¿Cómo sería la vigilancia de la COVID-19 si acaba siendo estacional?

Toma de muestra para diagnóstico de COVID-19. | Antonio Lacerda, Efe
Tiempo de lectura: 9 min

La ministra de Sanidad, Carolina Darias, anunció el pasado 12 de enero que el Gobierno está decidido a dar los primeros pasos hacia una vigilancia de la COVID-19 más parecida a la vigilancia de la gripe, “una vez superada esta sexta ola”. 

Publicidad

El Gobierno pretende realizar un cambio progresivo desde un sistema de vigilancia emergente a otro de vigilancia centinela. Darias ha adelantado una “transición compleja”, aún sin fecha. 

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido que aún es pronto para tratar la COVID-19 como una enfermedad endémica o estacional como la gripe por el alto grado de incertidumbre y que su evolución dependerá de las acciones que se tomen de forma colectiva en Europa y en todo el mundo.

Los especialistas coinciden con la OMS en que aún es pronto para saber cómo se comportará la COVID-19, lo que condicionará su vigilancia. Pero ya a mediados de 2021 se comenzó a desarrollar en España un sistema de vigilancia epidemiológica conjunto de gripe, COVID-19 y otras infecciones respiratorias. Este sistema sería de tipo centinela, es decir, que se centraría en seleccionar casos como muestra representativa para toda la población en lugar de recoger información epidemiológica de cada caso que se notifica. Lo explicamos.

Es pronto para saber si la COVID-19 será endémica o estacional como la gripe

Matilde Cañelles, inmunóloga del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), señala a Newtral.es que es pronto para saber cómo evolucionará la COVID-19. “Además, se han confundido mucho los términos de endemia, epidemia y estacional”, señala Cañelles. “Una enfermedad endémica presenta un número de casos constante en el tiempo en un territorio concreto. Pero esto no es sinónimo de enfermedad leve. Por ejemplo, la malaria es endémica en algunas zonas de África y no es leve”, explica.

Por su parte, una epidemia se basa en brotes en un territorio concreto, “equivalente a lo que ha sido una ola de COVID-19 en un solo país”, afirma la inmunóloga. La gripe, por ejemplo, es una epidemia que podría convertirse en pandemia, pero nunca sería endémica porque es estacional, es decir, no presenta un número de casos constantes en el tiempo sino que presenta picos en otoño e invierno

Publicidad

“Ahora mismo no se sabe cómo evolucionará la COVID-19. Por el momento, su comportamiento epidemiológico se parece más a la gripe que a una endemia porque produce picos de casos”, afirma Cañelles. Pero no se sabe aún si la COVID-19 será estacional como la gripe. “Yo de momento no veo que los picos tiendan a estacional”, señala, “ha habido picos en verano y en invierno, más o menos cada seis meses”. “Es posible que pueda llegar a ser estacional, pero de momento es pronto para saberlo”, señala. 

Centros Nacionales de Gripe para elaborar las vacunas anuales

Raúl Ortiz de Lejarazu, consejero científico del Centro Nacional de Gripe de Valladolid, coincide en que “es posible que en algún momento, en un año o dos, la COVID-19 pase a ser estacional. Es decir, que produzca un pico de casos estacional cada otoño e invierno y que sea más controlable y menos disruptiva socialmente”. “Es en este caso cuando será posible una vigilancia de la COVID-19 más cercana a la de la gripe”, afirma a Newtral.es. 

La vigilancia de la gripe se hace gracias a una red internacional de Centros Nacionales de Gripe (NIC, por sus siglas en inglés) que se extienden por todo el mundo y están reconocidos por la OMS. En España hay tres: uno en Barcelona, otro en Madrid y otro en Valladolid. “Cada estación gripal se encarga del diagnóstico, cultivo y envío de cepas de virus de la gripe a los laboratorios colaboradores regionales, en nuestro caso el Instituto Crick de Londres, en Reino Unido”, señala Ortiz de Lejarazu. 

Los NIC sirven, además de para conocer la transmisión de la gripe, “para conocer los mejores virus candidatos para la elaboración de la vacuna anual de la gripe, que se actualiza cada año y lo hace gracias a nuestro trabajo y el de otros 145 laboratorios repartidos por todo el mundo”, añade el epidemiólogo. 

