“¿Sirve el vapeo para dejar de fumar tabaco?”, preguntamos con toda intención a la neumóloga Olga Mediano. “Sin duda, no”. Tajante. “Por activa y por pasiva, no debe ser el vapeo la estrategia para dejar el tabaco, lo hemos dicho en la Sociedad Española de neumología y cirugía torácica (SEPAR)”. Esta contundencia hubo un tiempo en que no fue tan habitual entre los médicos, en décadas pasadas, contra el tabaco. “Un antiguo jefe fumaba mientras hacía broncoscopias”, recuerda en este capítulo del pódcast Tampoco es el fin del mundo. De ahí venimos.
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Lo impensable hoy, como pasar consulta fumando, es una conquista cultural más que legal. Hoy también se pueden ver posiciones mucho más tibias respecto al vapeo. Y la doctora mediano no tiene duda de que la sombra de la industria tabaquera está tras la indulgencia para con los cigarrillos electrónicos y vapeadores.
Olga Mediano trabaja en la Unidad del Sueño del servicio de Neumología del Hospital Universitario de Guadalajara (HUGU). Es profesora e investigadora sobre la ventilación y el sueño, pero también está muy cerca de pacientes críticos o que requieren cuidados intermedios. Pasado el golpe de las neumonías por covid, el tabaco es lo que más pacientes llevan a unidades como estas. Cada año, ocho millones de personas fallecen por fumar tabaco y otro 1,2 millones mueren respirando su humo. Mediano reconoce “los avances indiscutibles de las ley antitabaco”, pese a que las cifras, casi 20 años después de la primera aprobación, son discretas.
El porcentaje de fumadores diarios de tabaco ha descendido desde el 43% en 1997 a un 33,1% en 2022. Entre 2014 y 2020, la caída ha sido del 11,7%, según el INE. No es una caída espectacular, pero “sí ha habido un cambio cultural importante. Hoy nos parece increíble salir a un bar y estar sumergido en un ambiente de tabaco absoluto, llegar a casa oliendo…, todo este tipo de cosas son avances“. Ladrillos para construir una nueva ley “que aún tiene mucho recorrido de mejora”. Y un nuevo actor invitado: el vapeo.
El tabaco (y vapeo) en las terrazas, en el punto de mira
La última reunión de la Comisión de Salud Pública, el pasado jueves, fue el primer paso para sacar del cajón el Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo (2024-2027). Diseñado por el gabinete de Carolina Darias, quedó en un suspenso del que ahora la ministra Mónica García quiere sacarlo, no sin polémica. Como en un dejá vu de 2005, enfrente se encuentra con la oposición de la patronal de la hostelería que, como entonces, teme una espantada de clientes ante una de sus medidas anunciadas: la prohibición de fumar en las terrazas, como en pandemia. Esto aplicaría tanto al tabaco como al vapeo.
“Es posible que una ley antitabaco como la de 2005 no se pudiera aprobar hoy (con el actual clima de polarización), pero se van a dar pasos.”
Como otras sociedades médicas –incluida la de Primaria–, Olga Mediano está totalmente a favor de esta restricción (también para el vapeo) y espera que la polémica se supere, como ocurrió en 2005 y en 2011, con las anteriores normas antitabaquismo. Eso, pese al clima de polarización política y los complejos equilibrios del gobierno. ¿Una ley antitabaco como la aprobada en diciembre de 2005 sería posible en el contexto de crispación actual? “Es posible que no, la verdad… no sé, pero lo que sí creo es que se van a seguir dando pasos. Yo creo que ahora tenemos la suerte de tener una ministra que es médico, independientemente del color político, esto puede ayudar mucho a que se pongan las cosas en su sitio”, añade en este capítulo de Tampoco es el fin del mundo.
Sobre este particular de la futura norma, Mediano destaca que hoy “muchas terrazas son un engaño. Se habla de que es ‘el exterior’ pero se han convertido en bares puestos en el césped de enfrente”, en referencia a las estructuras que las arropan. Técnicamente, con la ley actual, si hay un techado y dos paredes, ya no es terraza a los efectos de la ley antitabaco.
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Las tabaqueras siembran la infancia de futuros adictos con vapeadores para niños
De cara a endurecer la normativa, Mediano pone el foco en las nuevas formas de consumo. “Ahora mismo, yo creo que el caballo de Troya [de la industria tabaquera] claramente son los vapeadores y todos estos sistemas que nos intentan vender con un mensaje de mucha seguridad, de que no son perjudiciales para la salud. La gente piensa que son inocuos. De hecho, los padres se los compran a sus hijos”. Y son una fábrica “de nuevos adictos”. Algunos se cargan con nicotina, un 15% de los adolescentes reconocen ponérsela a sus vapeadores.
