Emma Larreta conoció a un chico con el que salió durante seis meses. Era 2007, en Pamplona, y tenía 32 años. Tras la ruptura, Emma cuenta a Newtral.es que siempre iba tras ella: “Solo me buscaba, me llamaba… Pero nunca me había amenazado, así que no pensé que me haría daño”. “Un día me encontró de fiesta con unos amigos y me dijo que tenía tiempo para todos menos para él”, relata ella. La zarandeó y ella interpuso una denuncia a la mañana siguiente. “Le llamaron para decir que tenía que comparecer para un juicio rápido porque yo le había denunciado. Fue a buscarme al trabajo y me atacó. Sobreviví a las 27 puñaladas que me dio mi expareja, pero las secuelas físicas son de por vida”, reconoce. Emma es una de las muchas mujeres que por la violencia de género tiene una discapacidad acreditada.
Según la última Macroencuesta de Violencia contra la Mujer (2019), un 20,7% de mujeres que han sufrido violencia de género tienen una discapacidad acreditada del 33% o más ocasionada por las agresiones. Respecto a la violencia fuera de la pareja y concretamente sobre la violencia sexual, el 14,3% de mujeres encuestadas afirmaron que la discapacidad es consecuencia de estos episodios.
Un trámite de urgencia para acreditar la discapacidad
En el caso de Emma, mientras su expareja la agredía, consiguió salir a la calle y pedir auxilio. “Justo pasaba una concejala por ahí y su escolta, que era policía, se bajó del coche y consiguió detenerle”, relata la víctima superviviente. “Pasó mucho tiempo hasta que pude recuperarme. Me tenían que lavar y bañar, solo podía mover una mano, por lo que no podía ni cuidar de mis hijos. Ahora he recuperado cierta movilidad, pero tengo reconocida una discapacidad del 39%”, añade.
Tras la agresión sufrida, que casi acaba con su vida, Emma diseñó una performance teatral para visibilizar y concienciar sobre la violencia de género y la discapacidad. Con Invisibles, así se llama la pieza, ha recorrido la geografía española “para crear espacios de reflexión y diálogo”. “La sociedad tiene que saber que esto ocurre, y que cuando te sucede, es muy duro. Cuesta quitarse el maltrato de encima, pero también hay que reivindicar que no nos define solo esto”, sentencia.
Precisamente por ser una realidad todavía poco visible y por la dificultad que enfrentan las víctimas supervivientes, Edurne Jáuregui, coordinadora de COCEMFE Navarra, celebra “el trámite de urgencia para acreditar una discapacidad a causa de la violencia de género”.
Como explicábamos en Newtral.es, el Gobierno anunció hace unas semanas el establecimiento de un trámite de urgencia “por causas humanitarias o de especial necesidad social, de salud o de esperanza de vida”, que incluye ejemplos como personas con enfermedades como la ELA u otras enfermedades degenerativas. Aquí es donde entrarían las víctimas de violencia de género, que podrán acogerse al trámite en el que se acortan los plazos para la valoración que debe acreditar la discapacidad.
En conversación con Newtral.es, Jáuregui hace hincapié en el mayor riesgo que tienen las mujeres con discapacidad de sufrir violencia: “Cuando es una discapacidad intelectual, las mujeres tienen aún menos credibilidad. Y los recursos para mujeres con discapacidad no tienen una atención específica adecuada para el tema de la violencia de género, por lo que no se detecta”.
Mujeres con discapacidad: mayor riesgo de sufrir violencia de género
De acuerdo con la Macroencuesta, “el 40,4% de las mujeres con discapacidad acreditada ha sufrido algún tipo de violencia en la pareja frente al 31,9% de las mujeres sin discapacidad acreditada”. Una cifra que, según Isabel Caballero, de CERMI Mujeres, “podría ser mayor”: “Hay mujeres con discapacidad que no la tienen reconocida”.
Caballero, en conversación con Newtral.es, coincide con Jáuregui en la infra detección que hay de las violencias ejercidas sobre mujeres con algún tipo de discapacidad: “En el imaginario colectivo no se las percibe como potenciales víctimas, a pesar de tener más riesgo de serlo. Se entiende que toda su vulnerabilidad gira en torno a la existencia de la discapacidad”.
Sobre la discapacidad como consecuencia de la violencia de género, la coordinadora de CERMI Mujeres recuerda “que, en efecto, hay mujeres que se quedan sordas o ciegas por las palizas”, pero pide no poner el énfasis “ solo en la violencia física”: “La situación de estrés continuada que producen otras violencias, como la psicológica o la económica, genera trastornos de salud mental graves y sostenidos en el tiempo, además de contribuir a la aparición de enfermedades incapacitantes”, añade.
- Macroencuesta de Violencia contra la Mujer (2019)
- Emma Larreta, víctima superviviente de la violencia de género
- Edurne Jáuregui, coordinadora de COCEMFE Navarra
- Isabel Caballero, coordinadora de CERMI Mujeres
Cómo hago para acreditar que tengo discapacidad por violencia de género