado.
Tras conocerse el asesinato de Toledo, el coordinador de Comunicación Social de la Presidencia del México, Jesús Ramírez Cuevas, dijo a través de su cuenta de Twitter que el Gobierno condenaba el asesinato, mientras que Armando Linares, director de Monitor Michoacán donde laboraba Toledo, dijo a la Agencia EFE que “hoy finalmente las amenazas se cumplen y uno de nuestros compañeros perdió la vida a manos de tres personas que llegaron y le dispararon de manera ruin, de manera cobarde”. La muerte también fue denunciada por la ONG mexicana Artículo 19 y Reporteros Sin Fronteras España.
“El año 2022 se ha estrenado con un baño de sangre para el periodismo mexicano”, lamenta en un comunicado el director para América Latina de Reporteros Sin Fronteras (RSF), Emmanuel Colombié. Las muertes ocurridas en las primeras semanas del año, según Colombié, hacen presagiar que este 2022 será otro año sangriento para la libertad de prensa.
Manifestaciones en más de 60 ciudades de México por la violencia contra la prensa
Esos homicidios de los últimos días motivaron manifestaciones en más de 60 ciudades de México para demandar el cese de la violencia en contra de la prensa, protección para los periodistas y justicia para las víctimas. “El asesinato de Lourdes Maldonado, Margarito Martínez y José Luis Gamboa son un recordatorio del alto costo que tiene para la prensa informar”, dice a Newtral.es Juan Vázquez, miembro de la ONG Artículo 19.
En ese país cada 12 horas se agrede a un periodista. ¿Hay una conexión entre la violencia y asesinatos de periodistas en México con el crimen organizado y la clase política local? Según los periodistas, sí. Estas son las claves de por qué ser periodista en México es una profesión de alto riesgo, como lo asegura el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por su siglas en inglés).
La violencia contra la prensa en México, “una tragedia sostenida en el tiempo”
México no vive una guerra, pero por lo que viven los periodistas lo parece. Los reporteros y organizaciones lo creen por las nueve muertes de hombres y mujeres de la profesión que ocurrieron en 2021, y las tres que se registraron en el primer mes de 2022. También lo creen porque en el primer semestre de 2021 la ONG Artículo 19 documentó 362 agresiones, una cada 12 horas.
Este escenario pone a México, a la par de Afganistán, como las naciones más peligrosas del mundo para ejercer el periodismo en 2021, según el organismo Campaña Emblema de Prensa (PEC). En el total de los últimos cinco años, según esta ONG, México acumula 66 asesinatos de periodistas, más que ningún otro país donde se ejerce esta profesión. También los informes sobre libertad de prensa de RSF y CPJ concluyen que en México no es seguro ser periodista.
Esta alerta sobre la situación que enfrentan no es nueva, pero se ha dimensionado por la muerte en menos de una semana de tres periodistas. “Hay que enmarcar la situación de violencia de la prensa en México como una tragedia sostenida en el tiempo y el hecho de que sea de esta manera hace referencia de que no es de hoy, se ha mantenido por largos años”, señala a Newtral.es el relator para la Libertad de Prensa de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH), Pedro Vaca.
Las cifras de la violencia contra la prensa
México es uno de los países más violentos del mundo, con 30.000 homicidios en 2021. Y los periodistas no escapan. Desde el año 2000 han sido asesinados 145 periodistas, de acuerdo con registros de Artículo 19, mientras que el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador contabiliza 52 desde 2018. También hay 495 periodistas al amparo del Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas de la Secretaría de Gobernación (lo que equivale al Ministerio del Interior en España).
Esa semana decenas de informadores protestaron por más de 60 ciudades de la república mexicana preocupados e indignados por esa espiral de violencia que está acabando con la vida de los periodistas. El llamado que hace la CIDH al Estado de México es que prevenga la violencia contra la prensa, proteja a los periodistas y judicialice a los responsables.
Los casos de los periodistas mexicanos asesinados quedan impunes
Que en un país estén muriendo periodistas es alarmante, pero lo es más que sus crímenes queden en la impunidad, dice la CIDH. En México el 99% de las muertes quedan archivadas en las Fiscalías, señala a Newtral.es la organización mexicana Artículo 19. Ese porcentaje es similar al que aportó el 26 de enero de 2022 el Gobierno de López Obrador, partiendo de los asesinatos que se cometieron desde 2018. “La impunidad es superior al 90%”, reconoció el responsable de la Unidad de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Enrique Irazoque Palazuelos.
A pesar de que recientemente se han producido algunos avances en materia de protección, de acuerdo con Reporteros Sin Fronteras, México continúa hundiéndose en “la infernal espiral de la impunidad”. En ese sentido, la colusión de las autoridades y los políticos con el crimen organizado amenaza gravemente la seguridad de los actores de la información y obstaculiza el funcionamiento de la justicia del país a todos los niveles.
