La vestimenta de la mujer en Catar: cuáles son los condicionantes culturales y por qué hay una “mayor permisividad” durante el Mundial

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Mujeres observando a unos jóvenes jugar al fútbol en Doha (Catar), 24/11/2022, EFE/Antonio Lacerda
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Con motivo de la celebración del Mundial de fútbol, se han viralizado en los últimos días varios vídeos en redes sociales en los que se muestra cómo sería la vestimenta de las mujeres en Catar o se comenta qué está “prohibido” o no en el país. En algunas de estas imágenes, difundidas incluso por el propio Comité Organizador del Mundial en sus redes oficiales, se puede ver a mujeres llevando minifalda o pantalones cortos.

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Según explican los especialistas consultados por Newtral.es, la sociedad en Catar difiere en varios aspectos de otros países como Irán o Arabia Saudí, en los que existen leyes que controlan legalmente la vestimenta de las mujeres. La tradición familiar, el lugar donde uno resida, ser natural o no de Catar o las condiciones económicas son las que marcan lo que las mujeres pueden o no vestir.

En cualquier caso, con respecto al Mundial, los expertos coinciden en que la policía de Catar podría estar siendo más permisiva con sus recomendaciones sobre vestimenta a los turistas, evitando así un mayor escrutinio público tras las críticas recibidas por las violaciones a los derechos humanos, especialmente del colectivo LGTBI, y las condiciones de explotación de los  trabajadores que han participado en la construcción de los estadios.

La vestimenta de la mujer en Catar viene determinada socialmente, no legalmente

Como explica a Newtral.es Carlos de las Heras, portavoz de Amnistía Internacional sobre Deportes y Derechos Humanos, en Catar no existe una legislación específica que prohíba a la mujer vestirse de determinada manera en cualquier lugar. 

La Constitución de Catar, en su artículo 57, recoge que “el respeto de la Constitución, el cumplimiento de las leyes dictadas por la Autoridad Pública, el acatamiento del orden público y la moral, el respeto de las tradiciones nacionales y las costumbres establecidas es deber de todos los que residan en el Estado de Qatar o entren en su territorio”. Para Anna-Maria Moubayed, investigadora del grupo ‘Religión y sociedad civil’ del Instituto Cultura y Sociedad de la Universidad de Navarra, esta sería la única referencia implícita que podría aplicarse a la vestimenta, aunque solo “leyendo entre líneas”, como explica a Newtral.es. 

En la práctica, la forma de vestir de las mujeres depende más de la tradición y algunas influencias de la sharía –ley islámica–, que se aplica en todos los países musulmanes y en el caso de Catar, se hace de forma más laxa. “La mujer catarí suele llevar la cabeza cubierta con una shayla [tipo de hijab], y en cuanto al cuerpo, suelen ir vestidas con una túnica negra llamada abaya, al igual que por ejemplo Arabia Saudí o Emiratos Árabes”, detalla De las Heras. Algunas mujeres mayores pueden llevar un velo que les cubre la cara (niqab), pero como aclara el portavoz de Amnistía, “a día de hoy es muy poco común”. 

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Al no existir ninguna ley que lo regule, la vestimenta de las mujeres en las calles en Catar depende principalmente de la cultura y la sociedad; es decir, de su familia o su entorno más cercano. Como añade Moubayed, “quienes se niegan a usarlas pueden enfrentarse a duras consecuencias por parte de sus familiares o esposos”. También, la policía de Catar puede realizar ciertas recomendaciones, aunque desde Amnistía Internacional no tienen constancia de denuncias o castigos severos en los últimos años, como sí ha ocurrido en Arabia Saudí e Irán. 

En cuanto a edificios gubernamentales, museos, mezquitas o lugares de culto u otro tipo de edificios públicos, es posible que no se permita la entrada por llevar prendas que consideren “inadecuadas”, según indican los especialistas consultados por Newtral.es.

