Dos grupos de lo que se considera alumnado vulnerable —de origen socioeconómico bajo, de origen migrante, de familias monomarentales…—. Uno de ellos, con 206 alumnos y alumnas, recibió clases tutorizadas online durante dos meses; el otro, con 172 estudiantes, no recibió esta educación extra. ¿Los resultados? En el primer grupo descendió en un 75% la probabilidad de repetir curso frente al otro grupo, de control.
Este es el experimento que pusieron en marcha el Centro de Políticas Económicas (EsadeEcPol, adscrito al centro ESADE) y la ONG Empieza por Educar (ExE). Querían comprobar si eran reales los potenciales beneficios que se le otorgan a las tutorías con alumnos vulnerables. Y sí, al menos con la metodología empleada en este proyecto, llamado Menttores y publicado a finales de septiembre.
Tutorías con alumnos vulnerables: matemáticas y educación socioemocional
El punto de partida del Proyecto Menttores es la pandemia: es decir, el cierre de centros educativos y, por tanto, la pérdida de aprendizaje, que ha agravado la desigualdad que ya existía previamente. “Mientras que las familias de clase media y alta pudieron responder a la situación de confinamiento dedicando más recursos, apoyo y tiempo a sus hijos, muchas familias de origen socioeconómico bajo disponían de menor capacidad para dedicar tiempo y apoyo de calidad a sus hijos”, apunta el informe de EsadeEcPol.
Los investigadores decidieron centrarse en analizar los beneficios de las tutorías individualizadas en el área de Matemáticas tras ver que era una de las asignaturas donde más pérdida de aprendizaje había, tal y como exponen los autores del paper The effect of school closures on standardised student test outcomes (British Educational Research Journal, 2020).

En este estudio realizado en Bélgica, los investigadores encontraron que aunque las aulas estuvieron cerradas tres meses (un tercio del curso escolar), la pérdida de aprendizaje en Matemáticas fue equivalente a más de la mitad de lo que se aprende en un curso escolar completo.
Pero además, los investigadores de EsadeEcPol y de ExE decidieron centrarse también en las competencias socioemocionales del alumnado, analizando no solo si había una mejoría en esta asignatura, sino si el alumnado tutorizado comenzaba a sentir más apego por la escuela.
Lucas Gortázar, director de Research, senior fellow de Educación en EsadeEcPol e investigador principal de Menttores, explica en conversación con Newtral.es que una de las frases más repetidas por las familias de los estudiantes que han participado en el proyecto es: “Mi hija ahora se siente más capaz”.
Gortázar señala que estas tutorías con alumnos vulnerables no son “como ir a la academia”: “Esto es lo que suelen pensar las clases medias. Pero, en primer lugar, no todas las familias pueden costear una academia. Y, en segundo lugar, las tutorías eran de dos en dos, pero individualizadas, trabajando también la confianza de los estudiantes en sí mismos”.
Ana Tejedor, profesora de Matemáticas y una de las tutoras que ha formado parte del proyecto, coincide con Gortázar en que los malos resultados en la escuela no solo se deben a la complejidad de las asignaturas, sino “al rechazo emocional por la sensación de fracaso”: “Algo que hace falta es vincularnos más con la escuela”, apunta Tejedor a Newtral.es.

Los principales resultados del Proyecto Menttores
Como explica Lucas Gortázar, “durante la pandemia ha habido mucho hype de académicos hablando de que había que implementar programas de refuerzo individualizado”: “Queríamos ver qué efecto tenían realmente las tutorías” con alumnos vulnerables.
Así diseñaron un programa de dos meses (abril y mayo de 2021) con tres tutorías online de 50 minutos a la semana con dos estudiantes y una profesora/tutora. Los alumnos, 206 en total en el grupo de intervención, de 1º y 2º de ESO (de 12 a 15 años) de 18 centros educativos diferentes (públicos y concertados) tanto de la Comunidad de Madrid como de Cataluña. “Se priorizaron centros localizados en barrios de bajo nivel socioeconómico y con alta presencia de alumnado de origen inmigrante, como Usera o Vallecas en Madrid, Cornellà en Barcelona o del municipio de Lleida”, señala el informe.
Casi la mitad de las familias del alumnado eran de origen migrante, con ingresos menores a 1.000 euros mensuales y con un nivel de educación académica básica. Además, el 28% eran familias monomarentales. El 78% del alumnado, además, había suspendido una o más asignaturas en la primera evaluación, y el 27% había repetido curso al menos una vez.
Frente al grupo de control (172 alumnos con las mismas características que el grupo de intervención), el alumnado tutorizado a través de la metodología propuesta por Menttores “mejoró sus notas finales de curso en un 17%, lo equivalente a recuperar seis meses de aprendizaje”, arroja el documento.
Además, los menores que participaron en el programa “aprobaron la asignatura de Matemáticas un 30% más que el grupo control”: “Esto significa que en el grupo de control, la asignatura de Matemáticas la aprobó un 70% y en el grupo de intervención, un 90%, una diferencia estadísticamente muy significativa”, apunta el investigador Lucas Gortázar.
Además, el proyecto logró reducir “en un 75% la probabilidad de repetir curso”, aumentando en un 10% la probabilidad de pasar de curso.
“La escuela está hecha para segregar”
Ana Tejedor explica que a menudo “estos chavales necesitan saber que hay alguien con ellos apoyándoles”. “No es lo mismo 30 alumnos que 2”, añade.
Esta profesora y tutora del programa cuenta que los primeros cinco minutos eran para “ver cómo estaban, cómo se sentían”. “Luego, profundizábamos en el objetivo del día. Por ejemplo, fracciones. Y lo practicaban. Así les preguntaba: ‘Cómo has hecho esto, qué has pensado aquí’, y veía qué habían entendido y qué no. A veces, incluso, se corregían y ayudaban entre ellas”, explica.
Lucas Gortázar reconoce que el planteamiento tiene ciertas limitaciones. Por un lado, el programa de refuerzo individualizado no tiene una visión transformadora, sino que trata de encontrar un margen de maniobra en el modelo actual: “La escuela ahora está hecha para seleccionar, para segregar, no para incluir. Hay un discurso del esfuerzo, del suspenso y de la repetición de curso que es poco eficiente además”.
Por otro lado, este investigador considera que el modelo propuesto por Menttores es similar al que se plantean en programas como el de “diversificación y desdobles”, un sistema que Ana Tejedor considera que “quizá no son del todo buenos a nivel de inclusión”.
Fuentes consultadas
- Informe Menttores. Tutorías para la equidad educativa (EsadeEcPol, septiembre de 2021)
- The effect of school closures on standardised student test outcomes (British Educational Research Journal, 2020)
- Lucas Gortázar, director de Research, senior fellow de Educación en EsadeEcPol e investigador principal de Menttores
- Ana Tejedor, profesora de Matemáticas y una de las tutoras que ha formado parte del Proyecto Menttores
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