Para Pedro Vaca, relator de la CIDH, la impunidad es un acelerador de la repetición de las agresiones en contra de los periodistas. Además, demuestra la tolerancia institucional del Gobierno. La periodista Maldonado en marzo de 2019 le dijo al presidente Andrés Manuel López Obrador que “temía por su vida”.
Obrador le prometió ayuda, sin que se tradujera en seguridad debido a que en abril de 2020 desconocidos dispararon a su vehículo. “Si ese mensaje (de Maldonado) no canalizó de manera oportuna medidas para evitar escenarios fatales, el episodio acentúa los deberes del Estado”, asevera Vaca.
Cansado de las violencias en contra de los periodistas, Alejandro Meléndez, miembro del colectivo Periodistas Unidos, decidió organizar las manifestaciones del pasado 25 de enero de 2022 con la esperanza de hacer reaccionar al Gobierno de López Obrador y a la sociedad mexicana, acostumbrada a convivir con noticias de homicidios todos los días.
“La demanda nuestra es la seguridad, que podamos ejercer sin ser asesinados. Al Estado le pedimos que meta a la cárcel a los políticos señalados de asesinar a periodistas”, dijo a Newtral.es. Para Meléndez, el alto índice de impunidad manda el mensaje de que matar a un periodista en México “es fácil”. “Solo pedimos justicia”, agrega.
Los periodistas son asesinados por reportar la violencia y la corrupción
Vania Pigeonutt es una periodista que ha hecho carrera en Guerrero, uno de los estados de México más violentos en el que en un día de 2021 se han llegado a registrar 12 homicidios vinculados al crimen organizado. “En Guerrero te enfrentas a muchas violencias, además la precarización laboral acrecienta el nivel de vulnerabilidad que sufren los periodistas”, comenta a Newtral.es Pigeonutt.
Y es justamente por reportar las violencias perpetradas por el crimen organizado que los periodistas son víctimas de narcotraficantes, políticos locales y policías. “Podemos vernos transgredidos por la Policía o políticos. No solo son las bandas criminales. No es solo un actor que nos violenta, son muchos actores y están coludidos, la orden de matar la puede dar un político o criminal”, dice la periodista.
Según RSF, cuando los periodistas investigan temas molestos para el Gobierno o relacionados con el crimen organizado, especialmente a nivel local, “sufren amenazas e intimidaciones, y pueden ser asesinados a sangre fría”.
Ese planteamiento de RSF lo comparte el periodista Alejandro Meléndez, quien menciona que cuando los reporteros tratan de investigar las muertes o casos de corrupción vinculadas a narcotraficantes o políticos es cuando empiezan las amenazas.
“Evitan que demostremos la colusión de las autoridades locales con el crimen organizado”, manifiesta Meléndez. Tras el incremento de la violencia los periodistas han sido desplazados de sus territorios, como ocurre en el municipio de Ayotzinapa (Guerrero), conocido por la desaparición de 43 estudiantes de una escuela para maestros, en 2014.
De acuerdo con Vania Pigeonutt, en Ayotzinapa los reporteros locales que investigaban ese episodio violento han quedado desprotegidos por lo que no les ha quedado otra opción que huir. Sin embargo, cree que no se debe dejar de reportar porque el hecho de hacerlo “nos vulnera”.
La violencia y la impunidad están dejando un mensaje de autocensura para la prensa
Al respecto, el relator para la Libertad de Prensa de la CIDH cree que la impunidad también está dejando el mensaje de autocensura, algo que desde su punto de vista es “inaceptable en una sociedad democrática”. Pero el miedo ha calado en periodistas que viven en estados como Veracruz, Baja California y Guerrero, donde se ha impuesto el silencio para evitar consecuencias mortales.
“Hay una estrecha línea entre el Estado y el crimen organizado que nos pone en bastante riesgo. Hay estados y municipios en situación de ingobernabilidad de modo que se han establecido zonas de silencio. Si los periodistas empiezan a publicar, inmediatamente son amenazados, privados de libertad, y en el peor de los casos son asesinados”, dice Félix Márquez, reportero en el estado de Veracruz.
Trabajar en esas condiciones, añade, es imposible, pero si algo tienen claro los periodistas es que “no se mata la verdad, matando a los periodistas”, como se lee en los carteles que mostraron durante las manifestaciones del pasado 25 de enero.
*ACTUALIZADO AL 10/02/2022. El artículo ha sido actualizado para incluir el reporte del quinto asesinato de un periodista en México. El crimen ocurrió el 10 de febrero de 2022.
Fuentes:
- Entrevista con la periodista Vania Pigeonutt
- Entrevista con el periodista Félix Márquez
- Periodista Alejandro Meléndez, en entrevista con Newtral.es
- Entrevista con Juan Vázquez, ONG Artículo 19
- Entrevista con Pedro Vaca, relator de la CIDH
- Informes sobre la libertad de prensa en México, CPJ
- Informes sobre la libertad de prensa en México, RSF
- Artículos sobre violencia en México de El País
- Artículo de la Agencia EFE
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