Circula por redes sociales un vídeo que afirma que la variante ómicron del virus que causa la COVID-19 “no se ha aislado, ni siquiera se ha intentado”. Con esto, el vídeo concluye que “esta variante no existe”. Pero, tal y como confirma María Iglesias-Caballero, del Laboratorio de Virus Respiratorios del Centro Nacional de Microbiología (CNM-ISCIII), ómicron sí existe y se ha aislado. En cualquier caso, la investigadora afirma que no hace falta aislarla para confirmar su existencia: ómicron ha sido detectada por secuenciación en muestras de pacientes.
El contenido, originado en un programa de televisión, se ha compartido en Facebook, Twitter y por apps de mensajería instantánea como WhatsApp. El autor de las afirmaciones falsas es Juan Zaragoza, quien se identifica como ingeniero aeroespacial, y del que ya hemos desmentido varias declaraciones falsas sobre el virus SARS-CoV-2 y las vacunas.
En el resto del vídeo, Zaragoza hace otras declaraciones falsas sobre la nueva variante ómicron. Entre ellas, afirma que la técnica PCR no sirve para detectarla o que no se han estudiado sus propiedades clínicas. Las desmentimos.
La nueva variante ómicron ha sido aislada y detectada en muestras de pacientes
En el vídeo compartido se afirma que la nueva variante ómicron del virus SARS-CoV-2 “no se ha aislado”, y que “hasta donde sabemos, esta variante no existe”.
[Los bulos virales que afirman que el coronavirus no ha sido aislado ni secuenciado]
Iglesias-Caballero afirma que “sí se ha aislado”. Aislar el coronavirus supone separarlo de otros componentes biológicos presentes en una muestra, recogida de un paciente con COVID-19, para investigarlo.
“Aislar una variante es necesario para hacer determinados estudios”, explica, como un tipo de análisis para comprobar si las vacunas son eficaces contra esta variante. Uno de estos estudios con la variante aislada lo ha llevado a cabo un grupo de investigación de la Universidad de Oxford, cuyos resultados están pendientes de publicación. También una investigación del Instituto de Investigación Sanitaria de África pendiente de revisión. Aun así, “no es necesario aislar la variante para confirmar su detección”, señala la investigadora, ya que basta con haberlo localizado en muestras de pacientes.
Las herramientas bioinformáticas para secuenciar se basan en muestras reales de pacientes
En el contenido que estamos verificando también se afirma que la variante ómicron no puede existir porque “ha sido descubierta por un proceso de secuenciación in silico, es decir, es un modelo informático”.
Secuenciar un virus es conocer su genoma, la combinación única de componentes genéticos, denominados pares de bases. Esta combinación determina cómo se comporta. Para reconocer una variante, es necesario secuenciar su genoma y reconocer los cambios que la hacen diferente de otras variantes.
Tal y como explicamos en un bulo similar que afirmaba falsamente que el SARS-CoV-2 no se había secuenciado, para las secuenciaciones actuales se utilizan herramientas bioinformáticas, pero lo que se informatiza son los datos resultantes de análisis biológicos. Es decir, aunque los datos se procesen con herramientas computacionales, están basadas en análisis de muestras reales de pacientes.
Gracias a estas secuenciaciones se ha detectado esta variante y los cambios que tiene en su genoma con respecto a la secuencia original. La secuencia de ómicron está de forma pública en la web de la iniciativa CoVariants.org.
Se está estudiando si las vacunas son eficaces contra ómicron usando pseudovirus
Según se afirma en el vídeo, “las propiedades clínicas [de la variante ómicron] no han sido estudiadas, se han estudiado con un modelo informático. Ni siquiera se han creado pseudovirus, que es la forma de saber si hay escape inmunológico”.
Pero es falso. La farmacéutica Pfizer ha creado estos pseudovirus inofensivos que modelan la variante ómicron y los ha expuesto al plasma sanguíneo de personas inmunizadas con su vacuna. Con este estudio, se pretende estudiar si los anticuerpos de esta vacuna son capaces de neutralizar a ómicron con la misma eficacia que las variantes anteriores.
Según informaron en un comunicado, los resultados preliminares mostraron que los individuos con tres dosis de la vacuna Cominarty sí estaban protegidos contra la nueva variante. La protección era menor en los individuos con dos dosis. Un laboratorio de la Universidad de Witwatersrand y el Instituto Nacional de Enfermedades Transmisibles de Sudáfrica también está haciendo este mismo estudio con las vacunas de AstraZeneca, Janssen y Pfizer.
Las PCR sí pueden detectar a ómicron porque reconocen regiones del virus que no cambian
Otra de las afirmaciones falsas que se hacen en el vídeo es que “las PCR no sirven para detectar esta variante”.
Carlos del Fresno, investigador en el Instituto de Investigación del Hospital La Paz y especialista en PCR cuantitativa, explica a Newtral.es que en la variante ómicron han cambiado 30 de las 30.000 pares de bases totales con respecto a la secuencia original del SARS-CoV-2. Pero esto no compromete la detección por PCR porque los cambios no están en las regiones que detecta la técnica.
“Las PCR están diseñadas para detectar unas regiones del virus que no cambian. Estas partes estructurales son tan importantes que si variasen el virus dejaría de funcionar. Estas regiones no mutan. Así que las PCR pueden seguir detectando la variante ómicron”, apunta del Fresno.
No hay publicaciones revisadas por pares sobre ómicron, pero sí se han hecho estudios y están pendientes de revisión
“No hay ninguna publicación científica sobre esta variante”, se señala en el vídeo. “Es decir, no se ha hecho realmente ningún estudio”, añade. Pero es una afirmación engañosa.
Es cierto que a día 15 de diciembre no hay ninguna publicación científica sobre ómicron revisada por pares, pero sí que hay muchos estudios en marcha. Tal y como señala Iglesias-Caballero “por ahora solo hay preprints”, es decir, artículos científicos que se han propuesto para su publicación pero que no han sido revisados aún por otros investigadores. “Es normal, la publicación revisada por pares exige un determinado tiempo”, explica la investigadora del CNM-ISCIII. “Pero el conocimiento actual permite afirmar, sin duda, que ómicron existe y que está detectada”, añade.
La variante ómicron ha sido aislada, al igual que el virus original
Este no es el primer bulo que niega el aislamiento o secuenciación del SARS-CoV-2. A principios de año se compartió un vídeo falso que aseguraba que el virus no se había aislado, pero como desmentimos en Newtral.es, eran unas declaraciones sacadas de contexto. También se difundió en octubre que la Organización Mundial de la Salud (OMS) confirmaba en un documento que no se había secuenciado el nuevo coronavirus, algo que ya desmentimos.
También circuló un falso documento en el que el Ministerio de Sanidad español informa de que “no dispone de cultivo de SARS-CoV-2 para ensayo” ni de un registro de los laboratorios con capacidad de cultivo del coronavirus aislado para su investigación. Como explicamos, el coronavirus sí se ha aislado en los centros adscritos del ministerio, en los laboratorios de bioseguridad nivel 3 que están preparados para este tipo de trabajo.