Son las 8 de la mañana y cada vez se nota más el trasiego de camiones en el almacén de la fundación Banco de Alimentos de Madrid, en la carretera de Fuencarral. La crisis sanitaria provocada por la Covid 19 ha generado una grave crisis alimentaria.
“Terminamos el año 2019 con 1.050.000 personas atendidas y el primer estado de alarma con 1.500.000 de personas. Es decir, hubo un aumento de casi un 40% de personas”, alerta Ángel Franco, director de comunicación de la Federación Española de Bancos de Alimentos.
“Y ahora estamos hablando de que vamos a cerrar el año 2020 con 1.800.000 beneficiarios. Lo que significa un aumento de casi el 70% con respecto al año anterior”, insiste.
En el almacén del Banco de Alimentos de Madrid no se entrega directamente la comida a las personas más vulnerables, sino que se les da a las entidades sociales y son ellas las que la reparten.
“La mayoría de lo que nosotros cogemos es para el comedor social”, asegura Nicanor Serrano, de la Parroquia San José de Colmenar Viejo (Madrid). En esta parroquia, además, se reparte comida cada 15 días.
El jefe de almacén, Rafael Pavón, lo dice claramente: “Este almacén se lleva todos los días pero se vacía también todos los días, en cuestión de tiempo”. Un camión de tamaño medio puede llegar a cargar hasta 5.000 kilos, explican desde la fundación.
Y todo esto es gracias también a los 3.200 voluntarios de los bancos de alimentos que hay en toda España y que pueden llegar a ser hasta 120.000 durante las grandes campañas de recogida.
La próxima es La Gran Recogida de alimentos. “Más necesaria que nunca”, dice el Banco de Alimentos. Aunque este año, por la COVID-19, hay dos formas de donar: una donación on-line y una donación en caja en el supermercado desde el 16 al 22 de noviembre comprando o añadiendo la cantidad que desees donar a tu ticket de compra al pasar por caja.
Una de las asociaciones que reparten los alimentos que recogen del almacén es la ‘Asociación Nazaret’, que tiene a sus espaldas a 650 familias todos los meses, en el barrio de San Blas-Canillejas.
“Cada día hacen falta unas 12 personas ayudando, que no son siempre las mismas porque vamos rotando”, explica Ana Tricado Eguiguren, responsable de reparto de alimentos. También acuden una vez al mes a las casas de las personas mayores o más vulnerables, para lo que el número de voluntarios aumenta hasta cerca de 70.
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