La pasada primavera, se hizo viral el vídeo de una familia regalando a una niña 15 vapeadores por su primera comunión. Después, esa familia quiso aclarar que fue una broma. Sin embargo, la presencia en el mercado de productos de vapeo con figuras infantiles ha desatado todas las alarmas y organizaciones como Nofumadores.org piden mano dura al respecto.
“No son sólo agua”, recalca Mediano. “Cuando revisamos el listado de sustancias que lo componen, vemos que ninguna es inocua. Algunas son cancerígenas”. Un informe de COFEPRIS, en México, analizó en 2022 los componentes de varios cigarrillos electrónicos. Detectó sustancias tóxicas no declaradas. Y aunque así no fuera: “Tenemos que tener en cuenta que el pulmón no está hecho para recibir ninguna sustancia química externa y que va a reaccionar siempre ante eso”.
Tabaqueras pagando a médicos y revistas en el pasado. ¿Están comprando indulgencia con el vapeo ahora?
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En este capítulo completo de Tampoco es el fin del mundo contamos la historia de una investigación científica que sacó para siempre los colores a un conjunto de médicos y un editor de una revista por sus conexiones con la industria tabaquera. James Parry era en los años noventa el editor jefe de la revista científica Mutagénesis, bajo el paraguas de la Universidad de Oxford. Por aquel tiempo, se empezó a hacer patente una evidencia: que el tabaco provoca cáncer. Pero las tabaqueras querían pruebas, justamente, para poder defenderse. En 1996, se demostró que una sustancia descubierta hacía 40 años en el humo de los cigarrillos, el BDPE, hace mutar a un gen. El gen p53, que se encarga de controlar a las células para que no se vuelvan malignas. Esto se publicó en la revista Science. Pero la otra revista, Mutagénesis, empezó a dar bola a otros estudios que cuestionaban estas conclusiones sobre el gen p53 y el humo.
En 2005, una investigación de científicos californianos desveló en The Lancet que Parry había trabajado como consultor para la industria del tabaco. Del mismo modo, varias tabaqueras también habían pagado no menos de 156.000 dólares a 13 científicos para que publicaran cartas a revistas científicas cuestionando la relación probada entre cáncer y tabaco.
Desde entonces, ya son pocas las dudas, incluso entre quienes fuman. Pero, casi dos décadas después, y un dos leyes antitabaco, el cigarrillo sigue muy presente en la sociedad.
¿Es realista pensar que antes de mediados de siglo la población fumadora se reduzca al 5%? ¿Ha nacido ya la primera generación libre de humo? Para nuestra invitada a Tampoco es el fin del mundo, la neumóloga e investigadora Olga Mediano, ahora la industria delega en los vapeadores y cigarrillos electrónicos. Un 15% de los adolescentes los cargan con nicotina. La brecha por la que se están generando los nuevos dependientes.
Escucha la entrevista completa o suscríbete a este capítulo de Tampoco es el fin del mundo, en que podrás escuchar también a la presidenta de Nofumadores.org Raquel Fernández Megina. Un pódcast guionizado y sonorizado por Mario Viciosa, con el sonido directo de Alfre Camarote, la imagen de Ximo Ferrández y José A. Trinidad y la producción de Xulio Rodríguez.
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Comentarios
Sin duda una opinión sin criterio ni base ya que el control de la industria del vapeo no está en las tabacaleras, por lo que partiendo de ese aspecto su afirmación es erronea. El efecto que causa el vapeo en la sociedad y el papel que juega combatiendo el tabaquismo va mucho más allá y se desmarca de sus oscuras intenciones en lo que se refiere a objetivos. Puede que estén acostumbrados a ese tipo de ambiciones en industrias como la farma pero en este caso poco a nada tienen que ver o en común. Opinión sesgada y populista la suya, que atiende a la revisión de pocos artículos. Infórmese y documéntese y por favor no se apoye en su título para como autoridad sanitaria desinformar o crear falsa alarma social.
Pues yo no sé si será más malo o más bueno vapear, lo que sí tengo es mi estadística de que llevo 2 años sin fumar, he dejado de roncar al dejar el tabaco en cuestión de 2 meses, se me han ido los clásicos pitidos pulmonares y me levanto sin esa mucosidad matutina tan molesta. Añado que las paredes de mi casa y la tapicería de mi coche no se ponen marrones, y no se me manchan los dientes. Incluso se me desinflamaron las encías al dejar el tabaco. Ya lo dijo el jefe de neumonía del Hospital de Bellvitge (Barcelona), "Las personas se enganchan al tabaco por la nicotina y mueren por el alquitrán". Este es mi testimonio propio y auténtico, espero que pueda servir.
