“Estamos alimentando un hervidero”: uno de cada diez millones que gana España con la venta de armas procede de la península arábiga

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Ilustración: Laura Navarro y Alejandro Mata
Tiempo de lectura: 5 min

Desde hace años España y los países de la península de Arabia mantienen buenas relaciones comerciales. El lucrativo negocio de las armas es una parte clave de este estrecho vínculo. Nuestro país es el séptimo exportador de material de defensa a nivel mundial, según los últimos datos del Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (Sipri). En los últimos 20 años, España ha exportado armamento a los países de la península arábiga por valor de 4.116 millones de euros, representando alrededor del 10% del total del dinero que ha recibido nuestro país del comercio de armas en este tiempo, según las Estadísticas españolas de material de defensa del Ministerio Industria, Comercio y Turismo. La mayoría de estos países árabes, que España tiene como clientes, vulneran los derechos humanos, tal y como recuerda Amnistía Internacional y más ONG. 

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Desde que existen datos, el porcentaje de dinero procedente de los países de Arabia (Emiratos Árabes Unidos, Omán, Yemen, Catar, Kuwait, Arabia Saudí y Bahréin) que ha recibido España sobre el total de sus ventas ha ido variando. El pico más alto se dio en 2013, cuando la cifra se elevó al 32%, más del triple que la cifra media de los últimos 17 años (el 9,4% sobre el total de ventas). 

Los drones y las aeronaves españolas, el deseo de Arabia Saudí y Emiratos Árabes

El 71% de las ventas a países de la península arábiga en los últimos 17 años corresponde a aeronaves, vehículos ligeros y vehículos aéreos no tripulados (UAV), también conocidos como drones. Los principales países que compran este tipo de material son Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos (EAU).

De todos los países de la región, Arabia Saudí es, con diferencia, el principal cliente de España. Las ventas a la monarquía absoluta saudita empezaron a adquirir relevancia a partir de 2012. Desde entonces, el país ha desembolsado a España más de 2.100 millones de euros en concepto de armas. El segundo país de Arabia con mayores compras a España es Emiratos Árabes Unidos: desde 2005, las ventas suman más de 1.097 millones de euros, en su mayoría invertidos en aeronaves y munición.

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Arabia Saudí es el país de la península arábiga que más dinero ha gastado en comprar aeronaves españolas (1.446.218.079 euros). Según se desprende de la base de datos del Sipri, el Ministerio de Interior de esta monarquía absoluta compró en 2015 cuatro aviones de transporte táctico, de patrulla marítima, Airbus C-295.

Un contrato secreto con España desvelado por un tuit de tropas saudíes 

En 2017, Riad firmó un contrato con España para adquirir 100 unidades de su sistema portamortero Alakran 120 mm para su Guardia Costera. Tal y como informa el Ministerio de Defensa de España, el sistema Alakran permite una carga de 52 granadas de 120 milímetros y puede realizar 12 disparos en un minuto.

Aunque se trataba de un contrato privado, la compra se desveló a través de un tuit de la Guardia de Fronteras saudí en diciembre de 2018 durante el festival de Al-Janadriyah. Allí, hicieron gala de los flamantes Alakran españoles que habían adquirido. El modelo correspondía al fabricado por NTGS. Este acuerdo generó polémica en 2020 ya que tras una investigación de elDiario.es y Greenpeace se demostró que los morteros españoles estaban siendo usados por las tropas saudíes en la frontera de Yemen.

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El 90% de la cifra de negocio de esta empresa española es dinero saudí

La compañía española fabricante del sistema portamortero Alakran que cerró el acuerdo con las autoridades saudíes es la empresa NTGS (New Technologies Global Systems). El contrato no es público, pero Newtral.es ha podido confirmar esta información accediendo a las auditorías de las cuentas anuales de la empresa, que se publicaron el año de la transacción en el registro mercantil español.

Según se desprende de estos documentos financieros, el principal cliente de NTGS es el Ministerio del Interior de Arabia Saudí, a quien le facturó en 2018 más de 28 millones de euros, lo que, según se señala en las cuentas anuales de la empresa, supuso más de un 90% de la cifra anual de negocios de la firma. NTGS, con sede en Collado Villalba (Madrid), está participada en un 80% por NTGS Arabia Saudi, filial ubicada en Riad.

Extracto de una auditoría de las cuentas anuales de NTGS de 2012.

En enero de 2019 la licencia de exportación de la compañía se quedó suspendida hasta diciembre de ese mismo año, por lo que no tuvo ventas. Al recuperar la licencia retomó el contrato con las autoridades saudíes, ascendiendo su facturación a 32.755.340 euros al cierre de ese año. Ese mismo año la compañía tuvo 10.248.000 euros en beneficios.

Comprar armas para estrechar vínculos con occidente y “blindar” dinastías

Ignacio Álvarez-Ossorio, catedrático de Estudios Árabes e Islámicos en la Universidad Complutense de Madrid, explica que Arabia Saudí es el mayor comprador de armas en todo el mundo, “sobre todo en los últimos 10 años”, ya que está involucrado en conflictos como la guerra de Yemen y percibe como una amenaza a Irán, y entiende que armarse es una forma de blindarse estableciendo relaciones con otros países.

