Primer ministro liberal vs. presidente conservador en Polonia: así afecta a las políticas de Tusk la elección de Nawrocki

Tusk Polonia
El presidente electo de Polonia, Karol Nawrocki. ShutterStock.
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La reciente elección presidencial en Polonia mantiene al país en una situación política compleja. El nuevo presidente nacionalista apoyado por el partido ultraconservador Ley y Justicia (PiS) —Karol Nawrocki, que sustituirá al jefe del Estado saliente Andrzej Duda, también del PiS—, compartirá el poder con el primer ministro conservador liberal en Polonia, Donald Tusk, en un contexto de profunda polarización política. 

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Lo último. Tras los resultados electorales, Tusk anunció este lunes que se someterá a una moción de confianza el próximo 11 de junio

El sistema de gobierno en Polonia. La segunda sección del artículo 10 de la Constitución de Polonia de 1997 establece que el poder ejecutivo está en manos de dos instituciones: el Presidente de la República y el Consejo de Ministros.

  • Las funciones del presidente. La Constitución de Polonia otorga al presidente autoridad sobre diferentes asuntos, como la relaciones exteriores o las Fuerzas Armadas. También le reconoce competencias clave: nombra a los jueces y otros funcionarios públicos (art. 144), convoca referendos, firma o rechaza leyes, emite directivas con la firma conjunta del primer ministro, y concede indultos (art. 139) condecoraciones (art. 138) y la nacionalidad (art. 137).

“El jefe del Estado tiene un poder fundamental: el derecho a veto”, explica a Newtral.es Héctor Sánchez, investigador de Cidob (Barcelona Centre for International Affairs). “Puede mandar cualquier ley al Tribunal Constitucional, lo que en la práctica le permite frenar o retrasar la agenda del Gobierno”. Y añade: “Como el Constitucional está controlado por jueces nombrados por el PiS, eso se traduce en que muchas leyes pueden quedar bloqueadas”. 

La doctora Sonia Horonziak, del Instituto de Asuntos Públicos, informa a Newtral.es de que el veto presidencial “levanta especial polémica” porque requiere de una mayoría parlamentaria de tres quintos para revertirla. “Una mayoría que la actual coalición de gobierno no tiene y que suele ser difícil de obtener en el sistema electoral proporcional polaco”, indica. “Esto hace que la cooperación entre el Gobierno y el presidente en el ámbito legislativo sea crucial para la gestión eficaz del Estado”. 

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Un poco de contexto antes de seguir. En las elecciones parlamentarias de Polonia celebradas el 15 de octubre de 2023, la Coalición Cívica, liderada por Tusk, obtuvo 157 escaños en el Sejm (la cámara baja del Parlamento polaco). Aunque el PiS consiguió más escaños (194), no logró formar una mayoría.

  • Desde entonces y después de ocho años de Gobierno ultraconservador del PiS, Tusk gobierna en coalición con otros partidos. Además del suyo, cuenta con el apoyo de los democristianos de Tercera Vía y los socialdemócratas de La Izquierda. 

En los dos años que lleva al frente del Gobierno en Polonia, Tusk ha tenido en su contra el contrapoder que ejerce el PiS desde la jefatura del Estado, puesto que ocupa Duda hasta que Nawrocki le dé el relevo en agosto. “El Ejecutivo de Tusk confiaba en ganar las presidenciales para tener un gobierno favorable que le permitiera implementar las reformas que ha ido posponiendo estos últimos dos años”, argumenta Sánchez. “Que Nawrocki haya ganado las elecciones supone continuar con la tendencia de Duda: vetar la implementación de ciertas leyes de corte progresista, no favorables a los intereses del PiS”.

Y esta tendencia conlleva un riesgo. La coalición de partidos que conforman el Gobierno, asegura el investigador del Cidob, solo comparten una cosa: “ser anti-PiS”. Pero tienen objetivos distintos y electorados distintos. “Si no pueden cumplir con sus objetivos legislativos por el bloqueo que ejerce el jefe del Estado, si no pueden gobernar, podrían dejar de apoyar al Ejecutivo de Tusk”, argumenta Sánchez.

Qué compromete la nueva victoria de Nawrocki. El investigador del Cidob enumera las grandes reformas progresistas de Tusk que ahora podrían ser bloqueadas por el presidente del PiS. 

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  • La restauración del Estado de derecho, que incluye la reforma del Tribunal Constitucional, las leyes que pretenden garantizar la independencia de los medios de comunicación públicos, la ley de las uniones de personas del mismo sexo y la legalización del aborto —que genera discrepancias también dentro del mismo gobierno de coalición, Polonia tiene una de las más restrictivas de la Unión Europea—. 

“Las posibilidades de implementar la mayoría de estos cambios son pocas en la práctica”, opina Horonziak. “En Polonia, los políticos están divididos no tanto por la distancia ideológica, sino por una profunda polarización política, que por definición excluye el diálogo”, afirma la doctora. “Sin diálogo ni debate, no habrá posibilidad de una cooperación más estrecha”.

Fuentes
  • Héctor Sánchez, investigador de Cidob
  • Sonia Horonziak, del Instituto de Asuntos Públicos
  • Constitución de Polonia
  • Parlamento de Polonia
  • Gobierno de Polonia

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