El pasado mayo, el gobernador republicano de Ohio, Mike DeWine, anunció una lotería de 1 millón de dólares entre los ciudadanos de su estado que se vacunaran contra la COVID-19.
- Las primeras reacciones a la medida fueron variadas, pero DeWine fue muy criticado entre compañeros de su propio partido: “Sé que algunos dirán, ‘DeWine, ¡estás loco! Esta idea de repartir 1 millón de dólares es un malgasto de dinero’. Pero la verdad es que el malgasto real a estas alturas de la pandemia cuando hay vacunas disponibles para todo aquel que la quiera es una vida perdida frente la COVID-19, dijo DeWine en defensa de su programa.
Las cifras de vacunación de Ohio mejoraron durante las semanas en las que el estado celebró loterías, aunque también coincidió con un momento en el que se abrió la veda para vacunar a menores de entre 12 y 15 años.
- Pero pese a que los resultados no sean ni mucho menos concluyentes, DeWine supo adelantarse a lo que acabarían necesitando hacer en muchas partes del país: proponer incentivos para que la ciudadanía se vacune.
Estados Unidos pasa por un momento complicado en materia de vacunación. Los índices se han estancado y algunos estados palidecen con respecto a otros en materia de vacunas administradas. Todo, al tiempo que la variante Delta va cogiendo protagonismo y asusta tanto como lo ha hecho en países como Reino Unido, Australia o Israel.
- El país de Oriente Próximo era el modelo a seguir en términos de vacunación, pero un estancamiento en la administración de vacunas está dejando el hueco perfecto para la variante Delta.
- Los nuevos líderes israelíes debaten sobre si reimponer restricciones para limitar una nueva crisis.
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El caso de Israel preocupa en Estados Unidos, donde los expertos epidemiólogos temen que los ratios de vacunación de algunos estados, especialmente en el sur, abran la puerta a que la variante Delta cause estragos.
- Estados como Louisiana, Alabama o Mississippi cuentan con índices de vacunación bajísimos que todavía están lejos de alcanzar el 50% de personas con al menos una dosis de la vacuna.
- En cambio, estados del noreste como Vermont o Massachusetts han superado el 70% de personas vacunadas con al menos una dosis.
Las dudas hacia la vacuna lastran el proceso
La bajada de ritmo de vacunación tiene poco que ver con un mal desempeño del gobierno en la distribución de vacunas. Por el contrario, el estancamiento tiene que ver con una reticencia hacia la vacunación difícil de definir con un solo factor.
Ahora mismo, existe una fuerte diferenciación de personas ya vacunadas y personas no vacunadas a nivel demográfico, según el monitor de opinión pública sobre vacunación de la Kaiser Family Foundation. Por ejemplo:
- La población en zonas rurales es mucho menos propensa a vacunarse que la de las grandes ciudades, donde la COVID-19 se ha vivido con bastante más intensidad.
- Gente sin estudios universitarios es mucho menos propensa a vacunarse que los que sí los tienen, según el mismo estudio.
- Negros y latinos fueron durante meses menos dados a querer vacunarse que miembros de otras razas, aunque la tendencia mejoró conforme esas minorías vieron la buena acogida de las vacunas entre quienes ya se habían pinchado.
- En esa línea, los votantes republicanos son abrumadoramente más propensos a decir que no se quieren poner la vacuna bajo ningún concepto, mientras que latinos y afroamericanos suelen responder más habitualmente: “Esperar y ver qué pasa”.
- La desconfianza rampante contra las vacunas de la COVID-19 no es novedad. El movimiento antivacunas ha tenido siempre una larga presencia en redes sociales. Propagar su mensaje en los tiempos de incertidumbre que generó la pandemia se hizo harto fácil.
- En esa línea, los votantes republicanos son abrumadoramente más propensos a decir que no se quieren poner la vacuna bajo ningún concepto, mientras que latinos y afroamericanos suelen responder más habitualmente: “Esperar y ver qué pasa”.
En el contexto de Estados Unidos, las dudas en torno a la vacunación sobre todo se dan a tres niveles:
- Personal. El consumo de contenido antivacunas genera desconfianza hacia ellas, con lo que es fácil encontrar casos de estadounidenses que han terminado engendradlo una repulsión inmerecida.
- Político. Los políticos republicanos llevan meses generando dudas sobre la efectividad de las mascarillas o de las vacunas, sobre todo ahora que no es Donald Trump el que puede recoger los logros.
- Estructural. La falta de un sistema de sanidad público y las facturas desorbitadas de cualquier visita al médico genera una desconfianza difícil de rebatir con loterías.
- En el caso de las minorías, experimentos como el de Tuskegee, en el que en los años 30 engañaron a cientos de afroamericanos para que formaran parte de un estudio para investigar los daños del sífilis, están muchas veces marcados en el imaginario colectivo.
- O al menos han ayudado a que exista una desconexión entre parte de la población y los programas sanitarios públicos.
- En el caso de las minorías, experimentos como el de Tuskegee, en el que en los años 30 engañaron a cientos de afroamericanos para que formaran parte de un estudio para investigar los daños del sífilis, están muchas veces marcados en el imaginario colectivo.
Vacunas, 4 de julio y EEUU: La promesa incumplida de Biden
El estancamiento de las vacunas en Estados Unidos deja un momento peliagudo para el actual presidente, Joe Biden, que había prometido tener a un 70% de adultos vacunados para el 4 de julio. No podrá cumplir esa promesa.
- Ante la expectativas de que la variante Delta siga ganando fuerza, algunos estados ya debaten sobre si cabría la posibilidad de restaurar restricciones que nunca gustaron a nadie, por mucho que fuera por un mal mayor.
La preocupación se centrará en condados rurales del sur y del medio oeste estadounidense donde los índices de vacunación están apenas en el 30 por ciento. Los expertos temen que un brote en una de esas comunidades pueda ser devastador.
- Más gente mayor y menos recursos crean el cocktail perfecto para que el Covid-19 pueda cobrarse más vidas.
Así que a falta de brazos, los estados del país van a seguir apostando por la estrategia de sortear dinero en efectivo.
- Porque los estados de California, Colorado, Kentucky, Louisiana, Maryland, Massachusetts, Michigan, Nevada, New Mexico, North Carolina, Oregon, Washington y West Virginia se han sumado a la iniciativa de organizar loterías para aquellos que se pongan (o se hayan puesto) la vacuna.
- Ahora, millones de personas en Estados Unidos rezan para ganar la lotería y para que el ritmo acelere lo suficiente como para encarar un otoño libre de dificultades pandémicas.
- Ahora, millones de personas en Estados Unidos rezan para ganar la lotería y para que el ritmo acelere lo suficiente como para encarar un otoño libre de dificultades pandémicas.
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