Se hecha mucho de menos más rigor en la información que se muestra sobre el vapeo. Estamos de acuerdo en la premisa de que si no no fumas ni vapeas es mejor para tus pulmones, pero comparar el vapeo con el tabaco y decir que tienen los mismos efectos nocivos, no hace honor a la verdad y hace que se demonice el vapeo en igual medida que el tabaco, y me parece muy mal. Yo vapeo desde hace años. Fui fumadora y desde que vapeo me encuentro infinitamente mejor que cuando fumaba. Que si no vapeara estaría mejor, seguro, pero insisto en que, en mi humilde opinión, falta rigor en los datos y como se exponen los problemas que trata este post, de la adicción de la gente joven. Me parece bien que se regulen las sustancias potencialmente nocivas/cancerígenas, pero de ahí a eliminar los sabores en el vapeo me parece una medida extrema.
Estoy muy de acuerdo. No solo se meten todos los tipos de vapeadores y líquidos en el mismo saco, como si todos los produjeran solo las tabacaleras, si no que encima se equiparan al tabaco como si fueran sustancias equivalentes. Entiendo la preocupación por como han llegado los desechables a la juventud pero esto es sobre todo culpa de una normativa que llega tarde y mal. Yo vapeo y veo esos dispositivos con muy malos ojos.
¿Qué vapear no sirve para dejar de fumar?. Vale, cuéntanos datos, porque entre mis amigos ha ayudado y mucho. En cambio he oído continuos fracasos con los medios disponibles en farmacias y recetados por médicos, ¿en cambio esto si es recomendable?. Todos intuimos que vapear, como todo, no está libre de riesgos, ¿pero puede alguien decir con ciencia como se compara con el consumo de tabaco?. Nunca se hacen referencias a estudios que si se han hecho por organismos fiables, que hablan de una reducción muy grande del daño. Y si vas a cuestionarlos, ¿qué tal hacerlos con datos que lo contradigan?. El cigarro electrónico existe desde hace muchos años ya: ¿Por qué no hay estudios que puedan desvelar como han afectado a consumidores que llevan 8-10 años consumiendo?. Porque serían de gran ayuda.
La realidad es que parches, pastillas, antidepresivos o vapeadores, de poco sirven si uno realmente no quiere dejarlo, como bien indica la doctora en el podcast. Pero no estaría nada, nada de más averiguar si, aunque vapear pueda seguir siendo pernicioso, pueda ser mucho menos que fumar. Que la gente deje de drogarse de un modo u otro es algo que no va a dejar de pasar. Se echa mucho, mucho de menos una mentalidad realmente científica a este respecto. Un mundo sin nicotina lo veo mucho más utópico que uno donde esta es suministrada de manera menos dañina para el cuerpo, del mismo modo que no es lo mismo fumar café que beber café.
No escucharé el Podcast pero el artículo es una vergüenza siendo los comentarios de una profesional.
Lo que es una realidad es que el vapeo está reduciendo enormemente el porcentaje de tabaquismo en favor de una alternativa adictiva pero prácticamente inocua.
Los únicos componentes que tiene es glicerina vegetal, propilenglicol, aromas alimenticios y nicotina (opcional) y el único componente cancerigeno es la nicotina, pero en muchísimo menor grado que todo lo que genera el tabaco en la combustión.
Todos esos adolescentes si no vapearan estarían fumando y perjudicandose mucho mas la salud. Dice que el 15% usa nicotina, lo que significa que el 85% no la usa y nunca se volverán dependientes de ésta.
Y gracias a gente cómo esta señora la gente piensa que el vapeo es igual o peor que el tabaco cuando es una soberana estupidez.
Y ahora quieren prohibir los sabores en el vapeo, lo que significará la muerte del sector y el fin del mejor aliado contra el tabaco.
Sin duda una opinión sin criterio ni base ya que el control de la industria del vapeo no está en las tabacaleras, por lo que partiendo de ese aspecto su afirmación es erronea. El efecto que causa el vapeo en la sociedad y el papel que juega combatiendo el tabaquismo va mucho más allá y se desmarca de sus oscuras intenciones en lo que se refiere a objetivos. Puede que estén acostumbrados a ese tipo de ambiciones en industrias como la farma pero en este caso poco a nada tienen que ver o en común. Opinión sesgada y populista la suya, que atiende a la revisión de pocos artículos. Infórmese y documéntese y por favor no se apoye en su título para como autoridad sanitaria desinformar o crear falsa alarma social.
