Vuelven las lluvias a España después de que el verano de 2022 fuera el más seco de la serie histórica. Los datos de este año hidrológico, del 30 de septiembre de 2021 al de 2022, reflejan que ha sido anómalo en materia de lluvias en comparación con períodos anteriores. Según las cifras de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), desde el 1 de octubre, ha llovido un 26% menos que el valor normal de todos los años.
Si durante la primera mitad del año hubo menos lluvias de lo normal en España, exceptuando marzo y abril, la situación se ha agravado aún más en el verano de 2022. “Además la mayoría de las precipitaciones se han producido en agosto y han sido lluvias fuertes”, explica Rubén del Campo, portavoz de la Aemet.
Julio, el mes más seco de los últimos 15 años
A la escasez de lluvias hay que sumarle que este año se ha producido una especie de periodo estival adelantado. "Normalmente cuando nos referimos a los datos de verano, hablamos de los meses de junio, julio y agosto. Sin embargo, este año se ha producido una especie de verano adelantado. Si tenemos ese hecho en cuenta, los datos muestran que ha sido el cuatrimestre con menos precipitaciones en España desde 1965, el año del que datan los primeros registros”, señala el experto.
Hay que poner el foco especialmente en julio, en el que llovió casi la mitad de lo que suele ser habitual. Tanto es así que fue el mes más seco de los últimos 15 años, y también el más caluroso desde 1961. Un documento de la Aemet recoge que la ola de calor registrada este mes “fue la más importante desde que hay registros, pues se trató de la más intensa, la más extensa y la segunda más larga de la serie”.
Así, la precipitación registrada fue la mitad de lo esperado, quedando así como el noveno mes de julio más seco desde el comienzo de la serie en 1961. En el siglo XXI, solo han sido más secos los meses de julio de los años 2005 y 2007. Del Campo subraya también que “llama la atención que habitualmente en ese mes suelen producirse tormentas por la inestabilidad atmosférica, especialmente en las zonas de montaña. Un tipo de fenómenos que este año han sido muy escasos”.
Así, se puede observar que en la esta la estación de Navacerrada, por ejemplo, las lluvias recogidas durante el verano de 2022 fueron muy inferiores a los valores normales. En el mes de julio se registraron un total de 0,5 mm de precipitaciones acumuladas. Una cifra muy inferior al valor normal de ese mes en esta estación, que supera los 23 mm.
Los pronósticos que manejan los expertos tampoco son demasiado alentadores de cara a la próxima estación, el otoño. Desde Aemet, adelantan que hay una alta probabilidad de que se mantengan unas temperaturas más elevadas de lo habitual en ese periodo. En cuanto a las precipitaciones, sus datos muestran que en la zona centro y oeste “hay entre un 40% y un 60% de probabilidades de que haya menos lluvias de lo habitual”.
La falta de lluvias durante el verano de 2022 en España no es algo aislado
La anomalía en las precipitaciones no es algo aislado, sino que se trata de una tendencia que cada vez se repite más y en más lugares. Así, el meteorólogo José Miguel Viñas explica a Newtral.es que “desde hace 3 ó 4 años se vienen detectando patrones anormales en el comportamiento de la atmósfera. No sólo en nuestro país. También en otras zonas donde tienen lugar periodos muy prolongados sin llover y al mismo tiempo entradas muy bruscas de altas temperaturas”.
Las altas temperaturas también son mencionadas por el portavoz de Aemet, que indica que “en los últimos ocho años, desde 2014, se repite un patrón de veranos cada vez más cálidos que se aleja de las temperaturas más moderadas a las que estamos acostumbrados en España”.
Las consecuencias no se quedan en el consumo de agua
Esta falta continuada de lluvias en España y en Europa tiene como consecuencia directa la sequía, que se agravó durante el verano de 2022. Esta se refleja claramente en los pantanos de España, pero Viñas incide también en las consecuencias que tiene en la agricultura. “Cuando hablamos de sequía siempre pensamos en el impacto que tiene en el consumo de agua por parte del ciudadano pero, antes de llegar a ese punto, la falta de lluvias tiene un primer impacto en la agricultura, donde ya es está notando en la producción de algunos productos como la aceituna o la endivia”, explica el experto.
Además, el meteorólogo destaca que la falta de agua también pasa factura al transporte fluvial, poniendo como ejemplo el río Rin, en Alemania, donde la escasez de agua está teniendo impacto en la cadena de suministros.
- José Miguel Viñas, meteorólogo
- Rubén del Campo, portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología
- Datos de la AEMET extraídos a partir del paquete de R Climaemet
- Precipitaciones en España hasta el 1 de septiembre
- Récords julio 2022