Los rusos han sorprendido al mal llamado ‘mundo occidental’. Así lo creen Matilde Cañelles (IFS-CSIC) y María Mercedes Jiménez (CIB-CSCI) cuando repasan la reciente publicación de resultados de su vacuna Sputnik V de adenovirus en Lancet.
Como en otros lugares, la propaganda que envolvió su lanzamiento. Y su aprobación prematura en Rusia parecía augurar una escasez de datos revisados por científicos sobre un producto llamado a limitar la expansión mortal del coronavirus allí y parte de América Latina.
Sin embargo, no es menos cierto que su plataforma es idéntica a la de la precoz Oxford-AstraZeneca y la, algo más rezagada, Janssen. En un mundo que trataba de demostrar si esa tecnología, casi totalmente nueva, funcionaba, los datos preliminares que llegaban de Londres auguraban el éxito de las demás. La carrera estaba así a final de 2020:
Una tecnología nueva no tan nueva
El Instituto Gamaleya, autor de Sputnik V, ha producido ya varias vacunas. “Destacan una contra el ébola y otra contra el MERS, pero que no se llegaron a publicar en prensa internacional”, explican Cañelles y Jiménez en The Conversation. “La razón (aparte, quizá, de la inercia de la época soviética en la que no se publicaba tanto), fue que las dos epidemias acabaron bruscamente”.
Pero los científicos rusos acumularon importante experiencia que ahora les ha resultado muy útil. Igual que, a otro nivel, le ha pasado a Janssen, que probó su tecnología de adenovirus con la crisis del ébola, y tiene una vacuna aprobada basada en esta plataforma.
“Aunque son tecnologías nuevas, ninguna de estas vacunas parte de cero”, recuerda a Newtral.es desde el European Molecular Biology Laboratory (EMBL) la viróloga María Bernabeu.

Las vacunas de vector viral adenovirus se han usado antes, aunque no masivamente en humanos (sí algo más en veterinaria). Las de ARN mensajero (Pfizer o Moderna) sí son una completa novedad… en parte.
“Es falso decir que hemos desarrollado una vacuna en menos de un año. Los estudios que iniciaron la base de esta vacuna se iniciaron casi 30 años atrás. Por eso es importante seguir financiando investigaciones que a priori nos pareciera que no tienen relevancia a nivel médico pero que pueden tener un gran impacto en el futuro”, precisa Bernabéu.
Eficacias dispares, pero altas para lo importante
Vacunas de ARNm versus vacunas de adenovirus. ¿Son unas mejores que otras? ¿Para todas las edades? Si estas han mostrado eficacias medias en sus ensayos del 94,1 % – 86 % en mayores (Moderna) y del 95 % (Pfizer). Datos medios prácticamente iguales para los ensayos de vacunas de ARNm.

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Aprobaciones de diciembre:
Pfizer y Moderna, la semana de las vacunas americanas, ¿y la europea?
Para las de adenovirus, lo llamativo es que cada uno de estos laboratorios ha presentado datos de eficacia distintos para un tipo de vacuna muy parecido. Desde el 92 % de Sputnik V al 66 % de Janssen, en fase 3, pasando por el embrollo de cifras de AstraZeneca: 70 % de media, pero 90 % si la primera dosis se reduce a la mitad y 62 % con dosis completas.
La buena notica del equipo anglosueco es que han demostrado que tras la primera dosis, el 72 % es inmune a padecer covid sintomática durante al menos tres meses, sin llegar a ponerse la segunda dosis. Y que nadie, absolutamente nadie, se ha muerto por esta enfermedad en sus ensayos si llevaba puesta la vacuna.
Si funcionan todas igual, ¿por qué son distintas?
Se trata de una vacunas basadas en un adenovirus. Un tipo de virus que ya se utiliza en terapia génica y otras vacunas. Se suelen emplear algunos como el del resfriado común. Pero hackeado, para que no cause infección y para incluir la información de una de las proteínas del coronavirus. No el coronavirus en sí.
Es decir, se inserta en el adenovirus un gen con instrucciones para que nuestras propias células fabriquen un trozo muy concreto del SARS-CoV-2 que, por sí solo, no hace daño: las puntas o espículas ‘S’.
“Al introducirse este adenovirus modificado en las células, estas producen la proteína extra, en este caso la proteína S de SARS-CoV-2”, dicen las autoras. “El sistema inmune de la persona que ha sido vacunada reconoce esa proteína como extraña y la recordará. Si esa persona se infecta con el SARS-CoV-2, el sistema inmune destruirá los virus, impidiendo el desarrollo de la enfermedad”.

Las de ARNm funcionan en este punto igual. Es decir, también inducen a células del cuerpo a producir espículas, pero no introducen las instrucciones ocultas en otro virus. Sino que meten esas instrucciones inyectadas directamente, encapsuladas en una especie de nanoburbujas de grasa. Pero son tremendamente frágiles. De ahí su transporte ultracongelado.
Esta diferencia es la que, según algunas personas expertas en virología, podría explicar por qué aparentemente hay algo menos de eficacia en ciertos grupos de edad con las vacunas de adenovirus. El cuerpo podría estar previamente entrenado para combatir esos adenovirus, que son de catarro. Y los liquida antes de poder conquistar las células para cumplir su misión vacunal.
Pero esta es sólo una teoría, puesto que los laboratorios ya contemplaron esa posibilidad. Por eso utilizan virus de catarro de mono, a los que no nos exponemos normalmente (AstraZeneca) o dos adenovirus diferentes entre dosis (Sputnik).
Puedes ver los detalles de cómo funcionan estas vacunas de manera mucho más clara en el vídeo que encabeza este texto.
Otra cuestión es si este tipo de vacunas ‘valen’ para todas las edades de adultos. AstraZeneca tiene ensayos en curso con mayores, cuya muestra fue más pequeña es los estudios presentados hasta ahora. Algo así le ocurrió a Spitnik, que inicialmente se aprobó para menores de 60 años.
En general, hacer pruebas vacunales en medio de una pandemia mundial tiene una (triste) ventaja: hay más posibilidades de que los voluntarios se expongan al virus y comprobar en su organismo cuántas inmunes son. Obviamente, nadie quiere morir en pro de la ciencia, así que la población más mayor también es la que más se está protegiendo. Y estadísticamente lleva más tiempo comprobar en ella si la vacuna les está funcionando o no.
¿Que pasa si me he vacunado con Pfizer y no he generado anticuerpos?.
El 10% de la poblacion (mas de 3 millones de personas en España) tenemos el mismo problema.
Me parece muy positivo los adenovirus cruzados, que emplea la Sputnik rusa. Sus resultados son altamente satisfactorios. ¿En qué consisten los adenovirus cruzados? ¿Son cambiadas las proteínas en los adenovirus de vectores diferentes?
Cuál tiene más efectos secundarios? AstraZeneca o Sputnik ?
Más bien una pregunta. Estas vacunas génicas (todas menos un par de las chinas) ordenan a nuestras propias células (a través de un gen) fabricar la espícula del coronavirus. ¿Alguien sabe durante cuánto tiempo dura esta orden? Porque si es una orden que queda en loop ¿no puede provocar un agotamiento del sistema inmune que esté permanentemente reaccionando a espículas del coronavirus que nuestras propias células están fabricando?