Es falso que un nuevo estudio haya “demostrado” que las vacunas de ARNm modifiquen el ADN “en tan solo seis horas”

Es falso que un nuevo estudio haya “demostrado” que las vacunas de ARNm modifiquen el ADN “en tan solo 6 horas”
Un nuevo estudio de una universidad sueca ha demostrado que la vacuna de Pfizer de ARNm modifica el ADN en tan solo 6 horas.
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Circulan por Facebook y Twitter mensajes que aseguran que un nuevo estudio “ha demostrado” que la vacuna de Pfizer contra la COVID-19 “modifica el ADN en tan solo seis horas”. Pero estas afirmaciones son falsas

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El trabajo al que hacen referencia, liderado por la Universidad de Lund, en Suecia, no ha demostrado que se modifique el ADN, según ha confirmado a Newtral.es uno de los investigadores. Además, el genetista Lluis Montoliu, del Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC), sostiene que se trata de un estudio “con muchas limitaciones”.

El objetivo del estudio no fue analizar si el ARNm modifica el ADN

Los mensajes más compartidos en redes sociales enlazan a texto en el que se afirma que un nuevo estudio “descubrió” que la vacuna contra la COVID-19 de Pfizer “modifica el ADN en tan solo 6 horas”. Pero se trata de una malinterpretación del trabajo de la universidad sueca. 

Como ya hemos explicado en Newtral.es, la vacuna de Pfizer, al igual que la de Moderna, se basa en la tecnología del ARN mensajero o ARNm, que contiene las instrucciones para sintetizar una proteína del coronavirus SARS-CoV-2, la proteína S. Cuando entra el ARNm en nuestras células, se fabrica esta proteína, que luego es reconocida por nuestro sistema inmune y genera defensas. Así, en caso de contagio, nuestro cuerpo sabrá cómo debe defenderse. 

Los mensajes que estamos verificando aseguran que el estudio comprobó que ese ARNm de la vacuna de Pfizer modifica el ADN de las células en seis horas. Pero es falso. Como ha confirmado a Newtral.es Magnus Rasmussen, investigador de Enfermedades Infecciosas en la Universidad de Lund y uno de los autores del trabajo, lo que se analizó fue si el ARNm de la vacuna, una vez entra en la célula, puede convertirse en ADN. 

El estudio no demuestra que se modifique el ADN, tampoco en 6 horas

El ADN es nuestro material genético, pero más allá de eso es un tipo de molécula que, como el ARNm, está hecha de unas ‘piezas’ llamadas nucleótidos. En condiciones específicas, una molécula de ARN puede convertirse en otra de ADN. Pero solo con eso no significa que pueda cumplir sus funciones como material genético.

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Tampoco significa que esa molécula de ADN de origen externo pueda modificar el ADN de nuestras células. “No aportamos ninguna prueba de ello. Ni siquiera in vitro”, subraya Magnussen a Newtral.es. Para que eso ocurriese, el ADN proveniente del ARNm de la vacuna debería entrar en el núcleo de la célula, donde está el material genético. Pero como ha apuntado Rasmussen a Newtral.es, eso ni siquiera fue medido en el estudio

Como apuntaba antes el investigador, el estudio se hizo in vitro, es decir, con células en un laboratorio. En él añadieron una muestra de la vacuna de Pfizer y, según sus resultados, en esas condiciones el ARNm de la vacuna se convertía en molécula del tipo ADN. Pero, como hemos explicado, esto no evidencia que modifique el genoma de esas células ni se puede extrapolar a lo que ocurre en seres humanos. 

Los mensajes, además de afirmar erróneamente que el estudio “prueba” que la vacuna de Pfizer modifica el ADN, asegura que lo hace en 6 horas. Pero, de nuevo, es una malinterpretación. En el trabajo, el equipo mide cuánto ARNm de la vacuna se convierte en ADN a diferentes horas pero, como han explicado los autores y Montoliu, esto no significa que estén modificando el material genético de las células

Un estudio con varias limitaciones

Tanto Rasmussen como su colega Yang de Marinis, investigadora de genómica, diabetes y endocrinología en la misma universidad, se han pronunciado ante la polémica que ha generado su estudio a través de una entrevista en la página web de la Universidad de Lund. Ambos reiteran que su trabajo “no da ninguna razón a nadie para cambiar su decisión sobre vacunarse”. Además, reconocen que tiene limitaciones y no se pueden extrapolar sus resultados a lo que sucede en seres humanos. 

“La principal limitación de nuestro estudio es que se hizo en una línea celular”, reconoce Rasmussen a Newtral.es. El investigador se refiere a que en el experimento no usaron células derivadas de una muestra humana, sino que utilizaron células derivadas de tumores. Este tipo de células, conocidas como “líneas celulares”, se suelen utilizar en investigación porque son fáciles de manejar y accesibles, pero los resultados que se obtienen tienen más limitaciones.  

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El genetista Lluis Montoliu también opina que usar una línea celular limita las conclusiones del estudio. “Usan una línea celular humana, llamada Huh7, establecida a partir de un cáncer de hígado que está genéticamente muy alterada. Por ejemplo, estas células tienen una media de 60 cromosomas por célula y deberían tener 46”, afirma. 

Según Montoliu, “es un sistema experimental extraordinariamente artificial y alejado de lo que podría ser una situación fisiológica. Por tanto, cualquier conclusión que se derive de estas células debe tener en cuenta estas limitaciones”.

Las cantidades de vacuna usadas tampoco son equivalentes

Pero, a juicio del genetista del CNB-CSIC, existen otros inconvenientes, como las cantidades que usaron de la vacuna de Pfizer en las células, que afirma que no son equivalentes a lo que ocurre en seres humanos. “Además, no podemos comparar las dos aproximaciones, una inyección intramuscular [que es lo que ocurre cuando nos vacunamos] con una exposición a mRNA directamente sobre células en cultivo. No tienen nada que ver. Uno no puede servir como referencia de lo otro”, señala.

Además, Montoliu opina que los datos que presenta el estudio “no son robustos y tienen variaciones que están al límite de las significaciones estadísticas”. “Para nada permiten aseverar las conclusiones del estudio, publicado en una revista de impacto marginal”, añade.

Se trata de un bulo recurrente

Las afirmaciones falsas sobre que el ARNm modifica el ADN es un bulo recurrente desde que esta tecnología se usó para algunas vacunas contra la COVID-19. En mayo de 2021 circularon mensajes que afirmaban que un estudio del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) “confirmaba” que el ARNm modifica el ADN. Pero, como desmentimos en Newtral.es, se trataba de un trabajo preliminar que analizaba si el material genético del coronavirus se introducía en el ADN de los pacientes de COVID-19, y no mencionaba las vacunas de ARNm en ningún momento. 

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El pasado junio también circularon otros mensajes similares, esta vez con una investigación del Centro de Cáncer Sidney Kimmel de Filadelfia que como verificamos tampoco tenía que ver con la vacunación de COVID-19, sino con una molécula solo presente en hongos y bacterias. 

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