Circula por Facebook, Twitter y TikTok un vídeo en el que un hombre hace varias afirmaciones falsas que aluden a la teoría de conspiración de los chemtrails. Esta teoría sin evidencia científica asegura que las estelas que en ocasiones dejan los aviones en el cielo son supuestos químicos para hacer enfermar a la población y controlar el clima. También nos habéis preguntado por este vídeo a través de nuestro servicio de verificación por WhatsApp.
En concreto, el vídeo pertenece a un programa de televisión protagonizado por Juan Zaragoza, que se identifica como ingeniero aeroespacial, y del que ya hemos desmentido otras afirmaciones falsas sobre las vacunas contra la covid y la variante ómicron.
En esta última grabación viral, entre otros bulos, afirma que las supuestas “fumigaciones” son las “verdaderas causantes del calentamiento global” y recomienda, sin aval médico, medicamentos para evitar los supuestos efectos de los chemtrails. Te lo explicamos.
Las afirmaciones falsas sobre los chemtrails: ni son estelas químicas, ni son la razón del cambio climático
“Continuamente están pasando aviones con estelas químicas”, dice Zaragoza en el vídeo que estamos verificando. Según la grabación, estas estelas contienen una larga lista de componentes, como óxido de aluminio, trifluoruro de nitrógeno, selenio, e incluso hongos y bacterias. Así, en el vídeo se afirma que fumigan con esos componentes para modificar el clima y “poder justificar las medidas que se van a tomar por el cambio climático”. “El calentamiento global del que nos han estado hablando no es producido con nuestros vehículos de combustibles, sino por estas fumigaciones”, afirma. Pero esto es falso.
Como ya hemos verificado en Newtral.es, la teoría de conspiración de los chemtrails no tiene base científica. Mar Gómez, física y meteoróloga en eltiempo.es, explica que “las estelas que dejan los aviones y que muchos califican de chemtrails no son más que estelas de condensación”.
“Las estelas de condensación son nubes de hielo, en forma de largas líneas, que surgen en ocasiones al paso de un avión, por condensación del vapor de agua contenido en las emisiones de los motores”, afirma a Newtral.es. “Cuando los gases que emite el avión se mezclan con el aire circundante, se enfrían rápidamente y, si la humedad en la atmósfera es suficiente para que la mezcla alcance la saturación, se producirá la condensación del vapor de agua”, añade.
Un documento de la Agencia Española de Meteorología (AEMET) también puntualiza que si las estelas consistieran en compuestos metálicos dispersados desde aviones, para obtener una estela de las dimensiones de las estelas persistentes, haría falta dispersar una cantidad tal de material cuyo peso ningún avión sería capaz de transportar”.
Además, las evidencias científicas han demostrado desde el siglo XX que el cambio climático se ha producido por la quema de combustibles fósiles. Es una afirmación falsa que la causa sean los supuestos componentes de las chemtrails de los aviones, como se dice en el vídeo.
“El calentamiento global está propiciado por la emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera debido a la actividad del ser humano con la quema de combustibles fósiles. No hay otra causa”, resume Gómez, aludiendo al consenso científico internacional sobre este asunto.
El mapa de EUMETSAT no “demuestra” los chemtrails, es otra afirmación falsa
Otra de las afirmaciones falsas que se hacen en el vídeo viral es que, en el minuto 01:12, se habla de un mapa que, supuestamente, “demuestra” los chemtrails. Así, presenta la web de la Organización Europea para la Explotación de Satélites (EUMETSAT), que monitoriza varios parámetros a través de satélites como el Meteosat como una “herramienta” para “comprobar que los chemtrails son ciertos”.
En el vídeo, Zaragoza señala unas líneas negras y afirma que son “cenizas volantes de carbón, uno de los componentes de las fumigaciones de las que hablamos”. Sin embargo, Luís Bañón, experto en meteorología satelital de la AEMET, resalta a Newtral.es que esas bandas oscuras “son las estelas de condensación de siempre, formadas por cristalitos de hielo”. Como explica Bañón, “en la grabación se muestra un mapa RGB Ash, diseñado para detectar cenizas volcánicas y el dióxido de azufre emitidos por volcanes”. Como pone en la misma web de EUMETSAT, este tipo de mapa “se utiliza para dar avisos a las autoridades de aviación”.

Gómez especifica que el mapa incluye tres canales o tipos de información: “El canal R muestra principalmente la ceniza volcánica fina, el canal G muestra el dióxido de azufre y nubes conformadas por agua y el canal B, nubes cálidas/superficie cálida”.
Por su parte, Bañón especifica que el mapa “está elaborado para que aparezca en tonos rojizos las cenizas, y en verde el dióxido de carbono”. “Que el color de las nubes que señala sea negro es completamente arbitrario”, afirma.