La región, las condiciones económicas o el país de procedencia: algunos condicionantes que afectan a la vestimenta de la mujer en Catar

Las mujeres naturales de Catar no visten igual que las que proceden de otros países o las turistas. Es importante tener en cuenta que, según las estimaciones que manejan desde Amnistía Internacional y corrobora a Newtral.es Iñaki Gutiérrez de Terán, profesor de Estudios Árabes de la Universidad Autónoma de Madrid y coautor del libro ’Qatar, la perla del Golfo’, solo entre un 10 y un 15% de la población es de nacionalidad catarí

El resto, principalmente población migrante o expatriada, normalmente continúa con las costumbres de vestimenta de sus países de origen. “En los últimos años se ha producido un relajamiento con respecto a la forma de vestir de la gente de fuera. Si uno va a Catar, por ejemplo, las trabajadoras filipinas y de Sri Lanka, que son muchas, van más ‘normal’, con pantalón largo y camiseta”, ilustra Gutiérrez. Es decir, que dentro de la sociedad catarí también se ven diferencias en la forma de vestir, aunque se pide cierto “respeto por la cultura local evitando ropa excesivamente reveladora en público”, según comenta Moubayed, investigadora de la Universidad de Navarra.  

También se ven algunas diferencias en la vestimenta de la mujer según la zona de Catar en la que se resida. “Actualmente, Catar está devorada por Doha, pero en el resto de zonas, sobre todo en zonas más rurales al norte o en la costa, se lleva la vestimenta típica tradicional” del lugar, precisa Gutiérrez. 

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En este sentido, el profesor de Estudios Árabes recuerda una polémica que ocurrió durante la ceremonia de inauguración del Mundial de Catar, por la que se criticó que la cantante Dana Al Fardan fuera la única mujer de la celebración y que apareciera con el rostro y el cuerpo totalmente cubiertos. La artista llevaba un tipo de vestido tradicional de la zona en la que se llevó a cabo la ceremonia (Jor, 50 kilómetros al norte de Doha) pero no el tipo de prendas islámicas que suelen portar las mujeres cataríes en el resto del país. “Sí, es una sociedad patriarcal y machista, pero como casi todas, incluso aquí [en España]”, opina Gutiérrez sobre el tema.

Por otro lado, en otro tipo de espacios más exclusivos, algunas mujeres procedentes de ambientes más parecidos a los de Occidente suelen usar otras prendas. Como precisa Gutiérrez, “en lugares específicos en ámbito nocturno, como algunas discotecas, hoteles de lujo o centros donde haya actividades con muchos extranjeros, sí llevan minifaldas”. También, en algunas playas “muy privadas y exclusivas” que dependen de empresas, hasta se puede encontrar a alguna mujer haciendo topless. Por ello este experto considera que la sociedad catarí, de “grandes contrastes”, podría diferenciarse en dos niveles: el más tradicional y el más occidental.

Las turistas deben respetar la cultura local en la medida de lo posible, también durante el Mundial

Debido a la celebración de la Copa Mundial de la FIFA 2022, diversos medios de comunicación han publicado las normas y recomendaciones que ha dado Catar a los turistas, especialmente mujeres, que van a visitar el país. También, las cuentas de redes sociales en español del Comité Organizador del Mundial de Catar han compartido algunos contenidos aclarando cómo recomiendan vestir los turistas, especialmente las mujeres, en lugares públicos: cubriendo hombros y piernas en lugares públicos hospitales, bancos, museos, y lugares gubernamentales. 

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En general, como cita Carlos de las Heras, de Amnistía Internacional, a los hombres que acudan a partidos se les recomienda no llevar pantalones rotos, o cortos (por encima de la rodilla). Sobre las prendas superiores, no deberían llevar los hombros al descubierto o camisetas con mensajes ofensivos para la cultura catarí. 

En cuanto a las mujeres, estas recomendaciones son más amplias. Además de no llevar camisetas con los hombros descubiertos ni vestidos o pantalones cuya longitud esté por encima de la rodilla, tampoco deberían usar escotes pronunciados. 

Estos consejos no son muy diferentes a los que ya existen habitualmente para los turistas. La página web oficial de turismo de Catar recoge que la actitud hacia la vestimenta es “relajada”, pero que “se espera que los visitantes (hombres y mujeres) muestren respeto por la cultura local, evitando ropa excesivamente reveladora en público”. En este sentido, recomiendan cubrir hombros y rodillas. 

Asimismo, los lugares privados como centros comerciales o incluso los propios estadios pueden tener una normativa diferente por la que no se permita entrar a turistas. Esto podemos verlo, por ejemplo, en el código de conducta de los estadios del Mundial, en el que se incluye la prohibición de quitarse la ropa, permanecer desnudo o mostrar partes íntimas (apartado 4.2.15). En centros comerciales como el Doha Festival City incluyen, dentro del código de vestimenta del edificio, cubrirse hombros y rodillas. Otros casos como en Mall of Qatar, más exclusivo, prohíben entrar utilizando “ropa inapropiada, como ropa de trabajo, sucia o indecente”. 