Pues yo no sé si será más malo o más bueno vapear, lo que sí tengo es mi estadística de que llevo 2 años sin fumar, he dejado de roncar al dejar el tabaco en cuestión de 2 meses, se me han ido los clásicos pitidos pulmonares y me levanto sin esa mucosidad matutina tan molesta. Añado que las paredes de mi casa y la tapicería de mi coche no se ponen marrones, y no se me manchan los dientes. Incluso se me desinflamaron las encías al dejar el tabaco. Ya lo dijo el jefe de neumonía del Hospital de Bellvitge (Barcelona), "Las personas se enganchan al tabaco por la nicotina y mueren por el alquitrán". Este es mi testimonio propio y auténtico, espero que pueda servir.
Se hecha mucho de menos más rigor en la información que se muestra sobre el vapeo. Estamos de acuerdo en la premisa de que si no no fumas ni vapeas es mejor para tus pulmones, pero comparar el vapeo con el tabaco y decir que tienen los mismos efectos nocivos, no hace honor a la verdad y hace que se demonice el vapeo en igual medida que el tabaco, y me parece muy mal. Yo vapeo desde hace años. Fui fumadora y desde que vapeo me encuentro infinitamente mejor que cuando fumaba. Que si no vapeara estaría mejor, seguro, pero insisto en que, en mi humilde opinión, falta rigor en los datos y como se exponen los problemas que trata este post, de la adicción de la gente joven. Me parece bien que se regulen las sustancias potencialmente nocivas/cancerígenas, pero de ahí a eliminar los sabores en el vapeo me parece una medida extrema.
Estoy muy de acuerdo. No solo se meten todos los tipos de vapeadores y líquidos en el mismo saco, como si todos los produjeran solo las tabacaleras, si no que encima se equiparan al tabaco como si fueran sustancias equivalentes. Entiendo la preocupación por como han llegado los desechables a la juventud pero esto es sobre todo culpa de una normativa que llega tarde y mal. Yo vapeo y veo esos dispositivos con muy malos ojos.
¿Qué vapear no sirve para dejar de fumar?. Vale, cuéntanos datos, porque entre mis amigos ha ayudado y mucho. En cambio he oído continuos fracasos con los medios disponibles en farmacias y recetados por médicos, ¿en cambio esto si es recomendable?. Todos intuimos que vapear, como todo, no está libre de riesgos, ¿pero puede alguien decir con ciencia como se compara con el consumo de tabaco?. Nunca se hacen referencias a estudios que si se han hecho por organismos fiables, que hablan de una reducción muy grande del daño. Y si vas a cuestionarlos, ¿qué tal hacerlos con datos que lo contradigan?. El cigarro electrónico existe desde hace muchos años ya: ¿Por qué no hay estudios que puedan desvelar como han afectado a consumidores que llevan 8-10 años consumiendo?. Porque serían de gran ayuda.
La realidad es que parches, pastillas, antidepresivos o vapeadores, de poco sirven si uno realmente no quiere dejarlo, como bien indica la doctora en el podcast. Pero no estaría nada, nada de más averiguar si, aunque vapear pueda seguir siendo pernicioso, pueda ser mucho menos que fumar. Que la gente deje de drogarse de un modo u otro es algo que no va a dejar de pasar. Se echa mucho, mucho de menos una mentalidad realmente científica a este respecto. Un mundo sin nicotina lo veo mucho más utópico que uno donde esta es suministrada de manera menos dañina para el cuerpo, del mismo modo que no es lo mismo fumar café que beber café.
No escucharé el Podcast pero el artículo es una vergüenza siendo los comentarios de una profesional.
Lo que es una realidad es que el vapeo está reduciendo enormemente el porcentaje de tabaquismo en favor de una alternativa adictiva pero prácticamente inocua.
Los únicos componentes que tiene es glicerina vegetal, propilenglicol, aromas alimenticios y nicotina (opcional) y el único componente cancerigeno es la nicotina, pero en muchísimo menor grado que todo lo que genera el tabaco en la combustión.
Todos esos adolescentes si no vapearan estarían fumando y perjudicandose mucho mas la salud. Dice que el 15% usa nicotina, lo que significa que el 85% no la usa y nunca se volverán dependientes de ésta.
Y gracias a gente cómo esta señora la gente piensa que el vapeo es igual o peor que el tabaco cuando es una soberana estupidez.
Y ahora quieren prohibir los sabores en el vapeo, lo que significará la muerte del sector y el fin del mejor aliado contra el tabaco.