La COVID-19 afecta con especial dureza, además de a las personas mayores, a las personas con patologías previas. Ese es el caso de Olatz, 26 años y de Rebeca, de 42 años, que padecen cáncer diagnosticado durante la pandemia. O el caso de Cristina, de 25 años, que tiene los dos pulmones trasplantados y está en fase de que su cuerpo los acepte o no.
Estas tres mujeres son el rostro y la voz de miles de personas con patologías previas que viven la pandemia con un riesgo constante: el de contagiarse.
Rebeca explica que “lo que está siendo súper complicado es llevar una mascarilla hasta en su propia casa” teniendo además dos hijos, y uno de tres años. “No les puedo dar un beso. En mi casa solo me puedo quitar la mascarilla en una zona limpia que hemos dejado: mi habitación y un cuarto de baño”.
Esa misma falta de cariño físico también la ha notado Olatz. “Cuando a ti te diagnostican una enfermedad de estas características y cuando se lo comunicas a tu entorno más cercano, todo el mundo quiere abrazarte y tienes que decirles que no”. “Ha sido una de las cosas más duras porque a mi en el hospital me dijeron que tenía que cuidarme mucho”, relata.
Cristina, por su parte, sigue yendo a trabajar. “A mí me han dicho en el trabajo que tengo que ir y tengo que ir…”, dice. “Iba en transporte público pero he tenido que modificar el trayecto para ir en coche y salir una hora antes”, asevera. Pero vamos, que cuando salgo del trabajo vuelvo a mi casa. Vivo prácticamente encerrada”.
“Llevo 6 o 7 meses sin ver a mi médico”
“Te puedo decir que llevo 6 o 7 meses sin ver a mi médico”, dice Cristina, respondiendo a una de las consecuencias directas que ha tenido la pandemia en el tratamiento de sus trasplantes.
“Me llama, me pregunta qué tal estoy y ve las pruebas a las que voy rigurosamente durante 5 minutos. Me hago la prueba y vuelvo a mi casa. Pero verle, lo que es ver a mi médico, llevo 6 meses”, insiste.
Algo que para Rebeca es impensable. “Cuando me dice Cristina que no ha visto a su médico, me parece… De verdad, un paciente al final no puede estar meses sin ver a su médico, sin verle la cara. Necesitas ver esa otra cara, tiene una parte humana como cualquier otra enfermedad que pesa mucho”.
Carmen Yélamos Agua es la responsable de Psico-Oncología de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) y explica a Newtral.es que “habitualmente el oncólogo es la figura de referencia para una persona con cáncer”.
“Cuando esta figura de referencia y de seguridad se pierde, indudablemente la sensación de inseguridad, de temor, de miedo a qué va a pasar o a cómo se puede gestionar la enfermedad es algo que afecta a los pacientes”, asegura Yélamos.
“Me retrasaron la prueba diagnóstica más importante”
Olatz relata que, para ella, “el reflejo más vivo de la pandemia” fue cuando le retrasaron “la prueba diagnóstica más importante” que tenía que hacerse en abril. “Me llamaron y me dijeron que me cancelaban la gastroscopia porque estamos en plena alerta sanitaria. Eres joven, tú no tienes nada grave, no te preocupes que puedes esperar a junio. Así me lo dijeron”, dice.
“¿Hubiese cambiado mi diagnóstico si me hubiesen hecho la gastroscopia en abril? Bueno, fueron unos meses. Rebeca lo sabrá, en el cáncer el tiempo es oro”, lamenta.
Sobre esa misma idea Rebeca recuerda que se hizo unas pruebas en noviembre y que el resultado no se lo dieron hasta julio. Es decir, ocho meses después. “Que quizá, si yo hubiera tenido esos resultados en diciembre, probablemente en vez de tener un estadio cuatro, un cáncer de pecho metastatizado, habría tenido a lo mejor un cáncer de pecho sin metástasis.
Y toda esta situación ha hecho que Olatz, según explica, tenga más miedo a que “se paralice el tratamiento” de su cáncer por contraer el virus que el hecho de contraerlo en sí, por una vivencia que tuvo en el hospital de día.
“Mi oncóloga vino a decirme que ahora, por protocolo, iban a hacer PCR a todos los pacientes del hospital de día porque habían localizado a varios asintomáticos. Y le pregunté: ¿qué ocurre con su tratamiento? Y no me dijo nada. No sé hasta qué punto a esas personas se les suministra el tratamiento en casa pero ahora mismo yo tengo más miedo a contraer el virus por el hecho de que me digan que se paraliza mi tratamiento”, reconoce.
Hola a todos, Olatz Rebeca y Cristina.
Me parece que a todas os asiste la razón por motivos obvios, la salud. Una vez dicho esto creo que: un médico que no es capaz de valorar que es un paciente con " un cancer diagnosticado por uno u otro especialista y al que le aplazan por Covid pruebas, tratamientos de quimioterapia, radioterapia, etc no digo que pueda ser ocasional, pero con otra cita rápida para poco tiempo de espera.
Poco esta pregunta en entredicho " que sería si el tumor lo tuviera el medico o un familiar directo de estos que tratan a Olatz, Rebeca y Cristina?, tendrían que esperar, hablarían con un compañero conocido, llamarían al director, buscarían una habitación individual, etc etc, etc, No es así ...............
De todas formas sí hay que colaborar para buscar consultas privadas (creo que atienden) y que se les aclaren dudas de la enfermedad, tratamiento etc, estaría encantado.
Valientes
Un abrazo para tod@s
Hola,, soy paciente de cáncer inicial de ovarios desde 2018, este año por el COVI se retraso el inicio de las quimios, sólo vi a mi oncolog@ (cada llamada es un@ distinto) antes de la 1ra sesión, voy a la 6ta (son cada 21 o 30 días dependiendo de los resultados de la analítica). Estoy psicologicamente perdida. Somos much@s...