Los especialistas consultados opinan que Catar podría estar siendo más permisivo con la vestimenta de las mujeres turistas durante el Mundial

En relación a la vestimenta de las mujeres turistas en Catar, aunque se hayan publicado ciertas recomendaciones, los especialistas que hemos consultado desde Newtral.es consideran que las autoridades cataríes podrían estar comportándose de forma más permisiva durante el Mundial. Por el momento, las únicas informaciones sobre restricciones en los ingresos a los partidos tienen más relación con acciones en defensa de los derechos del colectivo LGTBI que con, por ejemplo, no cubrirse los hombros o las rodillas. 

Desde Amnistía Internacional afirman que no tienen constancia de casos de personas a las que no se les haya permitido acceder a los estadios por no cubrir determinadas partes, además de valorar la actitud “bastante respetuosa” de los turistas. Como comenta De las Heras, las autoridades podrían hacer algún tipo de recomendación pero duda que las realicen. “Con el nivel de escrutinio público que está teniendo Catar estos días, en ese sentido están abriendo un poco la mano”, comenta el portavoz de Amnistía. 

El experto de la Universidad Autónoma de Madrid, Iñaki Gutiérrez de Terán, opina lo mismo que De las Heras. “Yo no me imagino ahora a la policía catarí cerca de un estadio con un partido entre dos países, y que no se permita entrar a una aficionada que vaya con una camiseta corta y pantalones cortos. Llamarán la atención a la gente que vaya vestida de una forma que el controlador del momento considere poco decorosa, pero intentan, en la medida de lo posible, mostrarse flexibles, más que nada porque Catar quiere convertirse en un destino turístico”, sostiene Gutiérrez.

Asimismo, al observar imágenes de los partidos compartidas en redes sociales por organismos como la FIFA, la Selección Española de Fútbol o el Comité Organizador del Mundial, es posible encontrar aficionados con pantalones cortos, camisetas de tirantes mostrando los hombros o incluso sin la prenda superior. 

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Imágenes de aficionados durante algunos partidos del Mundial

Pedir permiso al varón para salir del país o desigualdad en el empleo, el divorcio y las custodias de los hijos o las herencias: otras problemáticas más allá de la vestimenta

Pese a que la situación en relación a la vestimenta de la mujer en Catar puede ser más laxa que en otros países de su entorno, siguen existiendo  importantes desigualdades. Aunque las mujeres tengan garantizados derechos como votar o conducir, siguen “estando discriminadas en la ley y en la práctica”, como valora Amnistía Internacional.

Según desarrolla la investigadora Anna-Maria Moubayed, la mujer depende de un tutor masculino para tomar decisiones como casarse, viajar al exterior o irse de su hogar, arriesgándose a ser considerada “desobediente” en el caso de que lo haga. Tampoco puede negarse a mantener relaciones sexuales con su pareja “sin una razón legítima”. Los hombres tienen más facilidades para casarse –se permite la poligamia– y divorciarse, además de que según el experto Iñaki Gutiérrez de Terán, el varón recibe el doble que la mujer en las herencias. Y en el caso de las custodias compartidas, “las mujeres no pueden ser tutoras principales de sus propios hijos”, añade Moubayed.

Además, en palabras de Moubayed, otra problemática que afecta a algunas mujeres que viven en Catar es el sistema kafala (patrocinio), que “otorga a ciudadanos y empresas privadas en Catar y la mayoría de los países del Golfo árabe un control casi total sobre el empleo y el estatus migratorio de los trabajadores migrantes”. “Esto incluye a las mujeres extranjeras pobres, a menudo de países del sudeste asiático, que están involucradas en la esclavitud moderna trabajando como empleadas domésticas, niñeras o viviendo con la familia que las ‘patrocina’. Pueden convertirse en víctimas de la trata de personas, violencia, violaciones y, en ocasiones, ser forzadas a ejercer la prostitución”, afirma la investigadora.

En cuanto al acceso al mercado laboral, “en determinados ámbitos hay mayoría de mujeres en las universidades, pero todavía hay falta de acceso a puestos de relevancia notable”, especialmente en la administración pública, “algo que las asociaciones de derechos civiles en Catar denuncian”, como expone Gutiérrez. 

Fuentes