Jogo Limpo, los verificadores que luchan contra los bulos durante las elecciones de Brasil

verificadores Brasil electoral
Foto: Kleber Cordeiro
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Ni es cierto que no se pueda seguir el conteo de votos en vivo en Brasil ni que el Tribunal Superior Electoral (TSE) del país haya advertido de que los resultados electorales de 2018 fueron alterados. Estas mentiras las dijo en rueda de prensa el presidente del Brasil, Jair Bolsonario, y fueron verificadas por el medio de verificación brasileño Aos fatos, miembro de la Red Internacional de verificadores (IFCN, por sus siglas en inglés), al igual que Newtral.es. 

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Este medio de fact-checking es uno de los participantes en el proyecto Jogo Limpo, una iniciativa del International Center For Journalists (ICFJ) con financiación de Youtube. Reúne a seis organizaciones con sus verificadores para combatir la desinformación en las próximas elecciones generales de Brasil, que se celebrarán en octubre −la primera vuelta el día 2, y la segunda el día 30−.

El programa tiene como objetivo empoderar a todo el sistema de medios del país. Según Cristina Tardáguila, directora de programas de ICFJ, especialista en desinformación y fundadora de la Agencia Lupa, “solo con palabras no puedes luchar contra la desinformación, hay que invertir en resultados, en proyectos”.

Además de Aos fatos, otros cinco medios de comunicación y organizaciones forman parte de Jogo Limpo. Se trata de Agência Pública, Instituto Vero, Núcleo, O Liberal y Redes Cordiais. Durante junio y julio han recibido formación y financiamiento para preparar la cobertura de la campaña electoral.

“Estábamos realmente preocupados por las afirmaciones falsas y las teorías de la conspiración que dicen que el fraude electoral es un fenómeno generalizado en Brasil, por ello nos unimos a Jogo Limpo”, relata Clara Becker, periodista de Redes Cordiais.

Los bulos más comunes sobre el sistema electoral de Brasil apuntan a que los votos pueden ser alterados o cambiados

“El discurso ahora mismo en la opinión pública de Brasil es que las elecciones pueden ser intervenidas”, explica Tardáguila. “No es solo Bolsonaro, sino todo el gabinete el que lo repite”, apunta. Este tipo de desinformación es la que los verificadores de Jogo Limpo esperan encontrar en más cantidad a partir del inicio de la campaña electoral en Brasil, que empieza el 16 de este mes.

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Según la directora del proyecto, “esto pone en riesgo incluso el desenlace de las elecciones y la toma de posesión”, por lo que “es necesario dejar claro que el sistema electoral brasileño es totalmente seguro y auditable”. 

De hecho, Jogo Limpo surgió a raíz del comité antidesinformación que creó el TSE de Brasil, la máxima instancia de la justicia electoral, con el que reunió a 11 plataformas y redes sociales para buscar herramientas contra los bulos. Youtube, uno de los principales participantes, se comprometió a financiar proyectos de verificación.

La preocupación por la legitimidad del sistema electoral también es una de las grandes motivaciones de los seis medios participantes. En el caso de Redes Cordiais, Becker explica que pensaron “en formas de evitar que se propaguen estas falsas narrativas cuando nos surgió una idea innovadora: llevar a los influencers digitales a una sesión de capacitación con expertos en nuestro TSE para convertirlos en aliados del proceso democrático”. Este proyecto busca combatir la desinformación a través de los altavoces de las personas populares en redes sociales.

En paralelo, O Liberal es un medio de las regiones de la Amazonia que también se unió a Jogo Limpo para combatir las noticias falsas y los datos partidistas relacionados con el medio ambiente en esta región. “Queremos monitorear lo que los candidatos a la presidencia dicen sobre la selva amazónica, porque existen muchas mentiras y la mayoría de gente no conoce la zona, ni fuera de Brasil ni en el mismo Brasil”, explica Daniel Nardin, periodista del medio.

Negar la deforestación del Amazonas o los datos contradictorios “son algo común”, relata, a causa de la polarización entre el líder de la oposición y expresidente, Lula da Silva, y el actual presidente, Bolsonaro. Por ello, los verificadores de O Liberal se centrarán en las declaraciones de los políticos de Brasil, en televisión o en entrevistas en línea, antes de las elecciones. Al ser un medio nuevo en fact-checking, el apoyo del proyecto “es importante”, según Nardin.

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Las herramientas tecnológicas y la educación mediática de los jóvenes, las dos bazas de Jogo Limpo

Otros dos instrumentos con los que cuenta Jogo Limpo son la herramienta Escriba, de Aos fatos, y el Bot Ponto, de Núcleo. Ambos son herramientas tecnológicas para facilitar el monitoreo de la desinformación. Escriba es un instrumento capaz de transcribir el debate o la entrevista a un político y almacenar el contenido para facilitar las búsquedas a los periodistas. “La idea es que un ciudadano de a pie o cualquier profesional de la información pueda hacer el chequeo”, explica Tardáguila.

El segundo proyecto relacionado con el desarrollo de herramientas es un bot que busca frases potencialmente falsas en los vídeos de Youtube. Según subraya la directora de proyectos del ICFJ, “tenemos que pensar que Youtube es la red social más usada en Brasil, ya supera a WhatsApp, por lo que es un medio de información y desinformación muy potente”. 

Por otro lado, el hecho de que en Brasil el voto sea obligatorio entre los 18 y los 70 años, y voluntario entre los 16 y los 18, pone a los jóvenes en el centro del debate. Reload es un proyecto de Agência Pública, enfocado a su politización. A través de una campaña de comunicación, los verificadores hicieron un esfuerzo para que dos millones de adolescentes de Brasil se sacaran el carnet para votar en las elecciones. Su educación mediática es fundamental para la democracia, apunta Tardáguila.

En la misma línea, el Instituto Vero está enseñando a los jóvenes cómo monitorear y cómo ubicar la desinformación. Esto “es importante”, comenta la directora, porque en las elecciones de 2018 una persona publicó un vídeo donde enseñaba que al elegir los números para votar a Bolsonaro realmente votaba al candidato de la oposición. “Era un vídeo falso, editado, y se tuvo que desmentir muy rápido”, precisa. Por ello, “tener a personas preparadas para el fact-checking aligera la verificación de los vídeos virales” que esperan encontrar durante las dos vueltas de las elecciones, concluye Tardáguila.

Fuentes
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