Lo esencial. X, la plataforma antes conocida como Twitter, cumplió esta semana su primer aniversario con Elon Musk como dueño. El panorama de la plataforma es notablemente más desalentador de lo que prometió el fundador de Tesla en octubre de 2022, cuando adquirió la red social por 44.000 millones de dólares.
- El número de usuarios activos y recurrentes ha ido a la baja. También han caído las horas de usuarios pegados a la app o el número de anunciantes que compran publicidad en X.
- Al mismo tiempo, han aumentado la desinformación, la proliferación de contenido peligroso y el escrutinio regulador de Estados Unidos y la Unión Europea.
La perspectiva para el futuro tampoco es mucho mejor para X, cuya deuda actual lastra el margen de maniobra de la plataforma. Porque pese a los recortes y las búsquedas de nuevos flujos de ingresos, Elon Musk sigue siendo incapaz de lograr que la antigua Twitter dé beneficios.
Lo último. X cumple un año bajo el mandato de Elon Musk con más problemas que nunca. El conflicto palestino-israelí ha sacado a relucir la peor versión de lo que era Twitter antes, pero sin guardarraíles y con gasolina que alimenta las tendencias más tóxicas.
- La desinformación estas últimas semanas ha sido rampante. Solo en los últimos días, imágenes falsas o sacadas de contexto se han hecho virales entre los bandos pro-Israel y pro-Palestina.
- En los círculos proisraelíes se propagó la imagen de un niño envuelto en una sábana blanca mirando el móvil. La intención era señalar cómo los palestinos de Gaza mienten sobre el número de muertos. Pero la imagen era del disfraz de Halloween de un niño en Tailandia en 2022.
- Y en los círculos propalestinos fue muy compartida la fotografía de un hombre que sacaba a cinco niños de entre los escombros, incluido un bebé. La imagen era falsa. Estaba creada con inteligencia artificial.
El número y el alcance de ese tipo de tuits habrían sido difíciles de imaginar en el antiguo Twitter sin Elon Musk. Pero todo cobra mayor sentido repasando el último año en X.
De Twitter a X: los cambios de Elon Musk
Contexto. Durante años, Twitter fue el destino ineludible para los consumidores de noticias. La plataforma estaba plagada de periodistas, divulgadores y expertos dispuestos a compartir sus conocimientos, fuera en forma de exclusivas de última hora, de hilos explicativos o de conversaciones con otros usuarios.
- Twitter nunca fue perfecto. De hecho, la plataforma tuvo que lidiar con problemas que van desde la proliferación de contenido extremista y violento (guerra de Siria) hasta la de desinformación sobre temas tan peliagudos como la salud (COVID-19).
- La red social pudo atajar todos esos desafíos con equipos interdisciplinares, tanto a nivel interno como externo, que ahora ya no forman parte del organigrama de la compañía.
Despidos. En solo un año con Elon Musk, Twitter ha pasado de ser una empresa de 7.500 empleados a una X de apenas unos 1.500, según Bloomberg. Por el camino, el empresario ha hecho recortes significativos.
- Ha despedido a una parte importante del equipo de Integridad Cívica y de Elecciones, incluyendo nuevas salidas este pasado mes de septiembre. Entre otras funciones, esos equipos supervisan la desinformación de la plataforma en contextos electorales.
- Se ha deshecho de miles de contratistas de moderación con los que la plataforma hacía un seguimiento de discursos de odio y aplicaba sus propias reglas contra el contenido dañino.
- Y ha disuelto el Consejo de Seguridad y Confianza, un grupo de voluntarios de unas 100 organizaciones que ejercía como cuerpo consultor de la red social en materia de discursos de odio, explotación de menores, suicidio y otros problemas.
Tras deshacerse de los guardianes de Twitter, Elon Musk abrió las puertas a los lobos.
Un tic azul desvirtuado
Ningún cambio ha tenido implicaciones tan trascendentales para la plataforma como el del sistema de verificación: la famosa insignia azul.
- En 2009, Twitter presentó un sistema de verificación para poder identificar si determinadas cuentas pertenecían a las figuras públicas que decían estar publicando en ellas.