Además de los NIC, en España hay Redes Centinela y laboratorios asociados en las Comunidades Autónomas, que se agrupan en el Sistema de Vigilancia de la Gripe en España (SVGE). En 2021 se modificó este sistema para vigilar todas las infecciones respiratorias, incluyendo la gripe, la COVID-19 y la producida por el virus sincitial respiratorio. Este sistema se ha denominado Sistema de Vigilancia de la Infección Respiratoria Aguda (SiVIRA)

Publicidad

“La idea de SiVIRA es integrar la información de varios sistemas: de atención primaria, de hospitales y de laboratorios de microbiología y de genómica”, apunta a Newtral.es Salvador Peiró, especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública de la Fundación para el Fomento de la Investigación Sanitaria y Biomédica de la Comunitat Valenciana (FISABIO). Según Peiró, “SIVIRA ya se ha iniciado, aunque está en construcción. Las comunidades autónomas van incorporándose lentamente”. 

El Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés) ya recomendó el pasado octubre la transición del sistema de vigilancia de COVID-19 a sistemas conjuntos para vigilar distintas infecciones respiratorias, tanto en el ámbito de atención primaria como de hospitales. 

Vigilancia centinela conjunta de la COVID-19, gripe y otras infecciones respiratorias

SiVIRA no pretende hacer una vigilancia de emergencia, como la que se ha hecho con la COVID-19, sino que son de tipo centinela. Una vigilancia de tipo centinela no se centra en recoger información de todos los centros sanitarios, sino que selecciona un número determinado de casos como muestra representativa y que se extrapola al resto de la población, explica Peiró. A cambio, se analizan mucho más aspectos de esta muestra, entre ellos, qué síntomas ha tenido el paciente, qué factores de riesgo presentaba y una secuenciación del virus. 

Aunque el sistema aún no está ultimado, ya se han publicado protocolos. Según el protocolo para la SiVIRA de atención primaria, publicado el pasado 14 de diciembre por la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica (RENAVE) y el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), se reportarán todos los casos de infecciones respiratorias agudas, pero de ellos solo se notificarán los datos básicos, como la edad y sexo del paciente o la semana en la que se ha notificado. Por otro lado, cada médico centinela seleccionará los primeros 2-5 pacientes de la semana. En estos casos se hará un análisis completo. Se les encuestará sobre los síntomas, los factores de riesgo, el estado de vacunación, se les hará un diagnóstico específico para distinguir la COVID-19 de otros virus y se secuenciará una muestra del paciente para identificar variantes

Según el protocolo específico para hospitales, también se controlarán los ingresos y casos graves. Según el protocolo, se recomienda al menos un hospital de referencia por comunidad autónoma. Además de contabilizar todos los ingresos de sospechas de infecciones respiratorias, se tomarán muestras de determinados pacientes para un análisis más profundo y que serán representativas de los virus que circulan en cada región

Publicidad

Los indicadores que se harán públicos en el informe final, según el protocolo, serán la incidencia de casos de infecciones respiratorias por sexo y grupos de edad a nivel nacional y por comunidad autónoma, el porcentaje de positividad a SARS-CoV-2, gripe y virus sincitial, la evolución de la circulación de los virus, la presentación clínica de los casos analizados y el perfil genético de las variantes que circulan. También se publicarán las tasas semanales de casos graves y la prevalencia de complicaciones y factores de riesgo para enfermedad grave de gripe y COVID-19. 

El objetivo de este sistema es estimar la incidencia a nivel nacional de infecciones respiratorias y tener una idea de su transmisión. Según el documento, los informes no serán diarios como han sido durante la pandemia de COVID-19, sino que serán semanales como se hace en la vigilancia de la gripe. De hecho, ya se han publicado informes semanales sobre la vigilancia de SiVIRA, aunque no tienen información de la COVID-19. 

“Este sistema centinela permite ir vigilando cómo funciona la transmisión y así poder  tomar decisiones como cuándo empezamos a vacunar de la gripe, si es necesario hacer pruebas generalizadas o aislamientos, etc”, subraya Peiró. 

Según el especialista de FISABIO, la transición a este sistema podría tardar más de un año. “Se tienen que hacer acuerdos internacionales, formar al personal…Un sistema así no se hace de un día para otro”, insiste. 

Por su parte, Ortiz de Lejarazu recuerda que para que el sistema sea eficaz será necesario “unificar criterios de vigilancia y de recogida de datos epidemiológicos a nivel internacional”. Este tipo de vigilancia, opina, solo podría iniciarse “cuando el número de casos y hospitalizaciones se haya estabilizado y mantenido durante un periodo superior a cinco meses en toda Europa, aunque haya ligeras diferencias por país”.

Fuentes