El veranillo de San Miguel ‘no existe’, pero el calor de estos días no tiene precedentes

Un verdadero veranillo de San Miguel en 2023, en Córdoba | Rafa Alcaide, Efe
Un verdadero veranillo de San Miguel en 2023, en Córdoba | Rafa Alcaide, Efe
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La tradicional celebración de los arcángeles del santoral católico se asocia al ‘buen tiempo’. Y hace tiempo que no se considera tan buena la ausencia de lluvias y el paisaje soleado, ante la situación de sequía que vive la península ibérica. Pero, con los datos históricos en la mano, el conocido como veranillo de San Miguel no es más que una percepción asociada a cielos despejados durante los últimos días de septiembre y primeros de octubre. La realidad es que no hay un repunte de temperaturas recurrente en perspectiva histórica… salvo hasta ahora.

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El veranillo de San Miguel es más una percepción popular que una regla estricta del clima. En un sencillo análisis de datos históricos realizado por Roberto Granda (eltiempo.es), no se observa un aumento claro de las temperaturas coincidente con el final de septiembre. De hecho, la tendencia, década tras década, es clara: van bajando un poquito las medias cada día respecto a los anteriores, según nos acercamos al invierno.

Un ejemplo son las temperaturas históricas de Sevilla. Su estación del Aeropuerto sólo registra una década en que sí podríamos hablar de una ligera subida de las medias el día 30 de septiembre, un día después de San Miguel y su veranillo. En décadas diferentes, el patrón no existe. Hay decenios en que se suaviza el descenso y en los que sigue descendiendo claramente la temperatura cada día.

Veranillo de San Miguel

Unos años puede ocurrir este ascenso térmico con estabilidad atmosférica y otros no. Si miramos las efemérides, hubo riadas en Murcia en 1664 y 1919 (con una veintena de muertos); en 1764 en Málaga, en 1791 en Valencia y en 1858 en Cartagena. Los días 29 y 30 de septiembre de 1997 se dieron inundaciones trágicas en Alicante, recuerda Granda.

Un veranillo de San Miguel, de verdad, en 2023

La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha publicado una nota informativa alertando de temperaturas “excepcionalmente altas” para esta época del año en España; estas están siendo especialmente llamativas entre el viernes 29 de septiembre y el lunes 2 de octubre.  Para su portavoz, Rubén del Campo, estas temperaturas, “con los datos previstos, no tienen precedentes al menos desde 1950”, que es el momento desde el que se cuentan con recopilaciones de datos sistemáticas y fiables.

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Evolución temperaturas veranillo San Miguel

Aemet ha confirmado que estamos ante el comienzo de octubre más cálido de la historia en España, señala Del Campo, mientras que la masa de aire procedente de África que ha penetrado estos días en la península (dorsal) “sea más cálida que cualquiera de las que ha sobrevolado España entre 1991 y 2020”.

¿Veranillo de San Miguel, por una vez, real? Veranazo de San Miguel, más bien. “Este episodio, desde luego, para la época del año es extraordinario (aunque no sea una ola de calor). Hablamos de temperaturas máximas propias del mes de agosto”, precisa el biólogo y meteorólogo de la Agencia.

Aunque el veranillo de San Miguel no existe, sí que se explica que se tenga esta percepción tradicionalmente. Roberto Granda cree que a estas alturas del año, ya hemos sufrido cada temporada el primer golpe de tiempo otoñal. Esta época del año se caracteriza por intercalar días cálidos con frescos y la atmósfera cambiante suele regalarnos días con sensación de buen tiempo tras otros de lluvia.

Este 2023, además, durante el veranillo de San Miguel, el riesgo de incendios será extremo o muy alto en amplias zonas de la Península; especialmente el próximo lunes en el área cantábrica, Pirineos, Ibérica y zonas de interior.

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La marca de la emergencia climática en otoño

Sin embargo, aunque no se pueda decir que haya un repunte térmico cada otoño por estas fechas, lo de 2023 sí que podría consolidarse como una tendencia, coinciden Granda y Del Campo. No tanto como unos días de veranillo como una prolongación clara del verano o de jornadas propias del estío. “Es la nueva realidad climática”, sentencia por su parte el físico y divulgador José Miguel Viñas (Meteored) en el SMC de España.

“Está aumentando el número de días calurosos, se producen cada vez más de esos días en primavera y en otoño. En el pasado siempre hubo episodios de calor tanto en primavera como en otoño, pero no con la frecuencia y magnitud con los que se están produciendo en la actualidad”. Viñas no duda del vínculo de estas tendencias otoñales con la emergencia climática y las soluciones a aplicar: “Para esquivar los peores escenarios que plantean las proyecciones, debemos reducir con urgencia las emisiones de gases de efecto invernadero procedentes de combustibles fósiles. Hay que hacerlo de forma decidida y a escala global”.

Como señalaba el pasado abril a Newtral.es el físico y experto en visualización de datos climáticos Dominic Royé (FIC), el número de días con más de 30 °C en primavera se puede multiplicar por 10 en algunas regiones a final de siglo. Esto se nota –aunque algo menos– en el otoño. Los días de verano en las principales ciudades españolas han pasado de 90 a 145 en los últimos 50 años, según otro estudio de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC). Las olas de calor diurnas se han multiplicado casi por siete. Las noches tropicales o tórridas, casi por once en las últimas décadas.

Fuentes
  • Open Data Climático Aemet
  • Rubén del Campo (Aemet)
  • Roberto Granda (eltiempo.es)
  • José Miguel Viñas (Meteored)
  • Dominic Royé (Fundación para la Investigación del Clima)
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