Las muestras de pelo, sin información geográfica, no demuestran intoxicaciones
En el minuto 4:58 del vídeo, se aportan supuestas pruebas que demostrarían los supuestos chemtrails y el resto de afirmaciones falsas del vídeo. Así se enseñan cuatro tablas, con supuestos resultados de “elementos tóxicos y esenciales” de muestras de pelo de cuatro personas.
Pero Álvaro Gacho, bioquímico e investigador en la Universidad de Salamanca, destaca a Newtral.es que no da una información esencial en este tipo de muestras: la ubicación geográfica de los pacientes a los que se les ha hecho los análisis.
“Esos niveles elevados pueden deberse a otros motivos más típicos de la contaminación por alimentos o por ubicarse en zonas geográficas adyacentes a zonas industriales o mineras”, subraya Gacho.
Blanca Laffon, farmacéutica de la Universidade da Coruña, coincide. “La presencia de niveles anormalmente elevados de metales pesados en el pelo depende de las exposiciones a las que hayan estado sometidas las personas cuya muestra es analizada. Estas exposiciones pueden proceder de contaminantes presentes en el agua de bebida, en los alimentos, en el aire, o también en el medio ambiente ocupacional de determinados tipos de trabajos”, explica.
Y advierte que “sin saber de dónde proceden esas muestras, es decir, el lugar donde viven esas personas, hábitos de vida y consumo, actividades ocupacionales, no es posible juzgar si esos valores pueden corresponder con exposiciones habituales en su medio o no”, advierte.
Además, Gacho explica que “en cualquier caso, esos niveles no tienen porqué afectar a la salud del paciente, ya que muchos de esos metales se eliminarán de forma natural, aunque sí debe vigilarse, en especial el mercurio”.
“Por otro lado, si hubiera una intoxicación, se notaría en la salud de la población. Una intoxicación por metales muestra claros síntomas y el presentador hace alarde de ello dando una larga lista, pero no se observa de forma general a nivel poblacional, por lo que no se puede afirmar que haya una exposición crónica”, añade el bioquímico.
No hay evidencias suficientes para recomendar los productos “para eliminar metales pesados”
A partir del minuto 7:23 del vídeo viral, afirman falsamente que es necesario protegerse de los supuestos chemtrails y se recomiendan productos para evitar expulsar los supuestos metales pesados. Aparecen tres: la pectina cítrica, el glutatión y el agua rica en silicio. Según Gacho, los tres compuestos son conocidos “pero su hipotética actividad como agentes quelantes o facilitadores de la eliminación de metales no está corroborada completamente”.
Por ejemplo, en el caso de la pectina cítrica, no hay estudios suficientes para realizar un meta-análisis que sería lo que nos apoyaría la hipótesis. “De este compuesto solo he encontrado cinco publicaciones hasta la fecha y los resultados que se obtienen no son claros, lo afirman así los propios autores. Por lo que, a día de hoy, no se puede afirmar que tenga efectos beneficiosos en la eliminación de metales pesados con rotundidad”, destaca Gacho.
Con respecto al glutatión, no es nuevo que se le atribuya ser prácticamente “un elixir de la juventud” o incluso ser un tratamiento contra la covid. Pero, aunque sí que es un antioxidante clave en el organismo, ni es un rejuvenecedor de carácter general ni una terapia anticovid. Y, como señala Gacho, tampoco se han demostrado efectos quelantes de metales pesados.
En cuanto al agua rica en silicio, Zaragoza apunta a un estudio publicado en 2013 en la revista Journal of Alzheimer’s Disease donde se comprobó que este tipo de agua podría aumentar la expulsión de aluminio por la orina. Pero Gacho especifica que “los propios autores no se atreven a afirmar de forma aclaratoria que el consumo de agua rica en silicio aumenta la eliminación de aluminio, lo que dicen es que se requieren de más ensayos para comprobarlo”.
“El agua rica en silicio no es perjudicial en sí, pero es cierto que no deja de ser un compuesto susceptible de formar sales, por lo que habría que tener especial cuidado con personas que tengan daños renales. Más allá de ser un complemento para la dieta, no se observa que el agua rica en silicio tenga un mayor beneficio para la salud”, advierte.
Así, Gacho concluye que, “en definitiva, se ha lanzado a recomendar tres productos, que en el mejor de los casos no harán nada, en el peor, pueden provocar una alergia o empeorar el cuadro de un paciente con deficiencia renal. Además, de que no conviene tomar de forma deliberada un compuesto con propiedades farmacológicas sin el debido seguimiento del personal médico”.