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Comprando armamento se adquiere seguridad, ya que “los países exportadores de armas se van a comprometer con la defensa de las dinastías de los países compradores en caso de que vengan mal dadas”, profundiza Álvarez-Ossorio. Recuerda que las primaveras árabes motivaron que los tres principales países de la península arábiga (Emiratos Árabes, Arabia Saudí y Catar) gastarán más en armamento. También señala que otro evento clave fue la firma del acuerdo nuclear con Irán en 2015. 

El conflicto en Yemen es una gran guerra civil internacionalizada que ha dejado al país al borde de una catástrofe alimentaria, tal y como recalca el Sipri en su anuario de 2021. En ella, Arabia Saudí tiene grandes intereses, porque lo está utilizando para medirse con Irán, otra potencia con la que se está disputando la hegemonía del mundo árabe, señala Álvarez-Ossorio.

El Airbus CN-235 que España vendió en 2011 a Yemen destruido por un bombardeo de Arabia Saudí. (Defensa.com)

En este contexto, en 2015 las tropas saudíes bombardearon la base aérea de al-Dailami, destruyendo un Airbus CN-235 que España vendió en 2011 a Yemen para "acciones antiterroristas". Se desconoce el importe oficial de esta compra, salvo que fue financiada con dinero de Estados Unidos. Aunque un informe del Congresional Research Service cifra la compra en 38 millones de dólares. 

El lucrativo negocio de la guerra: Airbus cerró contratos por valor de 1.243 millones 

Tras Arabia Saudí, Omán es el cuarto país de la península arábiga que más dinero invirtió en comprar aeronaves de uso militar: 524.875.934 de euros en total. La monarquía árabe llegó a comprar en 2012 ocho aviones de transporte táctico, Airbus C-295. Al tratarse de un contrato privado, resulta complicado conocer cuál fue la empresa que fabricó estos ocho aviones. No obstante el modelo de avión Airbus C-295 pertenece a la compañía Construcciones Aeronáuticas S.A, creada en 1923 y absorbida por el grupo Airbus en 1991. Actualmente el nombre de la firma es Airbus Defence and Space.

Extracto de las cuentas anuales de 2012 de la compañía EADS Construcciones Aeronáuticas.

Newtral.es ha podido verificar que la monarquía árabe de Omán compró ocho aviones a esta compañía el mismo año que señala la base de datos Sipri. Precisamente, según el depósito de cuentas de 2012, esta empresa tuvo “importante actividad” en todos los mercados cerrándose pedidos por valor de 1.243 millones de euros, gracias a que la empresa vendió 32 nuevos aviones, entre los que había nueve a Indonesia, ocho a Omán, cinco a Polonia, tres a Egipto, dos a EEUU y otros dos a Kazajistán.   

Este país también adquirió dos radares de largo alcance Lanza-LRR y otros dos de medio alcance Lanza LTR en 2014. Estos radares están diseñados por la multinacional española Indra, según información publicada por la compañía.

“Un hervidero que estamos alimentando”

Por norma general, gran parte de las armas españolas que se venden suelen terminar en manos de las fuerzas armadas de los países que las adquieren. Por ejemplo, en 2021, en el caso de Catar, Bahréin y Kuwait el 100% de las compras fueron para sus fuerzas armadas, mientras que en Omán fue el 99,59%, Arabia Saudí del 96,89% y Emiratos Árabes del 95,44%, según indican los datos del Ministerio de Comercio de España.

El uso que estos países hacen de las armas no siempre es el adecuado. Tanto la legislación española como la europea prohíben expresamente vender material bélico cuando existan “indicios racionales” de que pueda ser empleado en acciones “que perturben la paz, la estabilidad o la seguridad en un ámbito mundial o regional” o “con fines de represión interna o en situaciones de violación de derechos humanos”. 

Tal es el caso de la venta de armamento a Emiratos Árabes y Arabia Saudí, que ya han puesto a España en el punto de mira por su posible contribución a presuntos crímenes internacionales en Yemen entre 2015 y 2021, tal y como denuncian varias ONG.

 “Nosotros apoyamos a Arabia Saudí ¿pero a Siria e Irán quién las apoya?”

Tica Font, fundadora del Centre d’Estudis per la Pau J.M. Delás y experta en Economía de Defensa y comercio de armas, afirma que desde su punto de vista España no está cumpliendo con la legislación. Para ella hay un error de base, y es que el reglamento no define conceptos tan evidentes como puede ser qué es estar en guerra o qué se considera una violación de los derechos humanos, quedando “al libre albedrío” de cada país a quién vende armas. “Lo que corresponde sería que cada país tuviese un listado de países donde se vulneren los derechos humanos o estén en guerra”, propone.

Para la fundadora del Centre Delàs son muy preocupantes todas las exportaciones a la península arábiga en concreto y a Oriente Medio en general. “Toda esa zona es un hervidero que estamos alimentando”. Font piensa que vale la pena preguntarse qué criterios siguen los países para vender armamento. “La venta de armas es un instrumento de política exterior”. Explica que ahora mismo todo Oriente Medio se disputa entre Arabia Saudí e Irán. “Nosotros (por España) apoyamos a Arabia Saudí, ¿pero a Siria e Irán quién las está apoyando?”, se pregunta.

Fuentes

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