El Parlamento Europeo ha aprobado este jueves 16 de septiembre pedir la inclusión de la violencia de género como eurodelito. Es decir, considera que cumple las condiciones para ser considerada como tal, según el Artículo 83 (1) del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea, ya que es un delito de especial gravedad, que tiene una dimensión transfronteriza y que es necesario combatirlo siguiendo criterios comunes.
Actualmente, la lista incluye el terrorismo, la trata de seres humanos y la explotación sexual de mujeres y niños, el tráfico ilícito de drogas, el tráfico ilícito de armas, el blanqueo de capitales, la corrupción, la falsificación de medios de pago, la delincuencia informática y la delincuencia organizada.
Así, la decisión ha salido adelante con 427 votos a favor, 119 en contra y 140 abstenciones. De acuerdo a los votos nominales, 12 eurodiputados del Partido Popular se han abstenido y una, Isabel Benjumea, ha votado en contra junto con los cuatro eurodiputados de Vox. El resto de eurodiputados españoles han votado a favor.

La cuestión ahora pasaría al Consejo Europeo, donde debe recibir el visto bueno de gobiernos como el de Hungría, Polonia y República Checa, que podrían suponer un escollo en tanto que la decisión debe tomarse por unanimidad.
Con la excepción de Polonia, ni Hungría ni República Checa han firmado el Convenio de Estambul, o Convenio del Consejo de Europa sobre prevención y lucha contra la violencia contra la mujer y la violencia doméstica. Tampoco lo han hecho Bulgaria, Letonia, Lituania y Eslovaquia, que también son Estados miembro y forman parte del Consejo. Por su parte, Polonia, que sí lo ha ratificado, ya ha tomado medidas para retirarse de la Convención después de que hiciese lo propio Turquía.
Armonizar la definición de violencia de género
La decisión de incluir la violencia de género en la lista de eurodelitos nace de la Comisión de Derechos de las Mujeres e Igualdad de Género del Parlamento Europeo (FEMM). Dicha comisión se apoya en un informe –una Evaluación de Valor Añadido Europeo– que concluye los beneficios que tendría la inclusión de la violencia de género como eurodelito.
Por ejemplo, armonizar la definición de violencia de género en el ámbito europeo y dotar a los Estados miembro de una normativa más homogénea. Actualmente, no todos los países de la Unión Europea diferencian entre violencia doméstica y violencia de género. Y no en todos, siquiera, la violencia doméstica se considera un delito específico, sino que está castigado bajo otras figuras delictivas. Es el caso, por ejemplo, de Francia y Finlandia, tal y como expone un informe elaborado por el Servicio de Estudios del Parlamento Europeo (EPRS).
España y Suecia sí diferencian, en términos legislativos, entre violencia de género y doméstica, estando la de género tipificada como delito en sí mismo. Aun así, ni siquiera España y Suecia coinciden del todo en cómo se tipifica el delito, tal y como apuntaba otro informe de 2019 del Instituto Europeo de la Igualdad de Género (EIGE).
¿Qué implicaría incluir la violencia de género como eurodelito?
María Eugenia Rodríguez Palop, jurista y eurodiputada por Podemos, explicaba a Newtral.es en calidad de vicepresidenta de la Comisión de Derechos de las Mujeres e Igualdad de Género del Parlamento Europeo (FEMM) que “incluir la violencia de género en la lista de ‘eurodelitos’ fijaría una definición común de sus formas y de las sanciones aplicables, igualando la protección de las mujeres en todos los Estados miembro y reconociendo el carácter estructural del problema”.
“Una de las dificultades que tenemos para estudiar y combatir estos delitos en Europa es que carecemos de datos suficientes y comparables debido, precisamente, a la falta de un criterio unificado para contabilizar estas violencias”, añadía Rodríguez Palop.
Un diagnóstico que también compartía la jurista Encarna Bodelón, doctora en Derecho, profesora de Filosofía del Derecho en la Universitat de Barcelona y responsable de la recopilación de datos de España para el informe del EIGE de 2019: “La variedad del tratamiento penal hace que los niveles de protección sean diferentes entre países. Así, lo que que en un país es un delito específico en otro no lo es. Sería conveniente tener unos mínimos sobre tipificación, atención y prevención”, explicaba en conversación con Newtral.es.
Evelyn Regner, eurodiputada por el Partido Socialdemócrata de Austria y presidenta de la Comisión FEMM, explicaba a Newtral.es que esto supondría “un paso significativo para reducir el elevado número de víctimas de violencia de género”: “También reduciríamos los costes de la violencia de género, estimados en 290.000 millones de euros cada año en la UE”, añadía.
Según la Evaluación de Valor Añadido Europeo, informe en el que se ha apoyado la Comisión FEMM: “Mejorando la prevención, la persecución y la protección, la acción de la UE podría generar importantes beneficios para las víctimas y para la sociedad; considerando solo la dimensión económica, disminuir la incidencia de la violencia de género podría generar unos beneficios de 25.100 millones de euros a corto plazo (5 años) y entre 54.400 y 83.900 millones de euros a largo plazo (10 años)”.
¿Cuáles son los siguientes pasos?
Una vez aprobado en el pleno de la Eurocámara, se enviará al Consejo Europeo, que tendrá que decidir por unanimidad si acepta considerar la violencia de género un eurodelito.
De ser así, la Comisión Europea tendría que desarrollar una directiva con unas normas mínimas y una definición común de delitos y sanciones que los Estados miembro estarían obligados a aplicar.
El estudio elaborado para esta propuesta reconoce que la inclusión finalmente como eurodelito es solo “moderadamente factible” debido a la previsible oposición de varios Estados dentro del Consejo. Como explicábamos, algunos ni siquiera han ratificado el Convenio de Estambul (Bulgaria, República Checa, Hungría, Letonia, Lituania y Eslovaquia); y en el caso de Polonia, este amenaza con salirse del Convenio siguiendo los pasos de Turquía.
En Europa no lo llaman violencia de género sino violencia contra la mujer y violencia doméstica. Y solo Suecia tiene una ley de violencia de género comparable a la nuestra,