- El tic azul que acompañaba a los nombres de las cuentas verificadas, generalmente famosos que se temía que fueran suplantados, pronto se asentó.
- Plataformas como Facebook, Instagram o YouTube implantaron procesos similares para verificar cuentas de figuras notables.
- En apenas un lustro, el sistema de verificación con insignia azul era ya un símbolo aceptado. Si un usuario veía una publicación de alguien con tic azul, podía confiar en que la había compartido esa persona u organización.
Twitter abrió el proceso de verificación a todos sus usuarios años después. Pero la falta de transparencia del proceso y la aparente arbitrariedad de quiénes eran verificados o no pronto tornó negativa.
- En Estados Unidos, los voceros de la derecha empezaron a señalar a los usuarios con tic azul por ser parte de una suerte de mente colmena progresista.
- Las cuentas verificadas pasaron a ser consideradas como un estamento elitista. El tic azul era prestigio, pero un prestigio peyorativo del que Elon Musk también fue crítico.
Cuando Elon Musk se hizo con Twitter, el empresario puso el sistema de verificación en el punto de mira y lo desmanteló.
- El pasado noviembre, X abrió la verificación a todos aquellos que pagaran una suscripción al servicio actualmente llamado X Premium.
- En abril, todos aquellos que antes tuvieran tic azul por el sistema de verificación antiguo, lo perdieron. Solo algunos medios, marcas, organizaciones y figuras de gobierno conservaron tics dorados y grises.
- Ahora, tener un tic azul es solo sinónimo de estar pagando una suscripción, nada más, atentando de lleno contra lo que ya era una asunción cultural: «Tic azul significa cuenta auténtica». Ya no.
Monetizando el odio
El nuevo tic azul de X, conocido como X Premium, incorpora funcionalidades significativas:
- Los tuits de los suscritos al servicio tienen prioridad en el algoritmo, con lo que las cuentas con tic azul logran mayor alcance en la plataforma.
- Los miembros de X Premium también participan en un sistema de monetización. X reparte sus ingresos publicitarios pagando al usuario una cantidad mensual acorde al alcance que ha tenido en el último mes.
Quizá sin saberlo, Elon Musk estaba creando la tormenta perfecta para un momento como el que ha vivido X estas semanas con Israel-Palestina.
- Estos días, cuentas de X Premium tienen mayor alcance y son capaces de monetizar todo el contenido que comparten.
- Por tanto, lograr tuits virales tiene un rédito económico que en el caso de los usuarios más populares puede traducirse en miles de dólares al mes.
- Eso ha creado la oportunidad perfecta para que surjan usuarios que aprovechen el sistema para publicar el máximo número de tuits con capacidad viral.
El resultado ha sido evidente estas últimas semanas: hay una proliferación inaudita de publicaciones que buscan la viralidad a cualquier precio.
- Y eso significa explotar el sesgo de confirmación de diferentes comunidades, sea con fotos de niños en Halloween o imágenes creadas con inteligencia artificial.
- El problema solo se ha visto agravado por la falta de guardarraíles que limiten el alcance de ese tipo de publicaciones.
- WIRED: X Fires Its Election Team Before a Huge Election Year
- Bloomberg: X, One Year Later: How Elon Musk Made a Mess of Twitter’s Business
- The Outline: “Verified” is now a derogatory term on Twitter
- ArsTechnica: Elon Musk’s chaotic first year at Twitter leaves X Corp. with shaky finances
- The Guardian: ‘Musk destroyed all that’: Twitter’s business is flailing after a year of Elon
- The Wall Street Journal: X’s Tumultuous First Year Under Elon Musk, in Charts
- The Washington Post: A year ago, Musk asked, ‘Is Twitter dying?’ He may have his answer.
- NPR: Six Months Ago NPR Left Twitter. The Effects Have Been Negligible
- The Washington Post: A year ago, Musk asked, ‘Is Twitter dying?’ He may have his answer.
- Associated Press: Twitter takeover: 1 year later, X struggles with misinformation, advertising and usage decline
- Business Insider: Most of the world’s biggest advertisers have stopped buying ads on Elon Musk’s X
- Reuters: US ad revenue at Musk’s X declined each month since takeover -data
- Axios: X usage plummets in Musk’s first year
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